La violencia de género, Gaza y el emérito: todo lo que Felipe VI ha 'olvidado' en su discurso navideño

El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Nochebuena.

Felipe VI ha vuelto, como es tradición cada Nochebuena, a meterse en las casas de los españoles con su mensaje de Navidad. Este año, de nuevo, con un cambio de escenario. El monarca ha cambiado la Zarzuela por el Palacio Real, como ya hiciera en 2024, para celebrar el 50º aniversario del inicio de la Transición y el 40º de la firma del acuerdo de entrada a las Comunidades Europeas (hoy Unión Europea). Pero hay cosas que no cambian, y como cada 24 de diciembre, a Felipe VI se le ha olvidado incluir varios temas importantes en su discurso. Desde la guerra de Gaza hasta la violencia de género, repasamos lo que, un año más, la Corona se ha dejado fuera del repaso de un año particularmente exigente para la monarquía.

El mensaje de este 2025 era especialmente esperado, ya que en él Felipe VI estrenaba la nueva estrategia de comunicación que la Casa Real ha desplegado después de que Camilo Villarino cogiera los mandos de Zarzuela en febrero del año pasado. La renovación que trajo consigo se ha hecho patente este año con el cambio en la Dirección de Comunicación, con la contratación de la periodista Rosa Lerchundi.

Sin embargo, este giro no ha supuesto que el rey incorpore a su discurso un tema que recurrentemente se ha dejado fuera: la violencia de género. Este 2025 han sido asesinadas 47 mujeres en España a manos de sus parejas o exparejas, un número que se ha mantenido más o menos constante en los últimos años y que el rey ha invisibilizado recurrentemente. Ni siquiera el monarca ha tenido palabras para el feminismo u otros movimientos sociales como la lucha del colectivo LGTBIQ+, otros asuntos que parecen vetados en su discurso de Navidad.

Algo que quizás sí haya llamado más la atención, sobre todo después de otras intervenciones suyas a lo largo del año, ha sido su silencio sobre los principales conflictos bélicos que se están desarrollando en el mundo. Si bien Felipe VI ha hecho referencia al deterioro del derecho internacional y del orden mundial basado en reglas y los derechos humanos, no ha concretado, a diferencia de otros discursos, las guerras existentes. Por ejemplo, en 2022, cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania, el rey le dedicó varias frases al país gobernado por Volodimir Zelenski (“Hemos vivido el sufrimiento del pueblo ucraniano y seguimos sintiendo, con una profunda tristeza, la pérdida de miles de vidas”). Una referencia que ha desaparecido completamente este año, cuando las negociaciones de paz están estancadas y la Unión Europea parece no tener capacidad de influir en el resultado de las mismas.

Pero si hay algo más llamativo es la ausencia total a una mención del genocidio en Gaza. En el mensaje de 2024 Felipe VI tampoco incluyó, a diferencia de lo que había hecho con Ucrania, una mención explícita a la matanza realizada por Israel. Sin embargo, este año el rey cambió el tono con respecto a Palestina con su discurso en la Asamblea General de la ONU en septiembre, donde calificó lo realizado por Israel como “masacre”. “Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional”, señaló entonces el rey.

Una posición que le valió el desprecio de Vox y de Santiago Abascal, que se distanció de la Casa Real no acudiendo a la tradicional recepción del 12 de octubre en el Palacio Real ni tampoco a los actos de conmemoración en el Congreso de los Diputados de la restauración de la monarquía. 

Esa línea no la ha continuado en su discurso de Navidad pese a que este ha sido un año donde España se ha puesto a la vanguardia en el apoyo a Palestina. Así, el rey no ha tenido palabras para las movilizaciones sociales impulsadas contra el genocidio en Gaza, que trascendieron al mundo con unas manifestaciones durante La Vuelta a España que consiguieron no solo detener la carrera en varias etapas e impedir el final en Madrid de forma pacífica, sino que consiguieron su objetivo de que Israel no siguiera patrocinando a uno de los equipos del pelotón.

Sin 'reconciliación' ni emérito

En un año marcado en la actualidad de la monarquía española por la publicación de Reconciliaciónlas memorias de Juan Carlos I, Felipe VI ha preferido no tratar el asunto y tampoco ha incluido en su discurso ninguna referencia relativa a su padre. Pese a recrearse en la Transición y sus valores, no ha mencionado en ningún momento al rey emérito en el discurso. Una estrategia que continúa la línea establecida por la Casa Real durante todo 2025, donde Juan Carlos I ha sido completamente relegado de los actos conmemorativos, participando solamente en un almuerzo familiar en el Palacio de El Pardo.

Otro tema de actualidad en el que el rey no se ha detenido es el estado de la Justicia. En un año en el que las decisiones de los tribunales han estado en el centro del debate público, sobre todo tras la polémica condena del Tribunal Supremo al ya exfiscal general del Estado Álvaro García Ortiz, el rey tampoco ha incluido en su discurso nada con respecto a esta cuestión. Y eso que Felipe VI vivió en sus carnes la polarización con respecto a la Justicia cuando el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, plantó al rey en la apertura del Año Judicial para no coincidir con García Ortiz. 

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En un año tan señalado como este, en el cual se celebran 50 años de la muerte de Francisco Franco y que ha estado marcado por los homenajes a las víctimas de la dictadura, Felipe VI también ha evitado hablar de memoria histórica en su discurso. Es uno de los grandes deberes pendientes del rey, que incluso vio cómo Juan Carlos I en sus memorias realizaba loas a Franco e igualmente se olvidaba de todo el dolor causado por el régimen. Ni siquiera en un mensaje tan marcado por la Transición y sus valores, el rey ha tenido tiempo de reflexionar sobre lo que pasó anteriormente y reconocer el papel de los movimientos sociales en la llegada de la democracia.

Por último, hay dos asuntos que tampoco han estado en el mensaje navideño. Uno, la migración, que sigue siendo uno de los caballos de batalla de la extrema derecha y está de rotunda actualidad después de las medidas que han tomado países como Italia y del retroceso que ha habido en la Unión Europea con respecto a su gestión. Por no hablar del reciente desalojo de varios centenares de migrantes en Badalona sin ofrecerles alternativa habitacional. Y dos, la dana, que protagonizó buena parte del discurso del año pasado y que este 2025 ha desaparecido completamente pese a que en noviembre se celebró el funeral por las víctimas, presidido por el rey y protagonizado por los abucheos a Carlos Mazón. 

Más allá de eso, hay temas que el rey ha citado de soslayo pero apenas se ha detenido en ellos, pese a ser algunas de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Quizás el más relevante sea la vivienda, a la que solo se refiere como “un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes”. También pasa de puntillas sobre la emergencia climática, que igualmente solo ha mencionado de pasada: “Los fenómenos climáticos son un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico”. Con respecto al auge ultra en todo el mundo, Felipe VI se ha quedado tan solo en advertir del peligro de los "populismos" y su vinculación con el descontento: "Los extremismos, los radicalismos y populismos se nutren de esta falta de confianza, de la desinformación, de las desigualdades, del desencanto con el presente y de las dudas sobre cómo abordar el futuro".

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