El juez cita como investigados por malversación a tres directivos del Gregorio Marañón

El titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid ha llamado a declarar el próximo día 18 como investigados –antes denominados imputados– a tres directivos del Hospital Gregorio Marañón de MadridHospital Gregorio Marañón por los supuestos delitos de malversación de caudales públicos y uso arbitrario de derecho propio. Se trata del subdirector de Ingeniería, Jerónimo Vivas Marabel; el jefe de Mantenimiento, Jesús Hualde Peñaranda, y el exjefe del servicio de Obras José Luis Fernández González, según la información a la que ha tenido acceso infoLibre. 

Se da la circunstancia de que la gestión del subdirector Jerónimo Vivas era el objeto de un escrito, presentado el pasado 5 de octubre en el Registro de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, donde otro de los investigados, Jesús Hualde, y dos técnicos más del departamento –la jefa de Obras, Myriam de la Puente Maroto, y José Luis Cantarero Ruiz–, denunciaban diferentes irregularidades. En concreto, sus subordinados aseguraban que Vivas encarga obras sin contrato previo ni presupuesto y retiene facturas “por cientos de miles de euros” a contratistas y proveedores “por motivos desconocidos”. También revelan que el subdirector “margina a los técnicos” y que éstos sufren “persecuciones personales directas e injustificadas”, como adelantó El País el pasado lunes.

Según la información con que cuenta este periódico, la investigación abierta en el juzgado se refiere a la denuncia por el robo de unos correos electrónicos de la jefa de Obras. Esos correos se encontraban en una cuenta personal de un ordenador que no era propiedad del hospital. El PC fue retirado por los informáticos del hospital de la mesa de Myriam de la Puente durante cinco días. Cuando le fue devuelto, ella comprobó que habían desaparecido una serie de correos que probaban los problemas de relación de la trabajadora con sus jefes. El supuesto robo se produjo el pasado mes de mayo, cuando el hospital abrió unas diligencias previas informativas tras denunciar ella las tensiones sufridas en el departamento. Después de prestar declaración las partes implicadas, la dirección del centro archivó el expediente.

Preguntados por infoLibre, los responsables del hospital han declinado hacer comentario alguno sobre la demanda judicial. Se ha limitado a indicar que no abrirá ningún tipo de investigación –“acción o instrucción”– al respecto, por tratarse de “una denuncia a título personal, fuera del ámbito de lo contencioso-administrativo”. Este periódico ha intentado sin éxito ponerse en contacto tanto con el subdirector cuestionado como con el resto de los implicados.

En el escrito enviado al Registro de la Consejería de Sanidad, los tres jefes de ingeniería se quejan del “secretismo y manipulación” con que Jerónimo Vivas trata al personal. Según explican, prohíbe a los técnicos y jefes de sección tratar con contratistas, consultores y proveedores, tampoco les permite acudir a los centros periféricos donde se están realizando obras, o revisarlas. Además, le acusan de “opacidad” porque no les informa sobre los contratos y las obras en curso, y les oculta los presupuestos. Así, los denunciantes consideran que sus competencias les han sido “sustraídas”, por lo que temen las posibles “responsabilidades legales” en que pudieran incurrir en razón de su puesto.

Los tres jefes de ingeniería se refieren al hecho de que, según destacan en su escrito, el subdirector encarga obras sin contrato ni presupuesto previos. Después se niega a reconocer que el trabajo se ha realizado y la deuda contraída, que se queda sin documentar, añaden. También dicen que retrasa sin motivo justificado la tramitación de esa deuda. Por lo que son muchos los proveedores perjudicados. Nominalmente al menos, los responsables son los tres mandos intermedios que denuncian haber sido apartados de sus funciones.

Contratos troceados

Otras fuentes consultadas por este periódico apuntan que en el departamento se adjudican obras a dedo a determinados contratistas, fraccionadas para que no superen el límite legal de 50.000 euros y no tengan por tanto que salir a concurso. La Ley de Contratos del Sector Público prohíbe trocear un contrato para disminuir su cuantía “y eludir así los requisitos de publicidad o los relativos al procedimiento de adjudicación que correspondan”. Además, según las fuentes, se utilizan contratos de mantenimiento para ejecutar obras integrales.

Es lo que ocurrió, por ejemplo, con los trabajos realizados en el Instituto Provincial de Rehabilitación. En el caso de la reforma integral de la UCI del Gregorio Marañón, las obras se efectuaron en agosto de 2015, pero los contratos para ejecutarlas, fraccionados, no se formalizaron hasta octubre. Los proyectos para las obras de sectorización y pintura del Instituto Oftálmico se pagaron dos veces, en 2013 y 2014, repartidos en tres contratos menores. Esos proyectos los firmó un arquitecto técnico, Juan Carlos Bueno Caballero, a quien se ha pagado con facturas mensuales que rozan pero nunca alcanzan los 18.000 euros, el límite legal para los contratos menores de servicios.

La dirección del hospital tampoco ha querido comentar ninguno de estos detalles sobre la gestión de los contratos en el departamento de Ingeniería.

Un arquitecto técnico externo

Según la información a la que ha tenido acceso infoLibre, en febrero de 2014 la Intervención General de la Comunidad de Madrid pidió al hospital una copia del contrato suscrito con Bueno Caballero, así como un detalle de los honorarios o tarifas que éste cobraba. La dirección del Gregorio Marañón contestó entonces que no podía entregar tal copia porque no existía el contrato. “No existe una necesidad de asistencia técnica definida por una previsión de actuaciones futuras de obras, ya que éstas han ido surgiendo por necesidades puntuales establecidas en diferentes momentos del año”, justificaban los responsables del centro hospitalario. “Se han ido solicitando sus servicios”, añadían, “por imperativos de ejecución para dar solución a diferentes requerimientos de acondicionamiento o reforma”.

Los honorarios enviados incluyen siete facturas, de febrero a noviembre de 2013, por importes de entre 13.043,86 euros y 17.909,32 euros. Juan Carlos Bueno también trabajó para Jerónimo Vivas cuando éste ejercía como director de Ingeniería del Hospital Universitario de Getafe. “Las facturas que presentaba son la suma de muchas obras”, explica a infoLibre el arquitecto técnico, “he hecho unas 83 obras al año para el Gregorio Marañón, desde cambiar inodoros y pintar despachos hasta la fachada del pabellón docente”. Son más de la mitad de las aproximadamente 150 obras que, según dice, ejecuta el hospital cada ejercicio. Bueno Caballero trabajó desde 2011 hasta mediados de 2015 para el Gregorio Marañón, y lo dejó porque el exceso de trabajo terminó poniendo en peligro su salud. 

El técnico niega que su contratación en el Gregorio Marañón tenga relación alguna con el hecho de que conociera al subdirector de Ingeniería de su paso por el Hospital Universitario de Getafe. “Llegué al Gregorio Marañón antes de que Jerónimo Vivas fuera nombrado [en 2012]”, indica. “Y si me contratan”, añade, “es porque tengo cierta reputación, tras muchos años de trabajar para hospitales y cientos de ambulatorios”. Juan Carlos Bueno, en cambio, no quiere “entrar” en por qué este centro, u otros de la Comunidad de Madrid, le llaman a él para hacer obras en lugar de encargárselas a sus propios técnicos.

También resalta que su actividad y facturación era “chequeada”. “Todos los años la Intervención elaboraba un informe”, señala. Sus tarifas equivalen a un 8% del presupuesto de cada obra, la mitad por el proyecto y la otra mitad por la dirección de obra. “Eso es un 20% por debajo de lo normal, que es un 10%”, asegura Juan Carlos Blanco.

El comité pide la dimisión de la directora gerente

No es éste el único problema que debe afrontar la dirección del Gregorio Marañón. El comité de empresa ha pedido reiteradas veces la dimisión de la directora gerente, María Codesido López, por la “alarmante” falta de personal y de recursos materiales, y el consiguiente deterioro de calidad asistencial que, a su juicio, sufre el hospital. Los representantes sindicales culpan de esas carencias a las “decisiones que, de manera precipitada y contundente, está tomando la actual directora, en contra de la opinión de las jefaturas del hospital”. “Está cancelando todas las reformas previstas y presupuestadas por la anterior gerencia, todas ellas necesarias para el correcto funcionamiento” del centro, denuncian.

Tras realizar una concentración a las puertas del hospital el pasado 29 de septiembre e iniciar una campaña de recogida de firmas para pedir la dimisión de María Codesido, el comité explicó que está a la espera de un informe “urgente” sobre el centro prometido por el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, el pasado mes de abril.

EL GREGORIO MARAÑÓN NO RESPONDE

infoLibre envió el pasado miércoles al gabinete de comunicación del Hospital Gregorio Marañón un correo preguntándole sobre la demanda en el juzgado por la que van a declarar como investigados tres de sus directivos y por el escrito que los técnicos del Departamento de Ingeniería presentaron en el Registro de la Comunidad de Madrid donde denunciaban irregularidades en la gestión de su responsable.

En concreto, este periódico le preguntó sobre las obras de la UVI del hospital, que se realizaron en agosto de 2015 pero los contratos, fraccionados, no se formalizaron hasta octubre.

También le preguntó por los contratos de los proyectos de las obras del Instituto Oftálmico, que se pagaron dos veces.

El juez investiga a tres directivos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid por malversación y cohecho en la reforma de la UCI

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Y por las del Instituto Provincial de Rehabilitación, que pese a tratarse de obras integrales, se realizaron usando contratos de mantenimiento.

Además, se le indicaba, el departamento ha utilizado el fraccionamiento en contratos menores, en este caso por menos de 18.000 euros al tratarse de un servicio, para pagar los servicios de un arquitecto externo, Juan Carlos Bueno, que antes trabajaba para Jerónimo Vivas en el hospital de Getafe.

La dirección del hospital no ha contestado a ninguna de estas cuestiones. Tampoco a las acusaciones de sus tres técnicos tal y como las detallaron en el escrito enviado al Registro de Sanidad.