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¡Insostenible!

No incineren ni el sur de Madrid ni España

Incineradora de Sant Adrià.

Alberto Rosado del Nogal

Incinerar residuos –pese a las creencias de algunos representantes políticos– no significa poner fin al ciclo de la gestión de la basura sino, por el contrario, es el inicio de un nuevo problema al que no se le trata como tal. En los últimos meses la Plataforma contra el proyecto de incineradora de residuos en la Mancomunidad Sur de Madrid ha intentado ponerse en contacto con los responsables tanto de la Mancomunidad (David Lucas, del PSOE) como de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid (Jaime González, del PP) para detener un proyecto que agravaría, aún más, las consecuencias de contar ya con uno de los vertederos más grandes de España como el de Pinto. Los esfuerzos han sido en vano y todas las partes responsables derivan su responsabilidad, valga la redundancia, a otros actores. Mientras tanto los y las vecinas del sur ven como la ejecución de este proyecto podría atraer más vertederos ilegales, contaminación en su aire, olores desagradables, ineficacia energética y riesgo para su preciada zona natural: el Parque Regional del Sureste.

Pudiera pensarse que el sur de Madrid solo pretende librarse de este desgraciado “mal necesario” pero, nada más lejos de sus intenciones, esta plataforma trasciende su territorio y lanza la siguiente pregunta: ¿Qué hacer con la basura? De nuevo los responsables políticos encienden solamente las luces de cruce. El largo plazo queda relegado a la sociedad civil que no entiende la dejadez política –y técnica– de las administraciones públicas. Ante el surgimiento de un problema siempre hay dos opciones: o parches temporales o cambios sistémicos. Argumenta la derecha que “todo aquello que funciona, déjese como está”. No sin razón en pequeñas excepciones, aunque con preocupante conformismo en la mayoría de ellas. Sin embargo, al enfrentarse a la realidad de los residuos, es evidente que el planteamiento del siglo pasado ya no funciona. El parche temporal es seguir almacenando o quemando, pero ha de tenerse en cuenta que por cada elemento incinerado, uno nuevo deberá fabricarse con nuevas materias primas y nuevos procesos de extracción, procesamiento, producción y transporte.

¿Es esto lo más eficaz? La reducción, el reciclaje, la reutilización, el compostaje o el diseño industrial ecológico pudieran sonar –para algunos– a términos deseables pero irrealizables cuando, en el fondo, es más bien lo contrario: deseablemente realizables. Según Eurostat [1] en el año 2013 España llevó a vertederos o plantas incineradoras el 70% de los residuos municipales, contrastando con países como Alemania (35%), Dinamarca (56%), Bélgica (45%), Países Bajos (50%), Austria (41%) o Suiza (49%). La media europea se encontraría en el 57%. Y si se atendiera solo al dato de residuos urbanos llevados a vertederos, España se situaría con un 60% mientras que Bélgica, Suecia, Alemania o Países bajos no superarían el 1%. Datos que evidencian no solo el retraso técnico –derivado de posiciones inmovilistas– en la eficacia del tratamiento de residuos, sino la escasa capacidad política para abordar cuestiones ambientales de una manera inteligente.

 

Grafico 1

 

Graf 2

La gestión de los residuos apunta, una vez más, al modelo de país al que España aspira. Uno caduco basado en políticas lineales, es decir, con un principio y un fin que ignora que los recursos son finitos y que los territorios locales —al igual que los terrestres— poseen límites que no deben sobrepasarse. El otro, simple pero trascendentalmente, incorpora esta dimensión a sus políticas. Esto significa que deja de mirar el dedo para mirar a la Luna o, dicho de otra manera, responde al problema desde su raíz. La política debe parar de comportarse como un mero escurridor de problemas para el siguiente ejecutivo o la siguiente generación y, parte de la solución, pasa por la denuncia de su absoluta incompetencia para resolver problemas que, ya hoy en día, tienen una solución realizable, probada y evaluada satisfactoriamente. ¿Por qué continuar remando contracorriente? Sumémonos a la economía circular y a los residuos cero. Es más inteligente, eficaz y sostenible. No incineren el sur de Madrid. Ni tampoco España.

[1] Véase el informe de Eurostat en este enlace

Por su interés reproducimos la moción tipo presentada por otros ayuntamientos y también por el Grupo Municipal Vecinas y Vecinos de Torrejón de Velasco para su debate y aprobación en sesión plenaria, al amparo de lo establecido por la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases de régimen local y el Real Decreto 2568/1986, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales (art. 97.3).

  Moción de rechazo a la propuesta de la Comunidad de Madrid de instalar una planta incineradora de residuos en la Mancomunidad del Sur

Exposición de Motivos:

El vertedero de Pinto es uno de los más grandes de la Comunidad de Madrid. En funcionamiento desde 1986, recibe anualmente más de 700.000 toneladas de residuos provenientes de los 71 municipios que comprenden la Mancomunidad del Sur, entre ellos Torrejón de Velasco, más los municipios adheridos y no mancomunados que también hacen uso de la instalación, sumando más de 2.000.000 de habitantes . Algunos de ellos están situados junto a la provincia de Ávila, a más de 90 km de Pinto.

Los vertederos suponen un perjuicio por diversas causas: frecuentes malos olores, plagas de insectos y otros vectores biológicos de enfermedades, proliferación de gran número de vertidos ilegales alentados por la cercanía del vertedero, ruido y deterioro de los caminos vecinales por el ingente trasiego de camiones y, por supuesto, grave contaminación del suelo y del aire , cuyas consecuencias para nuestra salud, después de haber estado expuestos a ella durante más de tres décadas, son impredecibles.

Por si estos graves perjuicios para la habitabilidad no fueran suficientes, en el “ Documento preliminar para la definición de la Estrategia de Gestión Sostenible de los Residuos de la Comunidad de Madrid 2017-2024 “, se puede comprobar la clara intención de construir una Incineradora en la Mancomunidad de municipios del Sur de Madrid. El documento deja claro que la línea propuesta para el nuevo plan de residuos urbanos es la “valorización energética”, eufemismo utilizado cuando en un proceso de combustión se convierte parte de la energía térmica en energía eléctrica. Sin embargo, esta recuperación energética tiene muy poca eficiencia (20-25%) debido a la naturaleza de los residuos sólidos urbanos. Además de la baja eficiencia, el coste de la energía eléctrica producida en la incineración es el más alto en comparación con el resto de tecnologías de generación eléctrica. Además, la Directiva 2008/98/CE de 19 de noviembre de 2008 sobre los residuos, especifica en su artículo 4 la jerarquía de los residuos, que servirá de orden de prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos. La valorización energética aparece en penúltimo lugar, sólo por delante de la eliminación de los residuos.

En cuanto a la ubicación exacta prevista para esta nueva incineradora, a la vista de los “criterios ambientales para la ubicación de instalaciones” recogidos en el “Documento Inicial Estratégico” del mencionado documento de la CdM, todo apunta a que el lugar elegido va a ser el vertedero de Pinto, bien en los terrenos correspondientes a nuestro término municipal, o bien en los de Getafe (recordemos que la última de las sucesivas ampliaciones de este vertedero se extiende ya a Getafe). Tal y como se indica en la página 29 del documento, para la ubicación de las nuevas instalaciones relacionadas con la gestión de los residuos se fomentará y se dará prioridad a suelos degradados o contaminados, y emplazamientos en los que existen o han existido instalaciones para el tratamiento de residuos, lo que no deja lugar a dudas sobre la pretendida idoneidad de los terrenos donde se encuentra el vertedero de Pinto.

De ser así, esta incineradora estaría ubicada en el corazón del Parque Regional del Sureste, un enclave de gran valor natural y paisajístico.

Nuestro municipio ya sufre las consecuencias de estar situado en las proximidades de una incineradora.

Valdemingómez se encuentra a casi 28 km de distancia, lo que ocasiona que uno de los vientos dominantes habituales de la zona, el noreste/suroeste, pueda traer hasta nuestro municipio compuestos orgánicos volátiles y otras sustancias tremendamente nocivas. Tampoco podemos olvidar la quema de residuos de la cementera de Portland Valderrivas situada en Morata de Tajuña, a 33 Km de Torrejón de Velasco.

Según un informe elaborado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, la incidencia de la mortalidad por cáncer en la población residente en un radio de cinco kilómetros en torno a una incineradora se incrementa en un 84% en el caso del cáncer de pleura, un 24% en el cáncer de vesícula, y un 21% en el de la leucemia. Otros estudios internacionales determinan una relación directa entre los humos generados por las incineradoras de residuos y la mortalidad infantil por cáncer, los nacimientos prematuros y el bajo peso en recién nacidos.

Existen otros estudios que demuestran que los niveles de dioxinas en las proximidades (4 km) de las instalaciones son más de cuatrocientas veces superiores a los del suelo urbano, y muestreos realizados en la incineradora de Valdemingómez en 2001 revelaron que las emisiones de dioxinas y furanos superaban en un 1480% el límite máximo permitido.

Desde hace tiempo se vienen proponiendo nuevas incineradoras con tecnologías relativamente recientes y poco experimentadas, por ejemplo, la pirólisis o la vitrificación por plasma, cuyos impactos son esencialmente los mismos: perjudican a la salud pública, al medio ambiente y al clima, resultando además muy costosos en su construcción y mantenimiento , lo que implica por un lado unos aumentos más que notables en las tasas de basuras que pagan los ayuntamientos y por extensión los vecinos y por otro lado, unos tiempos de amortización que pueden alargarse hasta 30 años. Es decir, el municipio que acoja una incineradora en su término municipal tendrá garantizada esa fuente de contaminación durante todo ese tiempo y difícilmente podrá llegar a aplicar sistemas de gestión basados en la reducción, el reciclaje y el tratamiento de los residuos. Por tanto, nuestra postura debe ser clara en este aspecto, posicionándonos en contra de la instalación de cualquier clase de tratamiento térmico de residuos, sea la tecnología que sea, ya que en todos los casos se generan compuestos mucho más tóxicos que los residuos originales.

La incineración de residuos es, en resumen, costosa y poco eficiente, tiene unos periodos de amortización

excesivamente largos, aumenta los costes de gestión, que repercuten en los ciudadanos vía tasas municipales,  entre un 19% y un 29% y además genera muy poco empleo: apenas la mitad de los puestos de trabajo que genera el sistema actual.

Sabemos que la actual situación de los vertederos es insostenible y que el nuevo plan tiene que ir encaminado a su estancamiento y posterior eliminación, pero no podemos aceptar que la solución sean las incineradoras.

Por todo ello, el Grupo municipal de Vecinas y vecinos de Torrejón de Velasco, presenta para su aprobación al Pleno del Ayuntamiento de Torrejón de Velasco los siguientes:

ACUERDOS:

1. Instar a la Comunidad de Madrid a retirar de la estrategia de Residuos 2017-2024 cualquier referencia a la construcción de una planta incineradora de residuos en la Mancomunidad del Sur.

2. Expresar el rechazo frontal de este Pleno municipal a la construcción de una incineradora de residuos, cualquiera que sea la tecnología elegida para quemar residuos, en el término municipal de Pinto o su área de influencia.

3. Solicitar la adhesión de todos los grupos municipales a la Plataforma ciudadana contra la incineradora recientemente creada.

¿Se preocupa la ciudadanía española por el medio ambiente?

En Torrejón de Velasco, junio de 2017

Actualización: David Lucas finalmente ha accedido a reunirse con la Plataforma para tratar la cuestión, tras haber hecho pública su negativa

--------------------------------------Alberto Rosado del Nogal es doctorando en Ciencias Políticas por la UCM

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