Arte

Estampa lava su imagen y apuesta por el 'arte múltiple'

Una visitante de la Feria Estampa.

Francisco Chacón

El arte múltiple se despliega en la Nave 16 del Matadero de Madrid, donde ha tomado posiciones Estampa, lejos de la feria del grabado que fue y hoy renovada a golpe de conceptos rabiosamente contemporáneos.

Sesenta galerías (muchas de ellas de primer nivel) ocupan un espacio diáfano donde los coleccionistas campan a sus anchas en esta 22ª edición. Miquel Barceló, como artista invitado, protagoniza el cartel de la cita, presta a agitar el mercado hasta el domingo 12 de octubre con una apuesta que se revela como intermedia en relación a ARCO, que volverá en febrero de 2015.

Pintura, fotografía, escultura, vídeo y diseño en una sucesión de estands conducidos por profesionales tan acreditados como Joan Prats, Juana de Aizpuru, Fernández-Braso, Álvaro Alcázar, Casado Santapau, Moisés Pérez de Albéniz, Miguel Marcos, Pilar Serra, Juan Silió, La Fábrica, Rafael Pérez Hernando, Cayón o BAT Alberto Cornejo.

Selección es la palabra. Y Estampa demuestra que se ha tomado en serio la remodelación, como evidencia un simple por los pasillos. Vemos obras de Calvo, Thomas Ruff, Marina Núñez, José Manuel Ballester, Zush, Jon Mikel Euba, Concha Jerez, Susana Solano, Darío Urzay, Soledad Sevilla y otros.

México desembarca como país invitado en Estampa, mientras los estands de instituciones como la Casa de Velázquez o la Fundación Antonio Pérez completan el panorama expositivo, puesto en pie con el marchamo del rigor.

El director de la feria, José María de Francisco, así lo corrobora en conversación con infoLibre: “Sí, hemos dado una vuelta de tuerca. Pretendemos que el coleccionista privado tenga una relación muy directa con los galeristas, aunque sabemos perfectamente en qué contexto estamos. Tenemos los pies en el suelo”.

Objetivo: pequeños y medianos coleccionistas. “Es una feria montada por comisarios de arte y que busca desarrollar el trabajo de mercado”, recuerda el máximo responsable.

Pero, ¿cómo luchan contra la falta de liquidez actual? “Cuidamos uno a uno a los coleccionistas. Por ejemplo, los localizamos en sus empresas y los asesoramos para que compren. Las obras con un precio superior a 50.000 euros quedan para otras ferias”.

Estampa se abre hueco así en este otoño madrileño en el que la Fundación Mapfre exhibe la primera retrospectiva en España de Stephen Shore. A sus 67 años, el fotógrafo neoyorquino inunda las salas con su estética aparentemente inexpresiva.

Mientras otras ferias incipientes han optado por plantar cara a ARCO en las mismas fechas invernales que la cita capitaneada por Carlos Urroz, en la plaza de Legazpi queda constancia de que había espacio para otro perfil.

Por supuesto que las ventas no están garantizadas, pero las expectativas no son tan malas como cabía esperar y el itinerario por las galerías descubre numerosos puntos rojos (síntoma de que hay operaciones ya cerradas).

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