Crisis del coronavirus

Madrid recurrirá al traslado forzoso de sanitarios contratados por el covid-19 para llenar la plantilla de su nuevo hospital de pandemias

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a la diputada conservadora Ana Pastor, durante la visita a las obras de construcción del nuevo hospital “Enfermera Isabel Zendal”, en Valdebebas.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ya tiene un plan definido para llenar de profesionales el nuevo hospital milagro del que presume diariamente la presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Este miércoles, la Consejería de Sanidad se sentó con los sindicatos y colectivos médicos en una nueva reunión de la Mesa Sectorial. El cónclave sólo tenía un punto del día: la puesta en marcha del Enfermera Isabel Zendal, que lleva semanas en el centro del debate político regional. Bajo el brazo de los directores generales de Infraestructuras y Recursos Humanos, el plan diseñado por el Gobierno madrileño para dotar al centro del personal necesario para su funcionamiento. Una estrategia en la que se contempla un traslado forzoso de aquellos efectivos contratados con motivo de la crisis sanitaria “en caso de que no existan suficientes profesionales voluntarios y no se cubran la totalidad de los efectivos necesarios”. Algo que no ha gustado nada a los sindicatos y asociaciones profesionales. “Es necesario dotar al hospital de personal propio y que, en caso de desplazar personal de los actuales hospitales, se sustituyan todos y cada uno de ellos”, sostienen desde la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid.

El documento comienza recordando que el Real Decreto-Ley 29/2020 de medidas urgentes en materia de teletrabajo y recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud permite “adscribir transitoriamente a personal facultativo de cualquier especialidad y personal de enfermería de Atención Primaria” a prestar servicios “en otros hospitales, centros de atención primaria u otros dispositivos sanitarios”. Y explica que el Isabel Zendal nace “con un carácter polivalente y versátil” para poder “adaptarse y dar solución” a cualquier “necesidad asistencial sanitaria” que “se requiera”. Es decir, con una visión “de apoyo y soporte”. “En consecuencia, la apertura y puesta en funcionamiento requiere dotarlo de los profesionales necesarios para garantizar la actividad asistencial que en cada momento se defina en función de las necesidades”, completa el texto. Para ello, se definen cuatro unidades multidisciplinares asistenciales que se requieran para ir activando en cada momento: hospitalización convencional, cuidados intermedios, cuidados intensivos y de apoyo y servicios centrales.

Los sindicatos calculan que para poner en marcha un centro de estas características, con más de un millar de camas, resultan necesarios unos 3.000 trabajadores. Sin embargo, las alarmas se dispararon cuando la presidenta madrileña deslizó que no serían nuevas contrataciones. Este miércoles, los interrogantes sobre las intenciones del Ejecutivo regional quedaron finalmente resueltos. La Consejería de Sanidad, como ya había dejado entrever, quiere que los sanitarios procedan de otros centros de la región. Y para ello se recurrirá, en primer término, a los movimientos voluntarios. “Mediante la convocatoria correspondiente, se abrirá un procedimiento de adscripción voluntaria, que las gerencias publicarán en los tablones de anuncios de los centros sanitarios, en la intranet del propio centro, así como en cualquier otro medio que permita su difusión, para que el personal estatutario, laboral o funcionario, fijo e interino, de las categorías que se determinen, pueda solicitar su adscripción temporal”, se explica en el documento que se ha trasladado a los colectivos profesionales.

Con las solicitudes recibidas, cada gerencia remitirá a la Dirección General de Recursos Humanos un listado de participantes. En este sentido, y aunque no viene recogido en el texto presentado en la Mesa Sectorial, la presidenta madrileña hizo referencia la pasada semana a la puesta en marcha de un plan de incentivos para facilitar lo que denominaron como “reorganización de efectivos”. “Yo aseguro a todos los ciudadanos que el Hospital Isabel Zendal se estrenará en muy pocos días con todos los equipamientos técnicos y humanos”, señaló Díaz Ayuso cuando se le preguntó por la desastrosa entrevista en Telemadrid en la que terminó diciendo que a un líder del Ejecutivo regional no se le puede preguntar por los recursos humanos que se destinará a una materia tan importante como la sanidad en un escenario de pandemia. Desde la oposición se criticó con dureza el anuncio de la puesta en marcha de un nuevo hospital sin llevar a cabo las contrataciones necesarias. “Ya veremos si estas medidas son incentivadoras o coercitivas”, decía la portavoz de Más Madrid, Mónica García, en una entrevista reciente en infoLibre.

Pero el documento también contempla una segunda vía a seguir en el caso de que los profesionales rechacen realizar esa “actividad complementaria” de la que la semana pasada también hablaba el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Si no hay voluntarios suficientes para cubrir todas las necesidades, se recurrirá directamente a los profesionales sanitarios que fueron contratados de forma temporal como refuerzo para hacer frente a la crisis sanitaria. Esos mismos cuya renovación estuvo en un limbo una vez superada la primera ola y cuya ampliación de contratos tuvo que asumir finalmente el Ejecutivo regional –no todos, no obstante, se prolongaron finalmente– tras una enorme presión de los sindicatos y colectivos sanitarios. En este sentido, se podrá poner en marcha una suerte de traslado forzoso que, en el documento puesto sobre la Mesa Sectorial, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso rebaja con la expresión “proceso de adscripción directa”.

“Esta dirección general, teniendo en cuenta que se reasignará la actividad necesaria covid-19 al nuevo hospital, podrá poner en marcha un proceso de adscripción directa que, conforme a los establecido en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos, afectará a los profesionales de las distintas categorías que han sido contratados como consecuencia de la pandemia”, recoge el plan de Sanidad. Para ello, se trasladará a la gerencia de los centros el número de profesionales que deben facilitar al Isabel Zendal. A la hora de seleccionar a los sanitarios, se atenderá a la “menor antigüedad” en el centro de origen donde prestan servicio actualmente. “En este supuesto, las gerencias publicarán en los tablones de anuncios de cada hospital la relación del personal contratado por covid-19, con su antigüedad”, completan desde el departamento dirigido por Ruiz Escudero.

El Ejecutivo madrileño no especifica la duración de estos traslados. Ni siquiera da una aproximación. “Tiene carácter temporal y durará el tiempo necesario para atender las necesidades asistenciales por coronavirus del Hospital Enfermera Isabel Zendal, pudiendo ser rescindida en cualquier momento de cambiar las circunstancias que dieron origen a las mismas”, contempla el plan elaborado, que también establece que todos estos profesionales continuarán percibiendo sus retribuciones del centro de origen del que dependerán orgánicamente a pesar de que funcionalmente estarán bajo el paraguas del nuevo centro. Y tampoco hace siquiera una estimación de cuántos profesionales tendrá que detraer del resto de hospitales del Servicio Madrileño de Salud. En este sentido, se calcula que como mínimo serán necesarios tres millares. Otros cálculos duplican, incluso, esa cifra. En el Ramón y Cajal, por ejemplo, tienen algo más de 5.200 profesionales para controlar unas 900 camas. En el Hospital La Paz, con algo más de 1.200, desempeñan sus labores casi 7.400 trabajadores.

“No a la adscripción forzosa”

En las últimas semanas, antes incluso de que trascendiera el plan de la Consejería de Sanidad madrileña, los profesionales mostraron su absoluto rechazo a un posible “traslado forzoso”. De hecho, el pasado viernes delegados del Sindicato de Enfermería Satse de los cinco principales hospitales de la región entregaron en la Presidencia de la Comunidad de Madrid más de 6.000 escritos en contra de que se recurriera a dicha estrategia. Sin embargo, el Ejecutivo regional ha hecho oídos sordos a las peticiones con un plan que fue duramente criticado por sindicatos y asociaciones del sector. Desde Amyts no dudaron en manifestar su más “absoluto rechazo”. “Entendemos que, si se derivan pacientes covid, en su lugar entrarán otros, necesitando la misma plantilla y, por tanto, su obligada sustitución. […] Es necesario dotar al hospital de personal propio y que, en caso de desplazar personal de los actuales hospitales, se sustituyan todos y cada uno de ellos”, apuntó el colectivo. Una línea desde la que insistieron también en UGT. “No podemos estar de acuerdo en parte con la forma y por supuesto no en el fondo, no a la adscripción forzosa”, sostuvo el sindicato en un comunicado.

Tampoco desde la oposición ven con buenos ojos la propuesta. Mónica García, portavoz de Más Madrid, considera que el documento presentado “confirma” que el Ejecutivo madrileño “no tiene, ni ha tenido, ningún plan de recursos humanos que cubran las necesidades que tiene cualquier hospital y mucho más uno de estas características”. “Se confirma que la prioridad de la señora Ayuso era darle contratos a las constructoras y ya, secundariamente, casi como atrezo, cubrirlo con profesionales”, sostiene en conversación con este diario. “Nos vuelve a dejar en un panorama de desvestir un santo para vestir un plató de televisión, que es el de la señora Ayuso”, completa.

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Díaz Ayuso, cuya gestión ha sido más que cuestionada durante todos los meses —y ya van ocho— de pandemia, hizo el anuncio de la construcción del nuevo hospital en el mes de mayo a través de una entrevista concedida al diario El Mundo. "En otoño habremos levantado un hospital que tendrá mil camas que estarán siempre en funcionamiento, pero que se irán destinando a las epidemias que puedan ir viniendo, del covid o de la gripe, para que no se congestionen los hospitales", dijo. Hacía entonces tres días desde que la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, dimitiera. Lo hizo porque no compartía la decisión de solicitar al Gobierno el paso a la Fase 1 de la desescalada. El escándalo fue tal que Ayuso contrarrestó el golpe con el anuncio estrella del nuevo hospital, una especie de réplica del éxito de Ifema, pero permanente. Es lo que no ha dudado en calificar como “el hospital que asombrará al mundo”.

El proyecto empezó a concretarse al mes siguiente. El 8 de junio, la presidenta autonómica ya reveló el emplazamiento del que llevará por nombre Hospital Enfermera Isabel Zendal: Valdebebas. Según su propio Ejecutivo, que comparte con Ciudadanos, el proyecto costará 50 millones y tendrá una superficie de casi 40.000 metros cuadrados divididos en tres pabellones, más de un millar de camas, hasta 20 unidades de hospitalización de 48 camas cada una, 48 camas de unidades de cuidados intensivos (UCI), áreas de diagnóstico por imagen y un laboratorio.

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