Muros sin Fronteras

Tareas pospandémicas urgentes que no incluyen golpes de Estado

Ramón Lobo

Aún no han finalizado el confinamiento y la emergencia sanitaria, y los expertos aseguran que la crisis económica mundial, que ya está entre nosotros, será peor que la de 2008, según los cálculos del FMI. Los optimistas la comparan con la del petróleo de 1973. Los pesimistas, con la Gran Depresión de 1929. Sería el escenario peligroso porque facilitó el ascenso del nazismo. Si siguen la redes sociales y leen algunos (presuntos) medios de comunicación podrán comprobar que el clima de odio no permite ser optimista. Atajar el impacto económico es un asunto de alta prioridad política. Lo saben en la Unión Europea: nos jugamos el sistema democrático.

La oposición exigirá una comisión de investigación en España, que es prioritaria. Su objetivo debería ser doble: detectar los problemas y buscar soluciones sanitarias y económicas. Supongo que primará la bronca para forzar la dimisión de Pedro Sánchez y celebrar elecciones anticipadas, que es el deseo del PP y de VOX. En esta crisis, la clase política está muy por debajo de la ciudadanía, la que permanece en sus casas y los que están dando la cara en los hospitales, los mercados y en la calle.

Debería haber una investigación en España y otra de la UE. Es necesario escuchar la voz de los expertos y de los científicos, y menos la de los políticos. Además de otra internacional impulsada por la ONU.

1) Habrá que empezar por el principio. ¿Qué tipo de información ofreció China a la OMS (Organización Mundial de la Salud)? ¿Cuándo supieron las autoridades de Pekín que había nacido un nuevo coronavirus? ¿Cuándo detectaron su peligrosidad?

Un tuit de la OMS del 14 de enero decía: “Investigaciones preliminares dirigidas por las autoridades chinas no han encontrado evidencia clara de una transmisión persona-persona del nuevo coronavirus identificado en Wuhan”. A pesar de eso, pidió a los Estados miembros que tomaran precauciones. Según una información del South China Morning Post, las autoridades chinas ya sabían ese día que el virus estaba fuera de control. En este periódico hongkonés se afirma que el rastro del primer caso encontrado lleva al 17 de noviembre, lo cual no significa que sea el paciente cero ni que las autoridades lo supieran en esas fechas.

Los casos empiezan a emerger en el hospital de Wuhan a mediados de diciembre. El doctor Li Wenliang fue de los primeros en dar la voz de alarma. Le acusaron de antipatriota y de esparcir rumores. Algo falló en la comunicación en esos días. Pekín ordenó el 23 de enero el cierre de la ciudad de Wuhan y de la provincia de Hubei.

Para los muy viciosos del tema: lean a Josephine Ma.

La cifra oficial de 3.341 muertos en toda China es sorprendentemente baja comparada con las de Italia, España y otros países. Más allá de que sea cierta o no, algo que ya se verá, puede haber fomentado la confusión en muchos países occidentales que no tomaron medidas preventivas.

¿Qué deberíamos aprender de esta fase? ¿Cómo se puede mejorar la calidad de la información y la rapidez en compartirla? ¿Qué está dispuesta a hacer China para recuperar su credibilidad?

Este vídeo no es el mismo que colgué hace tres semanas. Bill Gates habla esta vez de la vacuna, la economía y de la vuelta a “la normalidad”.

2) ¿Qué falló en la OMS? ¿Hubo errores de interpretación de los datos? ¿Estuvo lenta en las comunicaciones y la declaración oficial de pandemia? ¿Cómo se debería mejorar?

La OMS es un chivo expiatorio perfecto para Donald Trump, que también probó la vía de llamar al Covid-19 “el virus chino”. Su presupuesto es inferior al de algunas universidades de EEUU. Recordemos que es un organismo consultivo, no ejecutivo. La suspensión de los pagos es una insensatez más en una presidencia errática.

La periodista científica Helen Branswell, que trabaja para la web de noticias médicas Stat, tuiteó el 31 de diciembre de 2019: “Espero que esto no sea nada extraordinario pero hay casos de neumonía inexplicable en el centro de China”. Dos días después retuiteó una información del South China Morning Post a la que añadió un comentario: “No me gusta esto”.

 

 

El 4 de enero publicó un artículo en Stat en el que informaba de un nuevo virus, “tal vez un nuevo coronavirus”. Este es el enlace de Stat por si quieren trastear un poco. En este otro, The New York Times les explica todo sobre este gran scoop que pasó inadvertido para todo el mundo.

Helen Branswell debería ser parte de cualquier comisión de expertos, como miembro o experta que declara, incluida en la española.

3) ¿Por qué no activó la Comisión Europea la alarma en enero? ¿Cuáles fueron sus informaciones y qué transmitió a los países miembros? ¿Por qué dimite Mauro Ferrari, que era desde el 1 de enero jefe del Consejo Europeo de Investigación? ¿Cuáles fueron sus discrepancias con la gestiónsus discrepancias con la gestión? ¿Se impuso la economía a la salud?

¿Existen protocolos de alarma o cada país va por su lado? ¿Cómo se deberían mejorar? Uno de los riesgos colaterales del Covid19 es la irrupción de un nacionalismo económico y político.

Los coronabonos, o como terminen llamándose, son la prueba para medir el grado de compromiso y la solidaridad de los 27. ¿Quieren Alemania y Holanda apostar por la UE en medio de la mayor crisis de su historia o prefieren su ruptura en un momento de crecimiento de los movimientos de extrema derecha? Son momentos de enorme responsabilidad. ¿Busca el primer ministro holandés, Mark Rutte, interpretar el papel de Chamberlain y Daladier en el infame Pacto de Múnich?

Quizá solo sea una cuestión de tiempo, como dice el ex presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, hasta que se imponga la cordura entre todos los miembros. El problema es que, esta vez, tiempo es lo único que no tenemos.

También hay preguntas para la UEFA. ¿Por qué se jugó con público el Atalanta-Valencia en MiIán el 19 de febrero, considerado por los expertos la fecha decisiva en la extensión del virus por el norte de Italia y su entrada en España por Valencia? ¿Cómo es posible que se celebrara con público el Liverpool-Atlético de Madrid el 10 de marzo cuando Italia había cerrado Lombardía​​​​​​?

4) ¿Qué ha fallado en España? ¿Cuándo tuvo noticias el Gobierno de la peligrosidad potencial del Covid19 y qué medidas tomó? La misma pregunta sirve para las CCAA, que tienen transferida la sanidad. ¿Qué hicieron, por ejemplo, Madrid, Cataluña y el País Vasco? ¿Se estudiaron medidas extremas cuando surgió el brote de Torrejón, como por ejemplo aislar a la localidad? ¿Cuáles eran nuestros protocolos de actuación? cuando surgió el brote de Torrejón

¿Por qué tenemos la mayor tasa de muertos? ¿Es debido a una mala preparación de nuestro sistema sanitario tras más de diez años de recortes? ¿Hay razones de envejecimiento de la población y de comportamiento social? ¿Ha influido la contaminación? ¿Ha influido la contaminación?La explicación más lógica, sin descartar otras, es que el número real de positivos es mucho mayor. Esto nos lleva al asunto central: la incapacidad de hacer test masivos. Sin ellos cualquier desescalada representa un enorme riesgo porque  caminamos a ciegas.

Podemos atrancarnos en la manifestación del 8M y en los recortes de la Sanidad Pública, en la que todos son más o menos responsables. CiU gobernaba en Cataluña y el PSOE en Andalucía. Sería bueno analizar a fondo el caso de Madrid porque está en sede judicial. No solo se privatizó, se robó y desvió dinero. El negacionismo del PP de estos recortes sigue la estela de Trump.

Sobre el 8M: además de una marcha feminista hubo en Madrid un mitin de VOX, dos partidos de fútbol y cientos de misas y actos sociales y culturales. ¿Cuál era la información del Gobierno ese día? ¿Sopesó suspender la manifestación, hubo debate interno, qué decían los asesores científicos? ¿Hubo alguna propuesta del PP para suspender la marcha y los demás actos públicos? Si VOX lo sabía desde enero, ¿por qué celebró su mitin el 8M en Vista Alegre y no advirtió al país?

Sobre la escasez de material de protección del personal sanitario. Opción A: “y tú más”. Opción B: qué es lo que ha faltado y cómo se puede remediar para que no vuelva a suceder. ¿Deberíamos tener más camas de UCI y acercarnos a la media europea? No solo consiste en inaugurar salas, hay que formar al personal especializado. No es lo mismo pilotar un A-320 que un A340.

Es urgente una investigación sobre las residencias. ¿Cómo se privatizaron, quién está detrás? ¿Hay antiguos altos cargos de los partidos en el lucro privado? La investigación debería ser también judicial.

Les recomiendo los trabajos de investigación de infoLibre en este asunto. ¿Cuál es el mejor sistema de protección al mayor? ¿Público, privado, mixto? ¿Con qué controles y vigilancias?

Todos hemos asistido a la expansión del virus, la oposición también, desde una ignorancia enciclopédica, en la suposición de que a nosotros no nos iba a llegar. Nos faltó cultura pandémica. No recordamos las enseñanzas de la pandemia de 1918. Todos hemos cometido los mismos errores que hace 102 años. En la mal llamada gripe española murieron entre 50 y 100 millones de personas. En España, 300.000.

¿Cuál son las propiedades curativas de la declaración del luto nacional y la bandera a media asta en la que tanto insiste Pablo Casado? ¿Son conscientes en el PP y en Vox del daño que están causando al Parlamento? ¿Es parte del Estado, igual que el Gobierno? ¿Han dejado de ser constitucionalistas para insinuar distintas vías para una asonada palaciega? Si el Parlamento es la sede de la soberanía popular, ¿dónde estamos representados los españoles? ¿Qué ha fallado en la coordinación entre las comunidades?

5) Compromisos pospandémicos en los que todos los partidos y comunidades autónomas se tendrían que retratar.

Es necesario un gran homenaje a las víctimas. Deberíamos construir un gran muro como el de Vietnam en Washington D.C. con los nombres y apellidos de los muertos. Es urgente realizar un acompañamiento de los familiares que no pudieron despedir a los suyos. Su trauma es nuestro trauma.

Deberíamos realizar un homenaje al personal sanitario y demás trabajadores esenciales. Tal vez una gran manifestación de agradecimiento y en defensa del sistema público de Sanidad.

Los partidos tienen que dejar claras sus posiciones: ¿hay que apostar por la sanidad pública y dotarla de medios y presupuestos? ¿Deberíamos tener una industria propia capaz de fabricar respiradores, test, mascarillas y uniformes de protección? ¿Lo podemos pagar? ¿Sería mejor un compromiso en la UE para repartir esa producción estratégica entre los Veintisiete? Quizá basten seis países especializados en fabricar respiradores; otros seis, test, etc. Para eso sería necesario restaurar la confianza en el proyecto común. ¿Estamos preparados para ese tipo de UE solidaria?

Sobre la economía. ¿Quién va a pagar la factura? Primero es necesario cuantificar el precio de la crisis sin eufemismos. ¿Cuál será el coste de los ERTES, de las ayudas a autónomos, de los apoyos a los más desfavorecidos, de las compras de material, etc.? ¿Cuál será la merma en los ingresos del Estado? Tras reconocer el coste —¿8, 10, 15% del PIB?— el siguiente paso será cómo salir de la depresión e iniciar la recuperación. ¿Hasta cuándo queremos que se quede el Estado, hasta que pague nuestras facturas o podamos regresar a los beneficios privados? Aquí Casado podría explicarnos su fórmula mágica de bajar impuestos (ingresos del Estado) en un momento en el que la factura general se ha disparado.

Un excelente comienzo sería poner en marcha unos Pactos de La Moncloa 2.0, capaces de movilizar a la ciudadanía, convocarla a un esfuerzo extraordinario para salir de la crisis, y acabar de una vez con los problemas estructurales de nuestra economía, incluido un paro endémico que va a ser insoportable en los próximos meses.

No olviden: somos los jefes, los que pagamos y votamos.

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