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Lady Kate Middleton (Catalina para los hispanohablantes) ha dado a luz a un futuro rey: el heredero del heredero del heredero de la reina Isabel II de Inglaterra. La línea sucesoria está garantizada por varias generaciones, al menos en el Reino Unido. 

Los británicos viven el acontecimiento con intensidad patriótica. Sucedió también en la boda de Diana Spencer (Lady Di para la historia). Son momentos en los que un resorte, quizá victoriano – la añoranza de los buenos tiempos del siglo XIX –, se activa generando un espacio de felicidad colectiva, de estar orgullosos de ser lo que son y siguen siendo: British .

La muerte de Lady Di, bautizada como la princesa del pueblo por un Tony Blair cuando aún no era el Tony Liar de Irak, creó una ruptura entre una parte de ese pueblo amante de las tradiciones y la institución real. Creció el número de desafectos. Insuficientes tal vez para plantear un cambio en la forma de la jefatura de Estado, pero significativos para que el periódico The Guardian presente la opción de elegir entre dos portadas en su web: la monárquica y la republicana (sin información del bebé real). Es un golpe de humor típicamente británico y un rasgo de inteligencia periodística.

La prensa ya tiene una noticia popular para alimentar el desierto informativo del verano (en España tenemos a Rajoy y al presidente del Tribunal Constitucional; salimos perdiendo)  De todas las portadas destaca una a contracorriente: "Mujer da a luz a un niño" (Private Eye).

Portada del Private Eye.PRIVATE EYE

El Daily Mail, uno de los sensacionalistas con más predicamento en Internet, muestra una foto del abuelo, Carlos de Inglaterra, el primer heredero en la paciente línea sucesoria. En ella se le ve saludando a una mujer con un bebé en brazos que llora desconsoladamente. El Mail, en otro golpe de humor británico, añade al titular: "Esperemos que su nieto esté más contento de verle".

La revista The EconomistThe Economistofrece un gráfico sobre tiempos de reinado y de espera, en el que destaca la situación de Carlos.

La royalbabymanía (que en Twitter se puede seguir con los hashtag #royalbabyboy y #royalbaby) es también un negocio. Acaba de nacer un heredero más en la línea de sucesión y ya se ha convertido en motivo para mugs (jarras), camisetas, banderas; todo lo que sea vendible, rentable. El entusiasmo se mide en estos tiempos por la caja que deja. También corren los chistes. Nueve meses de embarazo permiten toda planificación, menos la de tener preparado un nombre para el tercer heredero.

Uno de los miles de mensajes aparecidos en Twitter.TWITTER

  

En estos tiempos de crisis económica y de falta de fe en los gobernantes, la realeza tampoco escapa a la crítica y a la rabia ciudadana. Disponen de privilegios heredados desde la cuna a cambio de ser útiles a la sociedad parecer intachables. Es una frase de Íñigo Gurruchaga, decano de los corresponsales españoles en Londres. En el Reino Unido, el peso histórico de Isabel II que ha cumplido 60 años en el trono, ha permitido capear el temporal. Veremos qué sucede con Carlos.

El prestigio de la institución se fortaleció en el Reino Unido durante la II Guerra Mundial, tras el fiasco de Eduardo VIII, el rey con simpatías nazis, gracias a la labor de Isabel Bowes-Lyon, esposa del sucesor Jorge VI, el rey tartamudo. Se negó a abandonar la capital durante los bombardeos alemanes. La reina visitaba las zonas afectadas y se interesaba por los heridos. Fue un genio. La gran política es tener valentía y acierto en los gestos, como los de Nelson Mandela.

Forbes publica la lista de los 'royals' más ricos . Encabeza el príncipe Hans-Adam II de Liechtenstein.

Otras casas reales europeas no viven sus mejores momentos, como la belga, en la que el rey Alberto II ha dejado el trono en manos de su hijo, Felipe de Brabante, que no se ha distinguido hasta ahora por sus habilidades. La abdicación de Beatriz de Holanda fue seguida con gran fervor popular. Su salida del trono abre la puerta a una nueva generación de reyes, entre la que estará algún día, tal vez, Felipe de Borbón.

¿Tienen los príncipes el futuro asegurado? ¿Es la monarquía la mejor forma de jefatura de Estado en los países democráticos? La periodista del diario británico The Independent, Charlotte McDonald-Gibson, sostiene que la crisis, la austeridad y los escándalos son una combinación peligrosa.

Todo está en discusión: políticos, jueces, periodistas y reyes. La partida comienza de nuevo. God Save The Queen (el grupo).

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