Crisis del coronavirus

Madrid manda a Sanidad su propuesta para empezar a realizar a lo largo de diciembre test de antígenos en farmacias

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso pone sobre la mesa del Gobierno central su plan para la realización de pruebas diagnósticas en las farmacias madrileñas. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, anunció en la rueda de prensa que se realiza semanalmente para actualizar las medidas restrictivas por zonas básicas de salud que su departamento enviará este viernes al Ministerio de Sanidad la estrategia para que estos centros puedan ponerse a hacer test de antígenos a los ciudadanos asintomáticos. El documento contempla la posibilidad de que estas pruebas se puedan realizar durante el horario comercial con un circuito específico o tras su cierre al público. El consejero no ha dado fechas concretas para el inicio de estas actividades. No obstante, pidió al departamento que dirige Salvador Illa que dé luz verde a la propuesta cuanto antes. "No nos podemos permitir el lujo de no sumar a las farmacias a nuestra capacidad diagnóstica", apuntó Escudero, que dijo que si recibiesen la autorización a lo largo de esta semana todo podría echar a andar a lo largo del mes de diciembre.

La Comunidad de Madrid lleva un mes pidiendo que se deje a las farmacias participar en la estrategia de diagnóstico de casos de coronavirus, una idea que no terminaba de convencer al Ministerio de Sanidad. Sin embargo, el departamento dirigido por Salvador Illa terminó abriéndose hace una semana a esta posibilidad. Eso sí, exigiendo a cada Ejecutivo autonómico que antes presentase un plan “detallado”. Algo que hará este viernes el Gobierno madrileño. El documento, plantea dos modelos. Por un lado, que la realización de los test de antígenos se haga tras el cierre al público del establecimiento. Y, por otro, que se puedan hacer durante el horario de apertura. En este caso, se deberá disponer de un circuito de acceso a la zona acotada donde le lleven a cabo las pruebas. "Estos centros podrán acogerse a una de estas dos posibilidades", señaló Escudero, que dejó claro que en todo caso la zona de pruebas se deberá desinfectar después de cada test que se haga y tendrá que disponer de ventilación natural o mecánica, además de un punto de información para la entrega de documentación.

En caso de que el resultado de la prueba sea positivo, la farmacia se lo tendrá que notificar al ciudadano de manera inmediata, pasando al mismo tiempo los datos a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid mediante un sistema de registro que quedará integrado en los sistemas de información de la Consejería de Sanidad. "Ya se ha establecido una línea de conexión segura, por lo que la confidencialidad de los datos está garantizada", dijo Ruiz Escudero, que cifró en medio millar el número estimado de establecimientos que se podría sumar al plan del Ejecutivo regional. Una estrategia que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso espera que reciba luz verde del Ministerio de Sanidad "cuanto antes" para comenzar a trabajar. "No nos podemos permitir el lujo de no sumar a las farmacias a nuestra estrategia diagnóstica", apuntó el consejero de Sanidad.

Ruiz Escudero no dio una fecha exacta para el inicio del plan en las farmacias. Pero lo que sí trasladó a preguntas de los medios es que todo está preparado para poder ponerlo en marcha con la máxima "celeridad" una vez que reciba el beneplácito del ministerio. Porque no es sólo y exclusivamente tener el visto bueno del Ejecutivo central y que la estrategia comience a funcionar a pleno rendimiento. Previamente, y una vez que se disponga de la autorización, los distintos establecimientos que quieran participar tendrán que enviar una declaración de responsabilidad y, tras eso, se recibirá un "curso de formación". "Si a lo largo de esta semana recibimos el visto bueno del ministerio a este documento, que está muy trabajado, a lo largo de diciembre podríamos poner todo en marcha", sostuvo el consejero.

Durante la rueda de prensa, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso también puso sobre la mesa las líneas maestras de su plan para gestionar la pandemia durante el próximo mes, una época en la que la movilidad suele dispararse. En primer lugar, se mantiene el toque de queda y el cierre perimetral durante el puente de la Constitución –entre el 4 y el 14 de diciembre–. Y, de cara a las fiestas madrileñas, se plantean, como ya se anunció, permitir las reuniones de hasta tres grupos de convivientes con un máximo de una decena de personas los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 y 6 de enero, mientras que en el resto de fechas el límite de los encuentros seguirá siendo de media docena. En principio, no está previsto que cambien el resto de medidas para la hostelería o centros comerciales, que seguirán funcionando con los mismos aforos y horarios. Sí que se plantea, sin embargo, flexibilizar el toque de queda el 25 de diciembre y el 1 de enero hasta las 1.30 horas. Y permitir a los mayores con una IgG positiva en los últimos seis meses salir de las residencias para pasar las fiestas con su familia –los que no hayan pasado la enfermedad también podrán hacerlo pero deberán realizarse una prueba diagnóstica antes de su regreso al centro–.

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Levanta restricciones en 13 zonas y suma una nueva de Móstoles

Además, la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, anunció los nuevos cambios en las zonas básicas de salud. En total, a partir del próximo lunes dejará de estar restringida la movilidad en 13 áreas en las que se ha registrado una bajada de la incidencia superior al 50% y en las que se observa una "marcada tendencia descendente". Cuatro de estas áreas están en el distrito madrileño de Puente de Vallecas –Entrevías, Pozo del Tío Raimundo, Alcalá de Guadaira y Numancia–. Además, salen de la lista negra también Pavones y Vandel (Moratalaz), San Juan de la Cruz (Pozuelo de Alarcón), Cerro del Aire y Valle de la Oliva (Majadahonda), Colmenar Viejo Norte (Colmenar Viejo), Morata de Tajuña y Villarejo de Salvanés. 

Por contra, se incluyen limitaciones en la zona básica de Barcelona (Móstoles) desde el 30 de noviembre al 13 de diciembre. En el resto de núcleos urbanos restringidos, las medidas se prorrogan, de momento, durante otra semana, hasta el próximo 6 de diciembre.

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