¿Un papa anti-Trump?

El jueves, justo después de que el cardenal Dominique Mamberti saliese al balcón central del Vaticano para anunciar el nombre del nuevo papa, muchos empezaron a preguntar de qué o quién era. Si conservador o progresista. De izquierdas o de derechas. De un lado u otro del muro.

Como el Madrid y el Barça o la tortilla de patata con o sin cebolla, ahora los papas también pertenecen a un bando ideológico. Y cuanto más puros sean, mejor. Ya pasó cuando Francisco se convirtió en pontífice hace doce años, pero esta vez el fenómeno polarizante se ha acrecentado.

Han faltado horas para que los ultras de Estados Unidos catalogasen ideológicamente al nuevo papa. Desde el movimiento MAGA han empezado a definir a León XIV como un “papa anti-Trump”, denominándole “marxista” y “woke” por, simplemente, criticar al vicepresidente Vance o por sus posturas sobre inmigración.

El ideólogo del trumpismo, Steve Bannon, lo avisó en abril: “El cardenal Prevost es uno de los caballos oscuros y de los más progresistas”. Y lo volvió a decir tras su victoria en el cónclave: “Es la peor opción para los católicos MAGA”. Para Laura Loomer, asesora de Trump, es “un woke a favor de las fronteras abiertas”.

Han faltado horas para que los ultras de Estados Unidos digan que León XIV es anti-Trump. Pero él dejó muy claro lo que pretendía en su primer discurso. Tender puentes y borrar divisiones

Más allá de que etiquetar ideológicamente la figura de un papa no tiene sentido –si se tiene en cuenta que la Iglesia es en sí misma una institución conservadora que lleva siglos ignorando, por ejemplo, la existencia del otro género, no deja de ser un fenómeno curioso, ya que Prevost figura en los registros públicos como votante republicano en una época de su vida. 

Su propio hermano ha dicho que siempre ha estado por encima de la política, las burlas y los señalamientos. Y, a pesar de que quieran politizar su figura cuando todavía ni ha asumido el cargo en la misa solemne, dejó muy claro lo que pretendía en su primer discurso.

El papa León XIV ha venido a tender puentes, a dialogar, a borrar divisiones y a unirnos, más allá de lo ideológico. Sin muros, sectarismo ni etiquetas. No aspira a enfrentarse a nadie. Y precisamente eso es lo que molesta y aterra a los que juegan a la confrontación mundial.

Más sobre este tema
stats