XIX Congreso Nacional del PP

La presentación de dos listas al Comité Ejecutivo complica la integración posterior que prometen Santamaría y Casado

Casado, Maillo y Santamaría en sus escaños del Congreso.

Una de las palabras más repetidas en las últimas semanas en el Partido Popular es "integración". La pronuncian ambos candidatos a liderar el partido. Soraya Saénz de Santamaría, para apelar a la unidad antes del congreso, para que haya una lista única. Y, si no es posible, pues no cierra la puerta a que los equipos puedan colaborar a posteriori. Pablo Casado, por su parte, dice que ya la ha practicado con los dirigentes que quedaron fuera de la batalla en la votación del 5 de julio. Pero que la seguirá practicando si gana el próximo sábado. Todo esto es lo que ambos defienden sobre el papel. Porque, en la práctica, todas las fuentes consultadas hacen hincapié en la dificultad de esa "integración". Los dirigentes más pesimistas llegan a calificarla de "imposible".

No sólo se someten a votación los candidatos. Estos tienen que presentar dos listas para que los compromisarios voten en el congreso: 35 vocales del Comité Ejecutivo Nacional y 30 para la Junta Directiva Nacional. Entre los primeros ha de estar el futuro número dos del partido. Así lo establecen los estatutos: "El secretario general del partido será nombrado por el Comité Ejecutivo, a propuesta del presidente, de entre los miembros elegidos para este órgano por el congreso del partido".

En las últimas semanas ambos candidatos no han cerrado la puerta a ubicar a sus rivales en el segundo escalón de poder del partido, en la Secretaría General. Esta opción pierde fuerza en el momento en el que se mantienen las dos candidaturas. "No parece muy lógico que Casado o Santamaría incluyan en respectivas listas de vocales al otro candidato o a integrantes del equipo rival. Después del sábado no hay integración que valga, al menos en los puestos relevantes", defiende un líder regional en conversación con infoLibre.

Las últimas horas pueden cambiar los planteamientos iniciales de los candidatos. Pero la intención de Casado, según fuentes de su equipo, es "que el organigrama q facilite permita la máxima integración". En principio, pues, esto conduce a pensar que el candidato, como mucho, avanzará al plenario quién le acompañaría como número dos.

¿Qué pasa con el Comité de Dirección?

Junto al secretario o secretaria general, el comité de dirección del partido, al órgano de estricta confianza del líder del PP, lo integran un coordinador general, los vicesecretarios y los portavoces parlamentarios en Congreso, Senado Senadoy Parlamento Europeo. Estatutariamente no existe la obligación de comunicar estos nombres en el cónclave, aunque, por ejemplo, Rajoy sí lo hacía los días previos. Tampoco están incluidos necesariamente entre los vocales que se someten a votación con cada candidatura.

En un congreso en el que está habiendo mucha tensión entre ambos bloques sería complicado, siempre según las fuentes consultadas, que los miembros más significados de la candidatura rival fuesen a ocupar un puesto en el Comité de Dirección del otro candidato en el supuesto de perder. "Es una cuestión de confianza no es tan sencillo integrar de un día para otro a gente a la que no consideras próxima", dice un diputado.

"La integración puede ser permanente, pero es más difícil integrar después que antes", subrayan desde el equipo de Santamaría. Desde su candidatura no descartan que la exvicepresidenta del Gobierno sí desglose el que sería su núcleo duro de poder en el PP. Una forma de intentar captar a los compromisarios indecisos que esperen a escuchar a los candidatos para decantar el sentido de su voto.

La "integración" de los ministros rivales de Santamaría

A la espera del congreso y de las semanas posteriores, cuando de verdad se podrá medir si esa integración es tal, Casado sigue presentándose como elemento aglutinador de los rivales a Santamaría. Ya obtuvo el respaldo de Cospedal el lunes, en un desayuno informativo. Y este jueves intentará escenificar que los exministros de Rajoy críticos con Santamaría, el llamado G-8, están con él. Será en una comida en el reservado de un restaurante madrileño, el Jai Alai, a las 14.00 horas. Hace unos días también coincidieron allí la la secretaria general y el candidato.

Se espera que estén la propia Cospedal, José Manuel García-Margallo, Isabel García Tejerina, Rafael Catalá, Juan Ignacio Zoido, Dolors Montserrat y José Manuel Soria, entre otros.

¿Y Feijóo?

Muchas miradas están puestas estos días en el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El hombre llamado a suceder a Rajoy, que optó al final por no presentarse, podría avanzar el sentido de su voto este miércoles o jueves, según señalan en su entorno. 

No obstante, sectores del PP destacan que el líder de los conservadores gallegos estaría midiendo los riesgos de comprometerse con un anuncio de este tipo porque tiene algunas provincias bastante divididas en sus apoyos. 

"A nosotros, Feijóo, neutral ya nos suma. Y a favor, pues suma más", destacan desde el equipo de Pablo Casado, restando peso a lo que pueda decir. "Todo el mundo en el PP sabe que no puede apoyar a Soraya Sáenz de Santamaría", añade un compromisario que se declara partidario del exvicesecretario recordando que la filtración de las imágenes publicadas por El País en las que aparecía Feijóo junto al contrabandista Marcial Dorado se atribuye al entorno de la exvicepresidenta en connivencia con los servicios de inteligencia. En sus años en La Moncloa, Santamaría tuvo bajo su competencia al Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

A la espera de un gesto de Feijóo –o de su silencio– destacados dirigentes del PPdeG dieron un paso al frente a favor de Casado en las redes sociales. Fue el caso de Diego Calvo, presidente del PP de la provincia de A Coruña, y de Rosa Gallego, portavoz en el Ayuntamiento de A Coruña.

 

 

Por su parte, el presidente del PP de Ourense, Manuel Baltar, ya mostró su apoyo a la exvicepresidenta.

 

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En todo caso, los fieles a la vicepresidenta mantienen que en sus cuentas han tomado con cautela los datos que les llegan de Galicia a sabiendas de que es un territorio complicado para ellos. No ocultan que el PP gallego "está dividido" y "está habiendo presiones".

En la última semana, los candidatos se han volcado en Madrid. Y en la capital será el cierre de ambas campañas. La exvicepresidenta estará en Puente de Vallecas, el distrito madrileño donde mejor resultado obtuvo el 5 de julio: 83 votos, frente a 25 de Casado.

El exvicesecretario, por su parte, estará en el centro de Madrid, en la terraza de una cafería del Paseo de Recoletos. En la primera ronda, Casado arrasó en los distritos en los que tradicionalmente el PP es más fuerte a nivel electoral.

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