¡A la escucha!

Cuento de Navidad

Helena Resano nueva.

Dickens habría hecho una auténtica fantasía de estas Navidades. Le habrían sobrado dos fantasmas para contar su famoso cuento de Navidad: el de las navidades pasadas y el de las futuras. Con el de las presentes tenía más que suficiente, se habría hecho el cuento entero viendo lo que nos hemos complicado la vida y lo que nos han complicado la vida para poder celebrar una cena y una comida.

Llegar hasta hoy ha sido una locura. A muchos les ha costado varias negociaciones familiares, reuniones por videollamada para exponer las posturas, varias broncas de pareja, cesiones, pruebas carísimas de covid-19 y largas esperas, en la calle, en el coche, en el tren. Todo para una cena y una comida. Y todo, porque el día de hoy se llama 25 y no 15. Y todo porque se apellida diciembre y no enero.

Sí, el fantasma de las presentes ha tenido para él solo toda una semana de tramas y subtramas, enredando a los actores principales con salvoconductos, restricciones, autorizaciones para poder entrar o salir. Lo tenía todo: el villano, el cómplice, los secundarios, el hada madrina y el pobre protagonista a punto de enloquecer porque cada día había una nueva norma que lo cambiaba todo. Las horas pasaban, la cena se acercaba y todavía no sabía con quién iba a cenar, dónde y qué. La intriga ha estado asegurada hasta el final. Incluso queda un último acto que, ése sí, ése nos va a sorprender a todos.

El fantasma de las navidades pasadas ha tenido amago de entrar en escena. Se le invocaba una y otra vez para explicar la locura de estos días, el afán por salir sí o sí fuera. Pero, muy inteligentemente, ha preferido mantenerse este año en un segundo plano, sin hacer mucho ruido. ¿Para qué? El de las futuras en cambio, simplemente se ha sentado a mirar cómo se desarrollaban los acontecimientos. Sabe que por mucho que hiciera, tenía la partida ganada. Las presentes van a tener un papel estelar, no este año, sino en los próximos. Durante mucho tiempo va a volver a las conversaciones y el recuerdo de todos los que nos ha tocado vivirlas así, sin ver a los nuestros. El fantasma de las navidades presentes se ha asegurado un papel principal en nuestras vidas. Pasarán años y no olvidaremos estos días.

Especialmente los camioneros, los que se han quedado atrapados en la frontera del Eurotúnel. Su fantasma se cumplió: querían llegar a casa por Navidad y les ha sido imposible. A ellos hoy les dedico hoy esta columna y mi recuerdo. Hemos hablado mucho de los sanitarios durante esta pandemia y poco de los que han logrado que ni en el peor de los momentos, cuando a todos nos entró una fiebre por comprar, nos faltara lo imprescindible, incluido el dichoso papel higiénico. Durante la pandemia hicieron kilómetros y kilómetros para llegar con todo. Y estas Navidades también. Cayendo en la ratonera que ha supuesto el cocktail del Brexit y la nueva variante británica del covid-19. Ellos han tenido su particular fantasma de las Navidades. Así que sólo deseo que vuelvan pronto a casa. Merecen descansar. ¿Al resto? Al resto Feliz Navidad. Primera prueba superada. Ya sólo queda el segundo round.

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