La ONU denuncia el desplazamiento de beduinos en la expansión de Israel

La Agencia de la ONU para los refugiados de Palestina (UNRWA) y el coordinador de Actividades Humanistarias y de Desarrollo de la ONU para el territorio palestino ocupado, Robert Piper, han pedido este miércoles el "cese inmediato" de los planes del Gobierno de Israel de desplazar a los palestinos beduinos que habitan en la ciudad de Jerusalén.

Esta reivindicación nace tras la visita de diplomáticos de hasta 17 países europeos –entre ellos España– a la comunidad beduina del barrio de Abu Nuwar, muy próximo a Jerusalén Este, área de influencia del Estado de Israel. De hecho, según los representates de la ONU, Abu Nuwar ha sufrido recientemente "demoliciones y confiscaciones por parte de las autoridades israelíes".

Llegado este punto, el pasado 6 enero 26 palestinos –entre ellos 18 niños y cuatro personas con discapacidad– tuvieron que desplazarse como consecuencia de la destrucción de sus barrios y sus hogares. En los días siguientes, advierte la UNRWA, las autoridades del Estado de Israel continuaron su ofensiva confiscando ocho refugios residenciales financiados por donativos de personas que quisieron dar respuesta humanitaria a las demoliciones.

"Llegamos a Abu Nuwar para escuchar de primera mano lo que los residentes han vivido, y nos fuimos con una voluntad fortalecida", reivindica el coordinador de Actividades Humanitarias y Desarrollo de la ONU para el territorio Palestino, Robert Piper.

La comunidad internacional "ve como una violación del derecho internacional y un obstáculo para llegar a la solución de la creación de dos Estados", anuncia UNRWA en motivo de "la expansión de asentamientos de las autoridades israelíes" en la ciudad de Jerusalén. 

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La agencia dependiente de la ONU también denuncia que "una reubicación forzada de las comunidades beduinas amenazaría su cultura y sus medios de vida". Algo que ya ocurrió en los años noventa, cuando "perdieron sus fuentes de ingresos y su tejido social se vio dañado de forma severa".

"Estoy una vez más profundamente alarmado por presenciar las intenciones de Israel de expulsar a los refugiados beduinos palestinos de sus hogares, destruyendo sus medios de vida y su cultura. Los niños de estas comunidades no deberían estar experimentando el trauma del desplazamiento que ya experimentaron las generaciones anteriores", dijo Felipe Sánchez, Director de Operaciones de UNRWA en Cisjordania.

"Esta destrucción de la propiedad y la negación de la asistencia de los donantes con fondos a las comunidades palestinas más vulnerables es inaceptable", reiteró Robert Piper. "Según el derecho internacional, Israel no puede obstruir la ayuda y presionar a los residentes a abandonar sus hogares. La comunidad internacional debe garantizar que los planes para trasladar a estas comunidades sean denegados si lo que se pretende es proteger la solución de dos Estados", destacó para finalizar el Coordinador de Actividades Humanitarias y Desarrollo de la ONU para el territorio Palestino ocupado.