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Lucía Méndez: "Hay mucha gente en el centroderecha que nunca votaría a Vox"

Sin lugar a dudas, la periodista Lucía Méndez (Palacios de Sanabria, Zamora, 1960) es una de mejores conocedoras de la evolución que ha seguido la derecha en España en las últimas décadas. La periodista de El Mundo se ha encargado, durante años, de la cobertura de las informaciones relativas a la derecha española, que vive una auténtica convulsión en estos últimos meses. Los resultados de las elecciones catalanas han reavivado la crisis en un bloque que ha conocido una decisiva fragmentación desde que Ciudadanos y Vox rompieron el monopolio que ejercía el Partido Popular.

El PP, hoy

"El Partido Popular de Pablo Casado se enfrenta a la mayor de las dificultades que nunca ha tenido desde que Fraga lo creó uniendo los restos de otros partidos del centro derecha español, en el año 1989. Creo que el PP se destruyó en la semana de la moción de censura y, desde entonces, no se ha podido reconstruir. El competidor que le ha salido por la derecha es muy complicado. El resultado de los últimos procesos electorales lo que viene a indicar es que los votantes de Vox, que según todos los estudios son prácticamente los mismos que los del Partido Popular, no dan ninguna señal de querer volver al PP. Yo creo que esos votantes en este momento están cómodos fuera del PP. Por tanto, eso quiere decir que, treinta años después de que José María Aznar reconstruyese el centroderecha español en el PP, ese centroderecha se ha vuelto a fragmentar y hemos regresado a los años 80 y a los tiempos de Fraga".

El cambio de sede

"Cuando Pablo Casado y su equipo ganaron el proceso de primarias lo tenían fácil. Podrían haber dicho: 'Nos vamos de Génova y empezamos un proyecto nuevo'. No lo hicieron. La manera de hacerlo ha sido equivocada. Se ha producido este anuncio al día siguiente de quedarse con 3 escaños en las elecciones catalanas. La sensación que se da con esta decisión es que la dirección del Partido Popular está en pánico. Y en segundo lugar, la tesis según la cual las elecciones catalanas no tienen su traslación a nivel nacional resulta invalidada si tú haces el anuncio más espectacular que has hecho desde que presides el PP. Además, la sede de un partido no es un espacio físico solo, no es un edificio. Tiene un alto nivel simbólico. Lo que está diciendo Pablo Casado es que esta sede es tóxica, corrupta y, por tanto, el pasado del Partido Popular es corrupto".

El PP no hablará más del pasado

"Yo creo que la expresión de 'no vamos a volver a hablar de esto, ni a responder de esto' es una expresión verdaderamente un poco insólita. Primero, porque los dirigentes de un partido político no son los que tienen que decidir de qué hablan. Los periodistas preguntarán. La gente preguntará y preguntarán de lo que quieran y ellos pues a lo mejor no contestarán, pero ese será su problema, que no contesten. Creo que el hecho de que se vayan de Génova no les va a privar en absoluto de tener que responder a las preguntas porque el calendario del PP, el calendario judicial de los exdirigentes del PP es un calendario muy complicado. La dirección del Partido Popular lo sabe. Creo que eso va destinado más bien a decirnos a todos los periodistas: 'No nos preguntéis porque no vamos a contestar'. Pero la expresión de 'no vamos a hablar más', bueno… pues depende".

El PP y sus siglas

"Es un partido relativamente joven, no es como el Partido Socialista, que tiene ciento cuarenta años. El Partido Popular ha tenido mucho poder y es uno de los dos partidos importantes de España. Es la alternativa al Partido Socialista, como el Partido Socialista es la alternativa al Partido Popular. Por lo menos hasta ahora ha sido así. No creo que la dirección del Partido Popular se vaya a cambiar el nombre. El PP tiene una razón social que es la de unir el centroderecha en unas siglas. Renunciar a esas siglas significa renunciar a representar al centroderecha en su conjunto, renunciar a la razón social de ese partido. El antecedente inmediato de renunciar a las siglas, que es el de Convergencia i Unió en Cataluña, ha salido tan mal que ha sido una vacuna para que ningún partido, por muchos problemas que tenga, vaya a refundarse varias veces a lo largo de 30 años".

La encrucijada de Ciudadanos

"Ciudadanos creo que, francamente, se enfrenta a su propia supervivencia. El ejemplo de UPyD está ahí y creo que les debería llevar en mi opinión a hacer una reflexión sobre su propia existencia, sobre su propia supervivencia como partido político en solitario. Creo que, en este momento, Ciudadanos está un poco en shockshock. Habrá que ver lo que hacen los dirigentes regionales que están en los gobiernos con el Partido Popular, que son personas con un cierto liderazgo en sus comunidades autónomas. Es verdaderamente lo más relevante de lo que se pueda producir. Veremos hasta qué punto puede seguir siendo un partido autónomo, como un proyecto autónomo, o el único futuro que a lo mejor puede tener es una confluencia con el Partido Popular de la manera que sea".

La evolución de Vox

"Vox, hoy, es un partido que está de moda. Es un partido que va al alza. Creo que Vox lo único que tiene que hacer es poner la mano para recoger los votos. En este momento, el fenómeno de Vox se parece bastante, en mi opinión, a lo que fue el fenómeno de Podemos. Era un partido que sin hacer, simplemente con existir ya tenía muchos votos, porque tiene los votos del enfado, del descontento. Ese enfado no va a remitir, más bien se va a incrementar. Creo que en la actualidad se ha perdido el miedo al "qué dirán" que podría haber para votar a Vox. Ya no es que nadie se avergüence de votar a Vox, es que la gente presume de votar a Vox. Y hay un salto que todavía no ha dado del todo, aunque hay algún indicio en las elecciones catalanas de que puede darlo, que es su extensión a las capas más desfavorecidas de la población, que han sido votantes tradicionales de la izquierda".

Vox como fuerza hegemónica de la derecha

"Cuando se habla, por parte de la izquierda política, social y mediática, de ultraderecha en términos homologables al resto de Europa, creo que no es aplicable a Vox. Los votantes de Le Pen son distintos de los votantes del gaullismo francés. Los votantes de Salvini son distintos de los de Berlusconi. Los votantes de la extrema derecha alemana son muy distintos a los de la CDU. Pero los votantes de Vox son muy parecidos a los del Partido Popular. Son los más parecidos de Europa entre partidos de la derecha clásica y de la nueva derecha populista o radical. No se puede comparar con Le Pen. Los españoles no han dado nunca a las fuerzas radicales de los extremos la posibilidad de gobernar. Tiendo a pensar que es muy difícil que el partido Vox pueda llegar a tener la hegemonía del centroderecha, porque hay mucha gente en el centroderecha que nunca votaría a Vox".

La unión de las tres derechas

"En este momento, yo no veo posible la confluencia de los tres partidos. Sí que veo alguna posibilidad de que el PP y Ciudadanos alcancen algún tipo de acuerdo para confluir. Las primeras elecciones que tocan son las autonómicas y las municipales. Y ahí, aparte del gobierno de Madrid de Isabel Díaz Ayuso y de Aguado que están todo el día pegándose, el resto de los dirigentes de Ciudadanos que gobiernan con el PP en Andalucía, en Castilla y León, en ciudades como Madrid, tienen una relación muy estrecha. Lo que veo complicado es integrar a Vox ahí en ese proceso. Pienso que Vox, como hizo Podemos también en un primer momento, quiere llegar al final para ver si es posible pasar por delante del PP, en ese famoso sorpasso. Podemos provocó la repetición de elecciones en el año 2016 para verlo y no consiguió el sorpasso. Creo que Vox va a llegar hasta el final para ver si es posible".

Derechas españolistas y derechas nacionalistas

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"Que puedan llegar a volver a entenderse alguna vez creo que depende de que se necesiten. Si se necesitaran seguramente sería posible, porque ideológicamente es evidente que están en términos económicos más cerca del Partido Popular que de la socialdemocracia. En ese sentido, creo que, para que se pueda volver a hacer ese tipo de alianza, aparte de que eso depende de cuáles sean los resultados electorales, sólo depende de que se necesiten. Ahora los catalanes son independentistas, pero han demostrado que si se trata de que les necesiten en Madrid pues son capaces de negociar y de sacarle lo que sea para que los partidos nacionales puedan gobernar. Eso ha sido siempre así y yo creo que eso seguirá siendo siempre así".

Pablo Casado, líder de la oposición

"Pues en este momento, salvo que pasen acontecimientos que no son esperados, yo creo que Pablo Casado llegará a las siguientes elecciones como candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno. En la actualidad, no hay ninguna persona que pueda, o más bien que quiera, disputarle el liderazgo. Los únicos referentes políticos del Partido Popular son los llamados "barones regionales", los presidentes autonómicos, que tienen que hacer frente a sus propias elecciones. En el caso de Alberto Núñez Feijóo, que es la persona a la que siempre se señala como alternativa a Pablo Casado, ya renunció a liderar el PP. En esta situación, no hay nadie interesado de verdad en intentar expulsar a Pablo Casado de la presidencia mediante un golpe palaciego. Además tampoco hay ningún síntoma, ni ninguna señal, ni ningún indicio de que Pablo Casado quiera dejar su puesto, a pesar de los resultados electorales".

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