Los diablos azules

Escrito en el cielo

Portada de Escrito en el cielo.

Martín Casariego

Madrid lleva siglos siendo una de las grandes ciudades literarias del mundo. Ya lo era, tras convertirse imprevistamente en la capital de un imperio, cuando en 1641 el ecijano Luis Vélez de Guevara publicó El diablo cojuelo. En esta obra, un estudiante libera a un diablo, y éste, agradecido, le lleva volando por Madrid, mostrándole lo que sucede bajo los techos de sus casas.

 

Si cito esta obra es porque es una aproximación a una parte de lo que significa la literatura: mostrar por medio de la imaginación lo íntimo, lo que está oculto. Y porque eso es lo que pretendíamos con Escrito en el cielo: a través de 154 fragmentos de relatos y novelas ya publicados, de otros tantos escritores, mostrar la vida de una ciudad, la interior y la exterior, la íntima y la pública, su aspecto, su evolución, su historia, las oportunidades que brinda, los espectáculos que ofrece, sus cafés, estadios, museos, restaurantes, bares, calles, las dichas y desdichas de sus moradores o de sus visitantes ocasionales.

Si el Madrid del Siglo de Oro, y el del XIX, e incluso el del XX hasta los años setenta, ya está suficientemente documentado, nuestra idea fue el de "ponerlo al día", ocuparnos de lo reciente, lógicamente menos explotado. Las primeras elecciones democráticas tras el franquismo, en 1977, y la FIL de Guadalajara, en 2017, con Madrid como invitada de honor, nos daban un marco de cuatro décadas: en ese periodo debían haber sido publicados los textos a seleccionar. Se dice, por redondear, que la dictadura de Franco duró cuarenta años. Fueron algunos menos, pero se hicieron muy largos; ahora sí que llevamos cuarenta años de democracia, de creación en libertad, que se han hecho muy cortos, y en los que se ha vivido una auténtica explosión de la literatura a través de ese vehículo tan rico y privilegiado como es el idioma español. Para ello, por supuesto, había que contar con escritores españoles y latinoamericanos. Y la Feria de Guadalajara regalaba la ocasión perfecta, al unir América y Madrid, ciudad que es el puente natural entre las dos orillas.

Queríamos también que ese retrato múltiple, referido exclusivamente al Madrid contemporáneo, el de los siglos XX y XXI, estuviera ilustrado con fotografías, que ampliaran su atractivo y riqueza visuales.

Y, sobre todo, que, aunque hecho de fragmentos, pudiera leerse de una forma continuada, que tuviera un hilo narrativo, y que no se limitara a una sucesión de retazos fuera de contexto, sin hilvanar. Que se leyera, en fin, como una novela. La única solución posible era, nos pareció, ordenar los textos según el del tiempo en ellos narrado, empezando así con Alfonso XIII y terminando en nuestros días, y ofreciendo de este modo la evolución histórica, urbana y de usos y costumbres de la ciudad y de nuestro país. También consideramos oportuno, para situar esos fragmentos, hacer un resumen de las novelas o relatos de los que estaban entresacados.

Pretendimos además que fuera un libro abierto, como lo es Madrid, que hablara de su visión imaginada en la literatura, no en cierto tipo de literatura. Y es así casi un catálogo, una radiografía de cuarenta años de narrativa en español, a través de esos 154 fragmentos sobre la capital de España, verdadera protagonista de estas páginas, que no habrían podido haber visto la luz sin los escritores, y, en su caso los herederos, que cedieron gustosos sus textos para algo que no era, en ese momento, sino un trazo en el aire, ni siquiera aún escrito en el cielo .

*Martín Casariego es escritor y coeditor, junto a Antón Casariego y Fernando R. Lafuente, de Martín CasariegoAntón CasariegoFernando R. LafuenteEscrito en el cielo. Madrid imaginada en la literatura (1977-2017) (Alfaguara, 2017). 

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