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El clima entra en campaña en el Reino Unido

Boris Johnson en una imagen de archivo. a la salida de Downing Street.

Las elecciones anticipadas del 12 de diciembre bien podrían ser las primeras elecciones climáticas en la historia de Reino Unido. En este inicio de campaña, junto con el Brexit y el sistema de salud pública, el calentamiento global se sitúa a la cabeza de las preocupaciones de en torno a un tercio de los británicos.

Según la empresa de encuestas YouGov, la primavera pasada se produjo un punto de inflexión en la opinión pública, tras las primeras ocupaciones de calles en Londres por parte de activistas medioambientales de Extinction Rebellion (XR). “XR ha logrado llamar la atención de los medios de comunicación sobre el clima como ninguna otra organización lo ha hecho antes”, asegura Simon Youel, portavoz de Labour for a Green New Deal, un movimiento nacido en marzo de 2019 en las filas del Partido Laborista, aunque dicen estar más inspirados en el movimiento Sunrise de Estados Unidos que por Extinction Rebellion.

La estrategia de XR, que se basa principalmente en ocupaciones pacíficas en las calles y detenciones policiales, es objeto de muchas críticas. Las acciones llevadas a cabo el 17 de octubre por los miembros de Extinction Rebellion en el metro de Londres, en tres lugares de la red de transporte público de la capital en una hora punta, provocaron ira y desaprobación, incluso en el seno del movimiento. Sin embargo, esta “rebelión por la vida” y contra el riesgo de extinción de la especie humana recibe cada vez más apoyo.

El redactor jefe de The Lancet, una de las revistas médicas más respetadas del mundo, se unió recientemente a Extinction Rebellion. “La crisis climática es una crisis existencial a la que nos enfrentamos en el mundo de hoy. Los médicos y los trabajadores sanitarios tienen la responsabilidad, si no la obligación, de participar en todo tipo de acciones no violentas para el clima. Es nuestro deber”, señalaba Richard Horton en un vídeo el 25 de octubre en apoyo de los médicos de XR.

Docentes con RX, Ingenieros con RX, Escritores con RX... Extinction Rebellion ahora tiene representantes en muchos sectores de actividad y en diferentes grupos de edad. Algunos expolicías les dieron apoyo muy público y activo el mes pasado.

Por ejemplo, John Curran, un exinspector de Scotland Yard, fue arrestado por las fuerzas de seguridad durante la rebelión de mediados de octubre. El rabino de la Sinagoga Reformada de Finchley, Jeffrey Newman, de 77 años, también se ha puesto en la primera línea de las ocupaciones de carreteras públicas. Fue arrestado el 14 de octubre en la ciudad. Ese mismo día, a seis kilómetros de allí, bajo las ventanas de la reina, frente a las puertas del Palacio de Buckingham, una docena de jubilados y jubiladas proclamaban el lanzamiento de XR Grandparents [abuelos].

Paul Chatterton, profesor de Geografía de la Universidad de Leeds y especialista en desarrollo urbano sostenible, señala que la fuerte identidad visual de XR, con un reloj de arena negro sobre fondo verde como logotipo y sus mensajes muy directos, son poderosos activos. "Pegué una pegatina XR en mi portátil”, explica. “Es una forma de iniciar conversaciones sobre la emergencia climática, conversaciones que la gente prefiere evitar y que, de otro modo, no hubiera tenido”, añade.

Desde principios de año, este profesor y activista medioambiental también ha notado que las autoridades locales están mucho más abiertas a ideas radicales sobre la transición ecológica, empezando por Leeds, la antigua ciudad industrial del norte de Inglaterra donde Paul Chatterton enseña y vive.

En marzo, esta ciudad de Yorkshire, de unas 800.000 personas, fue una de las primeras en adoptar una declaración de emergencia climática y comprometerse con el balance cero en emisiones de carbono de aquí a 2030. En julio, la universidad siguió su ejemplo y, en diciembre, finalizará una importante consulta pública realizada a lo largo de tres meses que permitirá obtener una serie de recomendaciones.

Leeds forma parte de la primera ola de declaraciones de emergencia climática en el Reino Unido. Desde la primavera pasada y las primeras ocupaciones de Extinction Rebellion en Londres, el ritmo se ha acelerado. Hasta la fecha, más de un centenar de autoridades locales del Reino Unido han emitido declaraciones de emergencia climática y ciudades de todos los tamaños han respondido al llamamiento.

En el sudeste de Inglaterra, Jenny Andersson contabiliza 40 municipios que han dado la voz de alarma, es decir, las tres cuartas partes. Este especialista en la transformación de empresas y organizaciones a modelo de desarrollo sostenible es consciente de que el camino hacia la descarbonización del país en poco más de una década, con el que se han comprometido estas ciudades, sigue estando lleno de obstáculos.

“La dificultad es que estas pequeñas ciudades no tienen la experiencia necesaria y presentan dificultades para decidir qué acciones tomar primero para reducir las emisiones de CO2 de las que son responsables”, advierte el director de We Activate The Future. Para acelerar el cambio, Jenny Andersson trabaja con tres municipios desde el verano pasado.

La transición ecológica podría dar un salto adelante si el Partido Laborista volviera al poder después de las elecciones del 12 de diciembre. Junto con la lucha contra la pobreza, el New Deal Verde, adoptado en el congreso anual del laborismo del pasado mes de septiembre, es la piedra angular de la plataforma electoral del principal partido de la oposición.

La semana pasada, John McDonnell, jefe de asuntos económicos del equipo de Jeremy Corbyn y defensor de Extinction Rebellion, comprometió una inversión de 250.000 millones de libras esterlinas (292.450 millones de euros) en 10 años para aislar las viviendas e impulsar la producción de energía renovable.

En las filas conservadoras, Boris Johnson es consciente de la desventaja con que parten en el frente ecológico en esta campaña, especialmente entre los votantes jóvenes. A principios de este mes, el primer ministro británico intentó reverdecer la imagen de los tories imponiendo una moratoria a la extracción de gas de esquisto en Inglaterra, con efecto inmediato. Ya está prohibida en Escocia.

Esta decisión es consecuencia de un informe del organismo regulador del petróleo y del gas. La Autoridad de Petróleo y Gas ha estudiado la actividad sísmica reciente cerca de un yacimiento en Lancashire donde se practica la fracturación hidráulica. El Gobierno concluyó que no podía "excluir otras consecuencias inaceptables para la población local".

Obviamente, esta suspensión no equivale a una prohibición. La oposición laborista no ha tomado en serio el inesperado anuncio de Boris Johnson y lo tilda de oportunismo electoral, por lo que parece muy improbable que el electorado de entre 18 y 24 años, que según la empresa encuestadora YouGov, sitúa el clima a la cabeza de la agenda política junto con el Brexit, dé sus votos a los conservadores por esta simple moratoria.

En este punto de la campaña, Bob Ward, director adjunto del Grantham Institut sobre cambio climático y medio ambiente, es cauteloso sobre el lugar que ocupará el clima en relación con el sistema de salud pública, la economía y el Brexit. También cuestiona la ventaja que el Green New Deal pueda dar al Partido Laborista sobre los conservadores.

“El objetivo del Partido Laborista de descarbonizar la economía para 2030 es más ambicioso que el de los conservadores [que se comprometieron a 2050 con Theresa May en el Ejecutivo]. Pero se plantea la cuestión de la factibilidad y entonces será necesario esperar a la publicación de los programas detallados para comparar los compromisos de las dos partes principales”, agrega.

Por el momento, Boris Johnson no da la impresión de querer ir demasiado lejos en este terreno. El Partido Conservador no ha respondido al llamamiento de los laboristas, demócratas liberales e independientes escoceses para que se celebre un debate dedicado exclusivamente a este tema, probablemente por temor a no defender los muy malos resultados de su partido en la lucha contra el calentamiento global.

La estrategia de evasión del líder conservador, si se confirma, puede que no pase desapercibida. Un portavoz de Extinction Rebellion, Rupert Read, anunciaba la semana pasada 12 días de movilización a partir del 1 de diciembre. “Estas elecciones deben ser elecciones climáticas”, justificó. “El Parlamento que se elegirá el mes que viene se reunirá potencialmente durante los próximos cinco años, un período crucial para reducir las emisiones de CO2”.

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  Traducción: Mariola Moreno

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