Y ahora Miami, con todo su esplendor y toda su corrupción. Isabel Díaz Ayuso quiere convertir el PP en un partido de Miami. La presidenta madrileña planea pasar sus vacaciones como una orquídea tropical florecida entre caimanes. Isabelita tiene una querencia febril por los cayos donde se respira el pérfido aire de la corrupción y pensar suele ser una molestia. El caso es que en junio de este año, la presidenta de Madrid ya estuvo allí para recibir la llave de la ciudad de manos de su alcalde, Francis Suárez, un gestor inmobiliario acusado en 2021 de haber recibido pagos de dos empresas financieras, Dreamer Capital y Legacy Wealth, cuyos socios comparten oficina en Brickel (distrito de Miami) con un magnate del petróleo ruso, Igor Makarov, quien mantiene, a su vez, una relación financiera y personal muy estrecha con el presidente ruso, Vladimir Putin. De Madrid a Miami y de Miami a Moscú.
La vida de Makarov es fascinante. Su sobrina, Alyona Makarova, tumbó en mayo de 2019 al vicecanciller de Austria, Heinz-Christian Strache, el líder del ultraderechista Partido de la Libertad. La coalición del gobierno saltó por los aires tras destaparse una grabación de siete horas que registraba el encuentro entre Alyona y Heince en una lujosa villa de Ibiza. El corresponsal de la BBC en Viena iniciaba su crónica como una promesa suave y letal procedente del Este: "Era una cálida noche de verano en una lujosa villa en Ibiza. La cena incluía carpaccio de róbalo y tartar de atún con champaña, vodka y grandes cantidades de Red Bull, la bebida energizante preferida por el político austríaco de extrema derecha. A los pocos días de que se hiciera pública, esa cena acabó con la caída del gobierno de Austria. Strache había llegado a la villa a encontrarse con una elegante mujer vestida en un traje de alta costura y tacones altos que se presentó como Alyona Makarova, la rica sobrina del oligarca ruso Igor Makarov".
No es la primera vez que Isabel Díaz Ayuso acude a un encuentro institucional en Miami. Si Florida no va a Madrid, que Madrid vaya a Florida. La presidenta visitó la península en 2023 para estrechar lazos económicos, comerciales, culturales y turísticos con el país entre el 24 y 28 de junio. Durante aquellas jornadas de trabajo, también fue reconocida con un galardón por la Cámara de Comercio España-EEUU de Florida, cuyo vicepresidente es José María Lacasa, el banquero fichado por el First Bank of Florida que, junto al City National Bank of Florida, provocaron la gran crisis de Bankia en 2014 y la condena de su presidente, Miguel Blesa — hombre fuerte de Aznar— antes de que se "suicidara" con un disparo en el pecho, apretando el gatillo de su rifle de caza. Curiosamente, el 25 de octubre de 2022, tres meses después de aquellas jornadas, Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, constituía una sociedad junto a Cesar Nieto Moreno en Boca Ratón (Florida) bajo el nombre de Burnet and Brown Investement.
Nadie sabe todavía qué objeto tiene la empresa. Lo que sí se conoce es que el agente que inscribió la sociedad, Steven Serle, es uno de los judíos más influyentes de Miami. Los empresarios españoles saben lo difícil que es sumergirse en el círculo judío asentado en la península de La Florida. Hacen falta buenos padrinos, importantes avalistas, para que un agente inmobiliario judío te invite a celebrar la koushna o te inscriba una empresa con dinero y propósitos desconocidos.
Hacen falta buenos padrinos, importantes avalistas, para que un agente inmobiliario judío te invite a celebrar la koushna o le inscriba una empresa con dinero y propósitos desconocidos
Poco a poco, Madrid se está convirtiendo en un nuevo Miami más seductor, intrigante y siniestro. Un Madrid que aspira a alcanzar los diez millones de habitantes y lo quiere hacer, tal como explica Fernando Caballero en su Madrid D.F., inyectando capitales del otro lado del Atlántico. Hay una avalancha de dinero latinoamericano en la capital del Reino expulsado por los nuevos gobiernos de izquierda. El anarcocapitalismo de Ayuso es tan atractivo que Venezuela y Florida comparten la misma capital entre las calles Jorge Juan y Claudio Coello. El PP de Madrid se ha convertido en el PP de Miami concentrado entre Serrano y el barrio de Salamanca. Madrid es un género literario, una crónica escrita sobre un paisaje tóxico y judicial, alimentado por el petróleo y la corrupción. Madrid, querido y desocupado lector o lectora, se está convirtiendo en la fábula negra de Latinoamérica, una orquídea azul que sólo florece en la Puerta del Sol y riega todas las noches su testaferro desde un ático de Chamberí.
Y ahora Miami, con todo su esplendor y toda su corrupción. Isabel Díaz Ayuso quiere convertir el PP en un partido de Miami. La presidenta madrileña planea pasar sus vacaciones como una orquídea tropical florecida entre caimanes. Isabelita tiene una querencia febril por los cayos donde se respira el pérfido aire de la corrupción y pensar suele ser una molestia. El caso es que en junio de este año, la presidenta de Madrid ya estuvo allí para recibir la llave de la ciudad de manos de su alcalde, Francis Suárez, un gestor inmobiliario acusado en 2021 de haber recibido pagos de dos empresas financieras, Dreamer Capital y Legacy Wealth, cuyos socios comparten oficina en Brickel (distrito de Miami) con un magnate del petróleo ruso, Igor Makarov, quien mantiene, a su vez, una relación financiera y personal muy estrecha con el presidente ruso, Vladimir Putin. De Madrid a Miami y de Miami a Moscú.