Dar la nota (en temas cruciales)

Este miércoles el Gobierno presenta en el Congreso tres decretos sobre temas cruciales, en lo que se puede considerar como la primera gran cita de esta legislatura. El primero es el que extiende gran parte de las medidas anticrisis a 2024, es decir, impuestos a la banca, gratuidad del Cercanías y el Media Distancia, revalorización de las pensiones o la prohibición del corte de suministros esenciales, entre otras. El segundo, el ómnibus, es clave para la concesión del cuarto desembolso de los fondos europeos que asciende a 10000 millones de euros e incluye modificaciones en materia de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo. El tercero es el que reforma el subsidio por desempleo, debido al compromiso con el Componente 23 del plan de Recuperación de la UE. 

Como ya saben, de la mayoría de investidura se han descolgado Junts y Podemos, anunciando su voto negativo a la totalidad y parte de los decretos, utilizando para ello dos coartadas. En política es tan importante el sentido de tu voto como encontrar una justificación para el mismo, que te permita revestir de altos valores lo que no es más que escenografía para demostrar tu capacidad, poder e influencia. Esto, al margen del resultado final de la votación, es lo que se está representando delante de la opinión pública estos días.

Los independentistas se agarran a que el decreto ómnibus modifica un fragmento de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que afecta a las cuestiones prejudiciales que los magistrados pueden plantear al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Los jueces españoles estarían obligados a paralizar un procedimiento cuando se dirijan al TJUE, lo que interpretan que podría valer para retrasar la aplicación de la ley de amnistía. Por su parte, Podemos ha encontrado el casus belli para destacarse con un voto negativo asegurando que la reforma del subsidio de desempleo supone un recorte en las pensiones de jubilación para mayores de 52 años.

¿Y ERC? Pues los también independentistas, por boca de la diputada catalana Raquel Sans, han explicado que no ven motivo de inquietud en la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil: “los jueces ya tienen mecanismos para retrasar la aplicación de la ley de amnistía y estamos convencidos de que lo harán, pero el tema de las prejudiciales no las incrementa, en cambio es un tema de garantías para la ciudadanía”. Es decir, que lo que recoge la nueva norma ya era jurisprudencia del Derecho de la Unión, que un juez nacional pregunte para determinar la validez de una norma en el derecho comunitario, por lo que esta modificación tan solo es poner negro sobre blanco lo que ya era posible antes de la misma.

Si los decretos decaen en la votación del miércoles, el Gobierno recibirá sin duda un duro golpe, ya que habrá perdido la primera gran cita de la legislatura. ¿Quiénes serán entonces los máximos perjudicados? El país y los ciudadanos

En el caso de la reforma del subsidio de desempleo, aquella prestación que se cobra una vez que finaliza el plazo de percepción, tres cuartos de lo mismo. La modificación incluye la rebaja progresiva de la cotización para la jubilación del subsidio para mayores de 52 años, que pasará del 125% de la base mínima, establecida por el SMI, al 100% en 2028. Debido a que el salario mínimo ha subido un 46% desde 2019, rebajar ese pico de la base de cotización que exige la UE, y que se estableció cuando el SMI era mucho menor, es posible sin que exista una disminución ostensible de la pensión futura. La cuestión, en todo caso, es que si se aprueba la reforma el subsidio se vería aumentado en 900€ anuales.

Es decir, ni Junts ni Podemos tienen verdaderos motivos de peso para votar en contra de los decretos, aun atendiendo a sus presupuestos ideológicos, ya que ni la ley de amnistía se va a ver perjudicada, ni los parados van a ver reducido su subsidio. Sin embargo han escarbado en los centenares de folios que componen los decretos para fabricar un conflicto que les permita dar la nota, tomar relevancia, en el caso de los independentistas pensando en las próximas elecciones autonómicas y su competencia con ERC y en el caso de los morados pensando en las europeas y su competencia con Sumar. En este último caso, de hecho, si Junts retirara su negativa, Podemos tendría muy difícil aguantar la suya en solitario, construida a posteriori de que los independentistas anunciaran su no.

Aunque los decretos salieran finalmente adelante, Junts y Podemos habrían obtenido su cuota de pantalla, su protagonismo en una ficción que pone los intereses de sus votantes como excusa pero que en esencia sólo vale para afianzar sus intereses electorales. Si los decretos decaen en la votación del miércoles, el Gobierno recibirá sin duda un duro golpe, ya que habrá perdido la primera gran cita de la legislatura, con el consiguiente engrandecimiento de unas derechas que, en el caso del PP, se han negado a abstenerse para que las medidas anticrisis salieran siquiera adelante. ¿Quiénes serán entonces los máximos perjudicados? El país y los ciudadanos.

En política, dar la nota es una táctica tan legítima como cualquier otra. La cuestión es que las coartadas que se buscan para justificar estas posturas de máximos embarran el debate ideológico y confunden a la ciudadanía, ya que presentan como negativas unas cuestiones que en esencia no lo son. El problema, en este caso, es que el escenario elegido es de enorme trascendencia, ya que afecta a medidas anticrisis de carácter social y, sobre todo, al cuarto pago del plan de Recuperación de la UE: 10000 millones de euros. Cada cuál sabrá dónde y cómo hacerse notar. Los votantes deberían conocer el trasfondo y las consecuencias de estas tácticas.

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