Comunidad de Madrid

Madrid no llega a la media nacional de camas por habitante ni tras inaugurar el "hito sanitario" del hospital de pandemias

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, junto al alcalde de Madrid y al líder del PP.

Y cinco meses después de los primeros anuncios, la Comunidad de Madrid inauguró este martes el Hospital Enfermera Isabel Zendal, el centro de pandemias convertido en uno de los escaparates de la gestión sanitaria del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Lo hizo sin personal sanitario, sin pacientes y sin aclarar cuál es el coste total de la nueva infraestructura. Pero eso no impidió al Ejecutivo madrileño vender las instalaciones como "un auténtico pulmón asistencial, una bomba de oxígeno" para el conjunto del Servicio Madrileño de Salud. Un "hito sanitario", según lo calificó la presidenta autonómica, que espera albergar cuando esté finiquitado alrededor de un millar de camas hospitalarias. Este refuerzo, sin embargo, sigue siendo insuficiente para que la región se sitúe en la media nacional. En España, la tasa de camas por cada millar de habitantes es de 2,4. Con el Zendal a pleno rendimiento, Madrid podría escalar hasta las 2,05, según se desprende de las últimas cifras disponibles del Ministerio de Sanidad. Un dato con el que seguiría estando a la cola del país, solo por delante de Andalucía, Baleares o Comunitat Valenciana.

Lo que se inauguró este martes en Valdebebas, y que entrará en funcionamiento en los próximos días, fue el segundo de los tres enormes pabellones de los que dispondrá el hospital, que también albergará un gigantesco Centro Logístico Sanitario que funcionará como almacén del Servicio Madrileño de Salud. Lo que se presentó al mundo, y a las cámaras, lucía prácticamente completo, aunque se podían apreciar todavía algunos rastros de las recientes obras: una cinta americana colgada del pomo de un baño, algunos cables verdes colgando del techo de la segunda planta o material de obra acumulado en algunas zonas vacías del edificio principal daban buena cuenta de ello. Pero lo fundamental, como las camas o determinados aparatos médicos, ya estaba totalmente colocado en los espacios que se mostraron a los medios. En total, el segundo pabellón contará con 240 camas de hospitalización, algo menos de una cuarta parte de lo que está previsto que terminen albergando las instalaciones cuando estén a pleno rendimiento –se prevé una capacidad total de 1.008 camas, a las que luego habría que sumar las UCI–.

Pero ni con ese incremento, el sistema de salud madrileño tendría músculo suficiente como para salir del agujero de recursos materiales en el que se encuentra. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad en los que se analiza el estado de la calidad de los servicios sanitarios en todas las comunidades autónomas, la media en el país de camas de hospitalización por cada millar de habitantes era en 2018 en las 2,4 –112.219, casi un millar de camas menos que en el ejercicio anterior–. Una cifra que coloca a España entre los países peor situados del Viejo Continente en relación con este indicador, junto con Dinamarca, Reino Unido y Suecia, que presentan tasas similares. Según el informe Los sistemas sanitarios en los países de la Unión Europea, elaborado por el departamento que dirige Salvador Illa con información relativa a 2017, la media comunitaria se encuentra en las 5 –a comienzos del nuevo siglo, se situaba en las 6,3–. En Alemania, Bulgaria o Austria, ese dato se eleva hasta las 7. Portugal, Chipre, Países Bajos o Italia, también tienen índices más elevados que el de nuestro país.

La comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso, según las cifras de Sanidad, tiene en funcionamiento unas 12.769 camas, lo que arroja una tasa de 1,9 por cada millar de habitantes, lo que la sitúa bastante por debajo de la media nacional, que solo la igualan o superan nueve regiones: Cataluña, Aragón, Extremadura, La Rioja, Asturias, Galicia, Castilla y León, Euskadi y Cantabria. Con el millar extra que podría aportar el Zendal cuando esté totalmente operativo, el número de lechos hospitalarios crecería en suelo madrileño hasta los 13.769. Teniendo en cuenta que la población en la región se sitúa actualmente en unos 6,74 millones de habitantes, estaríamos hablando de unas 2,04. Una décima más que sigue sin sacar al territorio de la lista negra de comunidades con menores recursos materiales en este sentido. Solo se situaría por delante de Andalucía, Illes Balears y Comunitat Valenciana. En los dos primeros, los datos de Sanidad referencian 1,7 y 1,9 camas por cada millar de personas. En el tercero, se sitúa en 2.

El número de camas funcionantes, es decir, aquellas que están perfectamente dotadas y pueden ser utilizadas, ha ido oscilando en los últimos años en la región. En 2015 eran unas 12.790. Un año más tarde, esa cifra descendía hasta las 12.621, para volver a escalar en el ejercicio siguiente hasta las 12.775, según los diferentes informes del Servicio Madrileño de Salud. Sin embargo, los sanitarios que se desplazaron este martes al Zendal –y no precisamente para comenzar a trabajar– dejaron bien claro a la presidenta madrileña que no se necesita el nuevo centro para ganar músculo asistencial. "Sólo tienen que molestarse en abrir todos esos espacios que tienen vacíos en los diferentes centros de la región", decía a este diario una enfermera del Hospital Doctor Rodríguez Lafora. En total, según los datos recopilados por infoLibre en base a los planes funcionales presentados en su día, sólo en los siete hospitales de la región hay zonas completamente inutilizadas que podrían albergar algo más de cuatro centenares de camas, más de un tercio de las que dispondrá el Zendal.

"¿Aquí hay quirófanos?"

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Desde el Ejecutivo madrileño quisieron dejar claro en la primera rueda de prensa celebrada en Valdebebas que el centro de pandemias no viene a sustituir ninguno de los planes de ampliación que tienen en mente para el resto de hospitales de la región. "Se han presentado los proyectos y se está trabajando en ello", afirmó a preguntas de los medios el director general de Infraestructuras Sanitarias, Alejo Miranda. Lo hizo poco después de que la presidenta madrileña, en su declaración institucional, aseverase que el centro va a contribuir a que la Comunidad de Madrid "siga contando con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo". En su intervención, sin embargo, se olvidó de las cifras. Los últimos datos recogidos en la Estadística de Gasto Sanitario Público sitúan a esta región como la segunda con menor gasto público en sanidad por habitante, sólo por delante de Andalucía. Y, de hecho, fue la única que lo redujo de 2015 a 2016 –últimas cifras disponibles–: una disminución del 0,9% frente al incremento del 1,4% de media que se produjo a nivel nacional.

Durante todo el acto, la presidenta madrileña estuvo arropada por su partido. Al fin y al cabo, el PP ha convertido al Ejecutivo de la Comunidad de Madrid en la punta de lanza de su estrategia de oposición contra el Gobierno central. A la inauguración asistieron todos los miembros de su Ejecutivo –incluidos los de Ciudadanos, con quienes ha tenido más de un roce en los últimos meses–, aunque el vicepresidente Ignacio Aguado se tuvo que conformar con tener un papel secundario en la "apertura". Y los principales referentes conservadores. Allí estuvo el aclalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, así como el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado. Ayuso, chaqueta verde sobre camisa blanca, hizo de anfitriona y mostró a sus compañeros las instalaciones. Allí, durante el paseo, se produjo uno de los momentos de la jornada. "¿Aquí hay quirófanos?", preguntó Casado. Silencio absoluto de la presidenta, quien tuvo que ser rescatada por Miranda: "Aquí hay salas de procedimiento", respondió al líder de la oposición. Quizá por eso la Comunidad de Madrid prefirió que la presidenta no subiera a bregar con los periodistas en cuestiones técnicas. En un día tan señalado, y con todos los ojos mirando, nada podía salir mal.

Quien no estuvo en la presentación del centro fue el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Alegó cuestiones de agenda. La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, fue la única encargada de representar el Ejecutivo central. Tampoco acudieron a la inauguración por todo lo alto la oposición madrileña. El PSOE, con su ausencia, ha querido expresar su disconformidad con la infraestructura sanitaria, que "nunca ha sido justificada con informe alguno" para conocer realmente cuál es su "objetivo". Podemos y Más Madrid, por su parte, sí que se han desplazado hasta Valdebebas. Pero no para entrar en el centro, sino para quedarse en la acera contraria, protestando con el único personal sanitario que estaba este martes en las inmediaciones del Isabel Zendal. Unos profesionales que han querido dejar en la valla que hay frente a la puerta varios mensajes a la presidenta en forma de carteles: "Más contratación, menos ladrillazo", "Hospital de políticos" o "Los médicos vendrán volando". Por el momento, de los que calculaba la Consejería de Sanidad que necesitaría para ponerlo en funcionamiento, han conseguido pescar a menos de una cuarta parte, 116. Casi el mismo número de personas que estaban protestando a pleno pulmón en el día D de Ayuso.

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