El presidente del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha descrito este martes como "catastrófica" la situación a la que hacen frente los civiles en la Franja de Gaza, en el marco de su
visita al enclave palestino.
Según ha informado la agencia palestina de noticias Maan, Maurer ha prometido que el CICR continuará apoyando a los que más sufren a causa de la situación, afirmando que ha tenido "una buena conversación" sobre ello con el jefe del
Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Yahya Sinwar.
"Creo firmemente que el mundo debe prestar más atención a la situación aquí: apoyar más
una solución política al conflicto palestino-israelí y, francamente, apoyar más generosamente a los que más sufren", ha dicho Maurer en un breve comunicado publicado por el CICR.
Por su parte, Hamás ha publicado un comunicado tras la reunión en el que ha destacado que Sinwar y Maurer han hablado del bloqueo israelí y
"el sufrimiento de los prisioneros palestinos", entre otros temas.
Fuentes palestinas citadas por Maan han asegurado que Maurer ha pedido a Sinwar que se p
ermita al personal del CICR visitar a los israelíes retenidos por el grupo islamista en la Franja de Gaza.
Las autoridades israelíes denuncian que
Hamás retiene a Abera Mengitsu y Hisham Shaabam al Sayed, así como los cuerpos de los soldados Hadar Goldin y Oron Shaul, muertos durante la
Operación Margen Protector en 2014.
Tras su encuentro con Sinwar, Maurer se ha reunido con el
presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en lo que ha definido como "un encuentro positivo sobre el trabajo del CICR sobre los problemas humanitarios que afectan a los palestinos".
La situación en la Franja de Gaza ha empeorado en los últimos meses a causa de la
crisis energética, que ha reducido sustancialmente las horas de servicio diario, provocando además numerosos apagones.
El coordinador de Asistencia Humanitaria de Naciones Unidas para los Territorios Ocupados Palestinos, Robert Piper, alertó en junio sobre las
"desastrosas" consecuencias de una mayor reducción del suministro eléctrico a la Franja de Gaza, describiendo la situación como "una disputa interna palestina".
"Un incremento de la duración de los apagones podría llevar a un
colapso total de los servicios básicos, incluyendo servicios fundamentales a nivel de salud, agua y sanidad", indicó en su comunicado.
"La población de Gaza no debe ser hecha rehén de esta
prolongada disputa interna palestina", manifestó, reclamando a la Autoridad Palestina, Hamás e Israel que pongan por encima de todo el bienestar de la población.
Es curioso. Un Estado creado para reconfortar a un pueblo perseguido se convierte en perseguidor. Además, en la práctica, es un estado confesional dominado por ultraortodoxos judíos que lleva muchos años sin cumplir las resoluciones de la ONU. No lo entiendo.
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