Un chalé de lujo en la calle Sauce de Aljaraque, una de las zonas más exclusivas de Huelva, a medio camino entre la capital y Punta Umbría; un apartamento en Monachil, en plena Sierra Nevada; varias naves industriales cercanas al mar, presuntamente empleadas en su día para la guarda y custodia de narcolanchas; una parcela habilitada como hangar para helicópteros y avionetas; un piso en Trigueros; 893.000 euros como el valor de tasación de los coches que en su día se le atribuyeron, así como otros 270.000 por los vehículos aéreos.
Este es el resumen de los bienes que, en virtud de la sentencia dictada por la Sección Primera de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se incautan a Sergio Mora Carrasco, alias Yeyo, a través de la fórmula del decomiso autónomo, un mecanismo pocas veces visto en España que otorga a los tribunales la capacidad de arrebatar las propiedades adquiridas con fondos de ilícita procedencia a personas que se mantienen durante años alejadas de la acción de la justicia, como es el caso del presunto narcotraficante onubense. El fiscal especializado en la materia, Luis Uriarte, miembro de la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, se encargó de impulsar la medida.
Al citado 'pack' que, según la sentencia, deberá pasar al Fondo de Bienes Decomisados del Plan Nacional Sobre Drogas para su subasta o venta en beneficio del Estado, debe añadirse el hotel Hacienda Montija, propiedad que se convirtió en una gran referencia a la hora de organizar toda clase de eventos en la provincia del Sureste de España cuando era administrada por el supuesto capo de la droga que, según diversas fuentes, escapó de la redada ejecutada en octubre de 2017 a bordo de uno de sus helicópteros.
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La historia criminal de Yeyo es larga, según la Policía, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, que ejecutaron la citada redada que desembocó en el juicio de manera conjunta. Fue condenado hace dos décadas por tráfico de hachís, un fallo que acabó siendo revocado en segunda instancia, e investigado por la apropiación de un sumario de otra investigación en la se analizaban sus actividades delictivas. Sin embargo, tras su citada fuga, nunca más se ha sabido de él, aparte de las hipótesis policiales de un probable salto del hachís a la cocaína, con el incremento de beneficios que ello supone, todo ello en la clandestinidad.
El dictamen sirvió, además, para condenar a penas de cárcel a la mayor parte de los procesados, relacionados con lazos familiares, de amistad o como testaferros con Sergio Mora Carrasco. Así, las condenas oscilan entre los cuatro años y siete meses y los tres años y tres meses de prisión, y entre las personas objeto del fallo se encuentran la exmujer, la hermana y la excuñada de El Yeyo. El dictamen también contempla la absolución de tres de los acusados contra los que no se pudieron acreditar las pruebas necesarias, a ojos del tribunal.
Ahora resta la parte más difícil para el Estado: conseguir que todos los bienes inmuebles pasen a disposición pública y puedan ser objeto de subasta. Los abogados de Mora Carrasco y de sus familiares harán lo posible para que eso no sea así, y tienen las herramientas precisas para ello.
Un chalé de lujo en la calle Sauce de Aljaraque, una de las zonas más exclusivas de Huelva, a medio camino entre la capital y Punta Umbría; un apartamento en Monachil, en plena Sierra Nevada; varias naves industriales cercanas al mar, presuntamente empleadas en su día para la guarda y custodia de narcolanchas; una parcela habilitada como hangar para helicópteros y avionetas; un piso en Trigueros; 893.000 euros como el valor de tasación de los coches que en su día se le atribuyeron, así como otros 270.000 por los vehículos aéreos.