28A | Elecciones generales

Sánchez quiere dar protagonismo en las listas a los ministros para alentar la movilización en favor del PSOE

Pedro Sánchez es recibido con aplausos por los miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE. En la imagen, entre otros, Patxi López, Abel Caballero y Guillermo Fernández Vara.

Fernando Varela

No es ningún secreto que en el grupo parlamentario socialista no abundan los sanchistas de la primera hora. Más bien todo lo contrario. La mayoría abrazaron con entusiasmo la operación que acabó provocando su dimisión en octubre de 2016 y aceptaron sin dificultad facilitar con su abstención la investidura de Mariano Rajoy.

La victoria de Pedro Sánchez en las primarias de 2017 y su posterior elección como presidente del Gobierno sirvieron para cerrar filas y acallar la mayoría de las voces críticas. Ahora, por primera vez desde que volvió a la Secretaría General, Sánchez tiene las manos libres para diseñar las listas a su medida. Y nadie espera resistencia por parte de las federaciones territoriales, allí donde todavía mandan los críticos con Sánchez —Aragón, Castilla-La Mancha y Andalucía—, más allá del descontento personal que alguno de los afectados pueda sentir cuando se vea excluido de las candidaturas o relegado a los últimos puestos.

Hay consenso en que, pase lo que pase, los diputados críticos más significados, como el expresidente José María Barreda y la exportavoz Soraya Rodríguez, se quedarán fuera. A la dirección no le gustó nada que alzaran la voz contra Sánchez en el momento más delicado de las negociaciones con la Generalitat en busca de apoyo para los Presupuestos.

Pero más allá de esos nombres todo son especulaciones, porque el proceso no ha hecho más que empezar. En el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo, donde también se sientan algunos destacados socialistas que en el pasado se mostraron muy críticos con Sánchez, como la exsecretaria de Organización con Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano.

Está por ver hasta dónde abre el partido la mano para que en el grupo estén presentes otras sensibilidades. Pero lo que sí es seguro es que el presidente quiere un grupo cohesionado y leal.

Preguntado al respecto, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, recordó que será la Comisión Federal de Listas —que preside él mismo y que en la práctica responde a la voluntad de la actual dirección— “la que hará la valoración que tiene que hacer de acuerdo con sus competencias y funciones”, pero dejó claro que la composición de los grupos del Congreso y el Senado es responsabilidad de la dirección federal. Y la Ejecutiva espera que las federaciones territoriales respeten ese criterio igual que se respeta, recordó, cuando lo que hay que elegir son las listas autonómicas o municipales. Estos serán “los criterios”, así que la dirección no espera ningún problema, ni siquiera en territorios como Andalucía, que en las autonómicas borró de las candidaturas a los sanchistas.

Ayudará, sin duda, que el PSOE cumpla sus expectativas y supere el centenar de escaños, una veintena más que en la actualidad. “Espero que haya mucha renovación”, bromeó Ábalos, “porque esperamos conseguir bastantes más diputados de los que tenemos y eso sin duda es la mejor renovación que podemos ofrecer”.

Lo que es seguro es que los ministros, ninguno de los cuales es diputado —los que lo eran renunciaron al escaño en aplicación del principio de dedicación exclusiva impuesto por Sánchez cuando llegó a la Presidencia—, tendrán puestos destacados en las listas. Quizá incluso la exministra de Sanidad Carmen Montón, obligada a renunciar al cargo después de que se conociese que había plagiado un trabajo universitario que había presentado como propio, pero muy apreciada por sus comoañeros y por el propio Sánchez.

El único límite a la presencia de ministros será el criterio de las federaciones y, lógicamente, la disposición personal de los miembros del Gobierno, lo que significa que los que quieran presentarse tendrán la oportunidad de hacerlo. Y casi todos quieren. Todo el mundo apuesta por Carmen Calvo por Madrid, con Pedro Sánchez. Y es seguro que acompañada por Fernando Grande-Marlaska. Isabel Celaá parece fija por alguna de las provincias vascas, igual que María Jesús Montero por Sevilla. Dolores Delgado mostró su disponibilidad en público el pasado viernes y José Borrell medita si encabeza la candidatura al Parlamento Europeo. Meritxell Batet es la apuesta por Barcelona.

“Entendemos que es un valor tener en la candidatura a quien ha estado en este Gobierno. Es un Gobierno muy querido por la militancia socialista, muy querido”, subrayo Ábalos este lunes tras la reunión de la Ejecutiva Federal. Y el PSOE espera que su presencia en puestos destacados de las candidaturas provoque “mucha movilización”. “Nosotros estamos muy satisfechos del Gobierno del PSOE, muy satisfechos. Y por eso creemos que [para estar en las listas] es un magnífico aval haber formado parte” de él. Sobre eso, insistió, “hay un consenso amplio en toda la organización”.

El número tres del PSOE tiró de manual para describir los criterios para la elaboración de las listas: “Todas las propuestas de las federaciones serán tenidas en cuenta”, pero “vamos a procurar tener las mejores candidaturas, las que más puedan representar el proyecto” que ha defendido el Gobierno. “Y las personas que lo han liderado, que han tenido una presencia significativa en el mismo, que tienen popularidad, que conectan con la sociedad, son con las que hay que contar”.

El calendario

Más allá del trámite formal para el candidato a la Presidencia —Sánchez será proclamado sin más trámite el próximo lunes—, para elaborar las candidaturas provinciales, tanto al Congreso como al Senado, el procedimiento empieza ya, con la convocatoria de las asambleas locales que deben proponer nombres a los órganos provinciales.

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Tienen de plazo hasta el 3 de marzo, y será después de pasar el filtro de las organizaciones provinciales y regionales cuando lleguen a la Comisión Nacional de Listas, que tiene previsto reunirse el 14 y 15 de marzo. Esa será la hora de la verdad: lo que decida esa comisión —controlada por la dirección del partido— difícilmente se moverá cuando sea sometido el domingo 17 de marzo a aprobación definitiva por parte de la Ejecutiva y el Comité Federal, órganos que también deben pronunciarse sobre las candidaturas del 26 de mayo: municipios de más de 50.000 habitantes, autonómicas y europeas. Con una sola excepción: la candidatura de Madrid, pendiente de un proceso de primarias aún en marcha, será aprobada posteriormente a esa fecha por la Comisión Federal de Listas sin tener que pasar por el Comité Federal.

Quienes estuvieron presentes en la Ejecutiva socialista de este lunes aseguran que el ambiente general es de satisfacción y de confianza. En esos términos, de entusiasmo por la labor realizada y de esperanza en las posibilidades electorales que se abren, discurrió la intervención de Pedro Sánchez. La ovación cerrada que le dedicaron al final los miembros de la dirección certificó que el clima político dentro del PSOE vive uno de los mejores momentos de los últimos años.

Este mismo martes, a las 12 de la mañana, el propio Pedro Sánchez protagoniza el acto de presentación en Madrid de la precampaña.

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