Manifestantes y policías amanecen exhaustos en el centro del territorio autónomo chino. Durante la noche, la tensión ha alcanzado cotas máximas. La policía de Hong Kong, con uniforme de asalto, ha lanzado gas lacrimógeno, gas pimienta y disparado balas de goma contra los miles de manifestantes. El movimiento pro-democrático 'Ocuppy Central', apoyado por varios partidos políticos y estudiantes, ha tomado el centro financiero de la ciudad, desafiando el poder de Pekín. Quiere elecciones libres para designar al líder de la región. Casi un centenar de personas han sido detenidas durante los enfrentamientos. Los estudiantes, en huelga desde el pasado lunes, mantendrán sus protestas y el movimiento ha comenzado su campaña de desobediencia civil, días antes de lo previsto inicialmente, el 1 de octubre, fiesta nacional de China.

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