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En efecto, el pulgar hacia abajo no significaba la condena del vencido en el anfiteatro, sino su salvación. De hecho, incluso es también falso que los gladiadores vencidos pagaran con su vida la derrota. Para empezar, habría que distinguir entre profesionales y condenados arrojados al espectáculo como forma de ejecución "divertida". Para los primeros, durante buena parte del Imperio, estuvieron prohibidos los combates sin indulto: formar y mantener a un luchador profesional costaba un buen dinero y los "lanistas" (los propietarios de gladiadores) no estaban dispuestos a que sus inversiones salieran por la puerta de arrastre. Otra cuestión era el destino de los empujados a combatir en la arena por haber sido condenados a ello, por supuesto. Pero esos desgraciados, cual modernos "amateurs", eran desconocidos que no gozaban de fama alguna y, aún menos, contaban con seguidores o auténticos "fans clubs" (¿o sería más apropiado llamarlos "contubernio de fanáticos"?, no sé) como los luchadores de carrera. Pero la iconografía moderna se rige por la estética jolivudiense, qué le vamos a hacer. Hasta el punto de que al gladiador (gladiator, de gladio, un tipo de espada de origen ibérico) ahora se le llama "gladieitor", como si fueran originarios de Sussex u Oklahoma. Bueno, y ¿a que viene este rollo? A cumplir con una de las funciones que al señor Ipiña tanto le gustan de los comentaristas y que él, en sus comentarios, suele cumplir: ilustrar deleitando. Hombre formado, sin duda, pero nuestro Ipiña no tendría futuro alguno como espía. Ha dejado más pistas sobre su identidad que M Rajoy acerca del cobro con sobres. Típico de los vegetarianos.
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Ocultar 2 RespuestasSu identidad como comentarista, voglio dire.
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Santiago Ipiña: Gracias por este original artículo, original sí, desde ese título “Aproximación líquida a ….” , continuando por la estructura e hilo conductor del mismo, así como por el enfoque sobre esa “valiosa información” que se puede obtener a partir de los comentarios y sus valoraciones positivo/negativo.
Gracias también porque a partir de nombrar conceptos (mundo líquido, principio de parsimonia/navaja de Ockham ) y algún nombre como Cantor, todos para mi desconocidos me permite consultar sobre ellos y así conocer, aunque sea someramente, algo más.
Pero especialmente, gracias por (en palabras de M.T) incluirme, tenerme en consideración; en alguna medida me sorprende, verme en ese “agradecimiento”.
El tema de los comentarios con sus valoraciones, me parece muy sugerente, de hecho, muchas veces mantengo diálogos al respecto, conmigo misma , y a veces con otr@s, pero siempre desde el punto de vista de las razones, motivaciones, ideas, aspectos personales, … de l@s participantes.
Por último, estoy de acuerdo en lo del aprendizaje de tod@s, ¡hasta de un@ mism@! y un poco en broma ¡por supuestísimo! ;-) que “de unos más que de otros”.
Saludos muy cordiales.
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Gracias, don Santiago, por invitarnos con este artículo a hablar de la motivación que nos induce a escribirlos. Yo quiero empezar diciendo que creo que todos somos abonados a nuestro digital InfoLibre y ello nos presupone un cierto perfil progresista y un cierto sentimiento grupal frente a la prensa de los poderes fácticos. Dejando de lado algún que otro troll infiltrado, y al Sr galeno1 que nos inunda con sus enlaces que me indigestan y al que invito a que se modere, encuentro que somos una fauna muy variada al opinar, y que a veces se nos calienta la boca, pero que somos sinceros e indicamos lo que creemos y que aunque nos sentimos más afines con los que opinan parecido, siempre nos queda algún poso de los que opinan diferente. Para mí, mis comentarios son una válvula de escape, que me permiten decir lo que pienso, aunque sé que no es de mucho interés para los demás, y por ello evito alargarme. Pero me siento a gusto formando parte de este grupo de InfoLibre. Y de final decir que me gustaría ver pronto a las izquierdas reunidas y activas pués de lo contrario vendrán los macronitos y nos comerán la tostada.
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Ya sé quién es, gracias M. T.
Lo que me sorprende a mí, mucho más que los deditos verdes o rojos son los grupitos y secretismos de estos foros. Da una mala sensación... de personas agazapadas, desconfiadas, con tan poca espontaneidad... se me escapan sus intereses, a qué vienen aquí. Para mí esto solo tiene sentido como un medio para charlar e intercambiar opiniones.
Propongo el tema al señor Ipiña para un próximo artículo.
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Ocultar 2 RespuestasLo de los deditos rojos yo soluciono tomándolos no como un "no me gusta" que tiene sentido de crítica negativa, sino como un "no estoy de acuerdo", que creo que es la causa original que dio lugar a los deditos, luego cada cual que lo utilice como quiera, pero a estas alturas de la vida no me parece que vayamos a ponernos a llorar porque no le gustemos a alguien, es más, a mi me preocupa más gustarle a depende a quien.
Lo de los grupitos es otra cosa, no se puede evitar, cada persona que nos metemos en estos foros tenemos nuestras propias razones, algun@s venimos a debatir, a contrastar opiniones a aprender, conocer otros puntos de vista o a intentar extender un mensaje que nos resulta importante y otr@s a otras cosas. Esto debería ser un foro de debate, pero en realidad es un foro de "mira lo que digo y que bien lo digo"
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Ya que tiene el gusto y la delicadeza de dirigirse a mí en esos términos le diré que no soy la autora del artículo, por si el disfraz de mi nick la llevara a alguna duda o confusión. De lo demás que dice será su problema, si es que lo fuere. El mío no ya que no me doy por sludida en lo que dice. Comento cuando y donde me parece y acerca de lo que considere en cada momento. Por lo demás, encantada de haberla conocido y con toda amabilidad la saludo desde el sentido y ejercicio de libertad, sin ninguna intención de molestarla.
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¿Quién es Santiago Ipiña en los comentarios? No lo identifico, con ese nombre nunca lo he leído.
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Continúo con mi opinión a este artículo de Santiago Ipiña, y perdón por la extensión en este caso:
Hablaba de los retazos de vida y creencias de los que dejamos constancia cuando escribimos: sí, me refiero a filias, o no filias, no diría fobias, visceralidad y automatismos, o por el contrario reflexión, racionalidad, tolerancia o falta de ella ante la disparidad de ideas, ideología, etc.
Por todo ello, mi agradecimiento y felicitación, Santiago, junto a las referencias culturales, parte de tus gustos y educación como bien señalas y por la consideración hacia todos los comentaristas que incluyes. No dejaré de decir que me siento halagada por estar incluida, sin merecerlo, entre ellos. Es una consideración que agradezco. ¡Enhorabuena !. Se agradece tu presencia en estos foros, en Infolibre, como articulista o comentarista. Bienvenido. Un abrazo.
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Felicidades, Santiago: En este lugar de encuentro y debate entre comentaristas de artículos, acabo de leer el tuyo y , si se me permite, doy mi opinión:
Comienzo por una valoración: me ha gustado, y mucho, entre otras razones porque explicitas algunas de las inquietudes que en mi caso, lectora ocasional on line de prensa virtual, no sé si soy muy precisa en los términos, me han suscitado las lecturas de ciertos artículos y comentarios.
Desde esta sintonía con mis intereses detallaré algo más ese gusto por la lectura de tu artículo: Partes del contexto sociológico en que justificas el título y tu aproximación al contenido, el texto en sí, con rasgos de la sociedad vertiginosa actual. No me parece en absoluto volátil ni baladí la diferenciación que estableces entre el lector tradicional de y en papel y el virtual o tecnológico actual, tal vez más superficial por la rapidez, menos profundo, menos exigente y lo traslado de igual modo a comentaristas de artículos: es una sencilla percepción, muy particular, mía. De ahí que tu aproximación a los comentarios on line no la considere " líquida, licuosa o efímera, sin importancia", más allá de lo que percibo de tu modo intelectual de profundizar en cualquier tema, objeto o sujeto de tu interés para ahondar en su conocimiento y tu sentido crítico de cuestionarte tantas cosas.
Al hilo con esta lectura de tu artículo y desde el respeto y consideración hacia todas las opiniones de comentaristas, también me pregunto por el criterio y motivaciones a la hora de valorar un comentario: dedito arriba o abajo, para mostrar su acuerdo o desacuerdo con lo que leen: Mera curiosidad: ¿Responde a sintonía con el articulista, a su interés y profundidad en el tema, a qué grado de conocimiento sobre ese asunto, a la sintonía o falta de ella entre comentaristas por discordancia ideológica, tal vez...? Se me plantean éstas entre otras cuestiones, siempre teniendo en cuenta el poder que ejerce la palabra en la mente, cual piedra en el estanque como diría G. Rodari, y en torno a ella podemos establecer múltiples asociaciones. Algunas de ellas han aflorado en mi mente desde la lectura de tu artículo, sin olvidar los retazos de vida y creencias
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Artículo muy interesante y bastante amena su lectura, Santigo. Muy cierto lo que expones sobre este medio de opinión, el foro, donde se puede contrastar pareceres sin ningún compromiso, salvo el del respeto, ni disimulo ya que ayuda contar con cierta clandestinidad, la que da el propio Nick. Como tú bien dices, muy útil para construir una pequeña red recolectora de información interesante, extraída sin necesidad de encuestas sociológicas y cuyo sesgo sería oportuno comparar con el correspondiente a las entrevistas presenciales. Estoy convencida de que de estos foros los interesados utilizan sustanciosa información para su devenir político, con el fin de conocer la pulsión de buena parte del electorado. Tengo que reconocer que en este digital la mayoría de los comentaristas son excelentes, fuente de conocimiento para muchos de nosotros, incluidos los tuyos que en mi opinión son excelentes, Santiago. Gracias por mencionarme junto con otros comentaristas del foro a quienes admiro. Un abrazo.
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