Plaza Pública

El Podemos que viene en la Comunidad de Madrid

Víctor Rey

Un mantra recurrente suele atravesar las intervenciones de las portavoces y los portavoces de Podemos: “Podemos es una herramienta al servicio de…” un largo etcétera de complementos: “…la ciudadanía”, “…las clases populares”, “…los intereses de las mayorías sociales”. Es así. Podemos es y deber ser una herramienta de transformación de la realidad. Pero hay tantas herramientas como realidades sobre las que se pretende actuar. En este proceso de definición Podemos Escucha ya ha delimitado la realidad sobre la que intervenir, el modo de hacerlo y la herramienta.

La realidad es la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP y apuntalada por Ciudadanos. La tarea de Podemos en la oposición es contrapesar el Gobierno autonómico, no sólo mediante la acción en las instituciones, sino también desde la calle, tensionándola. Nuestro modo de hacer reside ahí, en la calle: en las clases populares, la sociedad civil, los movimientos sociales y los círculos. Ser elemento aglutinante de movimiento popular con reflejo en las instituciones. Debemos por ello tener “reflejo en las instituciones” pero poner el foco fuera. Es una cuestión estratégica y no meramente estética.

Si Podemos estuviese al frente del gobierno en la Comunidad, las instituciones y el parlamentarismo serían los pilares de una acción política transformadora, siempre del brazo de la sociedad civil y los movimientos sociales. Como líderes de la oposición en la región creemos que la acción política de Podemos debe ejercer como contrapeso al gobierno, amalgamándose con la sociedad civil. Optar por esta vía es una ventaja competitiva inusual pues ninguna fuerza política, a excepción de Podemos, está actualmente en condiciones de establecer verdaderos lazos fraternales con la sociedad civil y los movimientos sociales. Decantarnos por una mayor presencia en las instituciones, sumirse en el parlamentarismo descuidando la construcción del movimiento popular, nos convertiría en una fuerza más, subalterna, ubicada automáticamente en el eje izquierda-derecha del parlamentarismo normalizado, con independencia de la solvencia y capacidad de gestión que demostremos.

Los distintos proyectos que se lanzaron en el marco del proceso interno de Podemos en la Comunidad de Madrid apelaron a las bases y al encuentro con los círculos como paso previo a la elaboración y presentación de los documentos político, organizativo y de igualdad. Hay diferencias reconciliables que pueden ser transaccionadas y voluntad por parte de los equipos de que así sea. En otros aspectos, sin embargo, especialmente en la línea política y algunas de las apuestas organizativas que vertebran la construcción del movimiento popular, las diferencias resultan difícilmente conciliables. Esa línea de tensión entre las instituciones y el movimiento popular se hace palpable sobre todo entre dos proyectos: Podemos Escucha y Adelante Podemos.

Los documentos políticos de ambos proyectos apelan al movimiento popular y podría parecer que no presentan diferencias destacables. En cambio, las cuestiones objetivas presentes en los documentos organizativos (que guardan estrecha relación con la construcción de movimiento popular, el papel de los círculos y la militancia) hacen aflorar las diferencias y tornan los proyectos divergentes.

En Podemos Escucha hay una clara apuesta por los círculos como centro de la acción política, social y cultural de Podemos en barrios y municipios. Es en torno a la militancia y los círculos donde reside el potencial articulador de movimiento popular. Así, nuestra propuesta inserta a los círculos en la estructura orgánica (50% de los miembros del Consejo Territorial de Podemos elegidos de forma directa por los círculos, que acompañan a los cargos orgánicos municipales), dotándolos de un poder político y ejecutivo real: revisar y participar junto a los cargos orgánicos municipales la hoja de ruta política, marcar la agenda del Consejo Ciudadano Autonómico y controlar los presupuestos. Esto último es fundamental. Si los círculos consideran insuficiente el monto destinado a financiar la actividad de militancia y círculos pueden tumbar y devolver los presupuestos hasta que se elabore una propuesta que resulte satisfactoria. Es así, con una militancia y círculos empoderados, vinculados orgánicamente y con una financiación satisfactoria, como se generan las condiciones para su despliegue en los municipios y barrios de la región. Buscamos la implicación directa y la capacidad de respuesta autónoma a los problemas locales, estrechando lazos con la sociedad civil y los movimientos sociales, construyendo comunidad y movimiento popular. Cuando nuestra militancia y círculos se implican en los problemas locales transformándolos en acción política y respuestas concretas, somos útiles a la ciudadanía y los vecinos pierden el miedo.

La propuesta de Adelante Podemos, aunque legítima, se nos antoja insuficiente para el objetivo de construcción de movimiento popular. El papel de la militancia y círculos queda relegado al debate y declinación de la estrategia política fijada por la dirección. Su inserción en la estructura orgánica se reduce, en el mejor de los casos, a la presencia en las Juntas de Zona, cuyas funciones son exclusivamente deliberativas, sin poder político o ejecutivo real. Tampoco se otorga a militancia y círculos capacidad de veto sobre los presupuestos: no deciden sobre su propia financiación. Una propuesta que, creemos, llevará al progresivo desgaste (cuando no, extinción) de los círculos, relegados a un segundo plano, con menor capacidad de acción a nivel local y alejados de la sociedad civil. El proyecto de Adelante Madrid reduce la articulación con la sociedad civil y los movimientos sociales a una suerte de vehiculación e interlocución desde las áreas del Consejo Ciudadano Autonómico y las instituciones, insuficiente, bajo nuestro punto de vista, para la construcción de un movimiento popular.

Ganar antes de ganar: un pueblo para gobernarse

Existe así, entre los distintos proyectos, una tensión entre instituciones y movimiento popular que remite a distintas (y legítimas) herramientas o modelos de partido. Por un lado un proyecto que pone el foco fuera de las instituciones, con la militancia, círculos, sociedad civil y movimientos sociales como principales actores: movimiento popular y partido de masas. Frente a él otros proyectos parecen apostar por una mayor presencia y actividad en las instituciones, vehiculando e interlocutando desde estos espacios con la sociedad civil y los movimientos sociales como contrapeso al gobierno: parlamentarismo de oposición y partido de cuadros.

El marco de la Asamblea Ciudadana Autonómica nos brindará, con todo, la posibilidad de hablar y debatir en torno a distintos proyectos e ideas y posibles transacciones. Un proceso enriquecedor que definirá el Podemos del presente y futuro para la Comunidad de Madrid y en el que la última palabra la tendrán las inscritas y los inscritos. Pluralidad, debate y democracia, la esencia de Podemos. _______________

Víctor Rey es miembro del equipo de Podemos Escucha.

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