Acoso laboral

Inspección de Trabajo acusa a El Corte Inglés de trato “abusivo y autoritario” a un empleado en un centro de Tarragona

Una de las tiendas de El Corte Inglés.

"Nos han quitado las ganas de vivir y la ilusión por seguir luchando." Las palabras pertenecen a Pedro Aramburu, empleado de El Corte Inglés, y están contenidas en la denuncia que presentó ante la Inspección de Trabajo en calidad de víctima de acoso laboral en su puesto de gerente de planta del centro de Tarragona, un maltrato que le ha llevado a sufrir problemas psicológicos que le han conducido a una baja médicay que incluso le obligó a salir en ambulancia de su puesto de trabajo.

Aramburu es un empleado con 29 años de antigüedad en El Corte Inglés. Comenzó su carrera en Madrid, y posteriormente estuvo trabajando en centros como los de Mallorca, Pamplona o Sabadell, hasta que hace cuatro años llegó a Tarragona para hacerse cargo de un puesto de gerente de planta. Fue ahí donde comenzaron las situaciones de acoso, según cuenta Carlos Fernández, portavoz de un colectivo de "familiares y amigos" en apoyo del trabajador, que explica que la situación ha llegado a un límite que ha afectado a la salud de Aramburu y le ha provocado una baja en la que se encuentra ahora mismo inmerso.

El pasado mayo, la Inspección de Trabajo de la provincia de Tarragona dictó un oficio en el que acusaba a El Corte Inglés de permitir un ejercicio "abusivo y arbitrario" de sus atribuciones al director y la subdirectora del centro de la capital catalana, Valentín Muñoz y Catalina García. Este informe señalaba la existencia de una segunda infracción: el incumplimiento por parte de la empresa de su "deber de garante de la seguridad y salud" de Aramburu, que en la actualidad se encuentra de baja a causa del maltrato al que fue sometido en su puesto. Estas vejaciones, según el empleado, incluyeron durante cuatro años la "humillación constante" y en público, la "restricción de los medios necesarios para el desempeño del trabajo" o la "negación de permisos".

No contrastó la versión

Fue el 27 de febrero de este año cuando comenzaron a a producirse los hechos más graves. Según consta en la denuncia que presentó el trabajador ante la Inspección de Trabajo tarraconense, ese día Aramburu mantuvo una fuerte discusión con la subdirectora de su centro, Catalina García, a raíz de un desacuerdo en la realización de una tarea. La bronca fue subiendo de tono y, tras amenazarle con sanciones disciplinarias, García trató de echarlo de su despacho, ante lo cual Aramburu asegura en su denuncia comenzó a sentirse mareado y fue trasladado a la enfermería del centro

Posteriormente, debido a una fuerte subida de tensión, el empleado tuvo que ser trasladado en ambulancia a un hospital, y días después debió ser puesto en tratamiento psiquiátrico por los hechos, por lo que desde entonces se encuentra de baja médica. Para más inri, El Corte Inglés lo sancionó por estos hechos con una suspensión de 16 días de empleo y sueldo, tal y como refleja el oficio de Inspección de Trabajo, que critica que la compañía en ningún momento escuchó la versión de Aramburu, sino que asumió sin ningún tipo de contraste la de sus jefes.

Esta sanción, a cuyo contenido ha tenido acceso infoLibre, fue remitida por burofax al trabajador tres semanas después de su ingreso médico y el mismo día, el 20 de marzo, en el que presentó su denuncia ante la Inspección de Trabajo. En ella, El Corte Inglés acusa a Aramburu de haber faltado al respeto de forma "grave" a Catalina García, así como de haber "desobedecido una orden directa suya para abandonar su despacho", tras la acalorada discusión que ambos mantuvieron.

En este sentido, la empresa aseguraba en la sanción que había optado por la penalización menos dura dentro de las que correspondían a las faltas muy graves gracias a la "trayectoria profesional" de Aramburu, así como al "hecho de ser la primera vez que se incurre en este tipo de actuaciones". No obstante, la empresa amenazaba veladamente con la posibilidad de un despido si hechos similares volvían a ocurrir.

"La empresa, ante el supuesto concreto de la salida en ambulancia del centro de trabajo de uno de sus trabajadores y una posterior baja médica, debió conocer o cuanto menos razonablemente sospechar que la baja por enfermedad del trabajador pudiera deberse a una situación de estrés o violencia en el trabajo", denuncia por el contrario Inspección de Trabajo, que afirma que "no obstante, la empresa, en lugar de llevar a cabo una investigación exhaustiva de los hechos [...] impuso al señor Aramburu una sanción [...] sin haberlo entrevistado ni a él ni a ningún posible testigo".

El Corte Inglés asegura haber "presentado alegaciones"

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"La dirección de la empresa asumió como propia la versión de la señora García [la subdirectora] y el señor Neira [el jefe de personal del centro de Tarragona]", abunda en este sentido el informe. Este diario trató de obtener la versión de El Corte Inglés sobre este incidente y el informe de la Inspección de Trabajo, pero la única respuesta que recibió fue que la empresa ha "presentado alegaciones" contra este documento que, según insistió en varias ocasiones una portavoz, "no es una resolución". infoLibre pidió conocer el contenido de estas alegaciones, pero la empresa se negó a facilitarlo.

La versión de Aramburu, por contra, quedó reflejada en su denuncia sobre este episodio, un documento en el que acusa a la subdirectora Catalina García de acusarle de hacerlo "como siempre todo mal”, así como de no enterarse "de nada" y de afirmar a gritos, según avanzaba la discusión, que no lo aguantaba más. Las acusaciones del empleado se consideran probadas por la Inspección de Trabajo, que en su informe sostiene que nueve compañeros de Aramburu certificaron por escrito –hasta 13 lo hicieron de forma verbal– "haber presenciado episodios de menosprecio o reprimendas" con "gritos, chillidos o injurias en voz alta", así como haber oído frases como "no te enteras", "todo lo haces mal" o "haces lo que te da la gana".

El informe también "considera probada una relación de causalidad entre el incumplimiento negligente de las obligaciones de El Corte Inglés en materia de seguridad y salud y la baja médica del trabajador", por lo que Inspección de Trabajo inició el procedimiento para imponer a la compañía una sanción consistente en aumentar las prestaciones recibidas por Aramburu en un 30%. Los informes médicos avalan su actuación: en un principio, la baja fue tramitada como una contingencia común, pero el 20 de marzo –18 días después de iniciarse el período de incapacidad– la doctora que atendió a Aramburu cambió la calificación a "contingencias profesionales", según explica el informe.

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