LIBREPENSADORES

Síntomas

Antonio García Gómez

"La cultura del alcohol ha provocado desde hace muchos años el fenómeno del botellón. Miles y miles de jóvenes consumen en las calles bebidas alcohólicas que compran en tiendas".

Los síntomas señalan más que probables situaciones de gravedad que asoman, aún por estallar, aunque los síntomas ya van señalando que algo no va bien.

La Audiencia de Vizcaya ha retirado la sanción de 200 euros que la Ertzaintza puso a una menor por practicar botellón en la calle. De ahora en adelante solo "se sancionará a quienes puedan causar molestias por beber en la calle". Como se puede apreciar se "da por bueno o al menos inofensivo la práctica de beber alcohol", y se recoge la sanción a la molestia en la convivencia. Algo es algo, ¿o no?

"La izquierda abertzale reúne a miles de personas en Galdakao por la muerte de Kepa del Hoyo", etarra encarcelado a causa de sus crímenes terroristas y recientemente muerto a causa de un infarto. Cuando aún miles de personas pretenden "culpar" a la sociedad, siquiera a un sector de esa sociedad, de esa lamentable muerte es que algo muy enfermo subyace en una comunidad que se puede y se debe considerar como "muy enferma".

Paralelamente, hace 17 años que fue asesinado por ETA José Luis Korta, empresario que "se negó a pagar el impuesto revolucionario", impuesto por la organización criminal. Los familiares y amigos de Korta han decidido no volver a conmemorar públicamente el asesinato por entender que la sociedad vasca debe disfrutar y lograr una convivencia decente y honorable.

En otro orden, en las últimas fechas, cierta "turismofobia" parece estar "entreteniendo" a ciertas organizaciones juveniles y ¿políticas?, que pretenden molestar, provocar, denunciar y hacer daño en el turismo, a través de organizar presiones, manifestaciones y algaradas, reventones de ruedas de bicis, ataques a autobuses, etc. Todo ello muy reprobable y condenable, sin excusa alguna que justifique su indignación mostrada de esa manera incívica e intolerable.

Cara y cruz

Aunque eso no desdibuje el problema que está planteando ese turismo, algo desbordado, y que por lo visto aún no merece la atención de las autoridades políticas y empresariales cuando resulta que se están disparando, multiplicando los alquileres en los centros de las grandes ciudades, vaciándolos de vecinos, de establecimientos comerciales de barrio, echando a jóvenes, a estudiantes, a gente con pocos recursos... y ¿después qué?

Y todos son síntomas que se menosprecian, mientras la sociedad va variando ¿para bien o para mal?, mientras nadie "responsable" se mueve más allá de las reacciones en caliente contra los más alborotadores, por ejemplo, mientras el mal se extiende bajo la superficie. _______________

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

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