La portada de mañana
Ver
La red infinita del lobby de la vivienda: fondos, expolíticos, un alud de 'expertos' y hasta un pie en la universidad

Los barones

Hubo un tiempo en el que “los barones” eran los favoritos del SEO, que es la herramienta que posiciona los contenidos en internet, la que los coloca en el escaparate para que los lectores se interesen y hagan clic. Los móviles escupían decenas de titulares sobre “los barones” porque tenían el favor del SEO y porque estaban metidos en una trama política que hoy intentan resucitar algunos sectores de la derecha, como un ingrediente más del relato del fin de los días de Pedro Sánchez en la Moncloa.

“Los barones” han vuelto a estar de moda últimamente porque al PP le interesa trasladar que Pedro Sánchez se está quedando solo en su partido y porque hay unas elecciones autonómicas en las que los presidentes marcan perfil propio para maximizar sus apoyos. Quieren ganar (¡qué atrevimiento!) adaptando su discurso a las dinámicas propias de sus territorios. Es en ese contexto en el que hay que interpretar que Ximo Puig saque su paquete fiscal sin esperar al Ministerio de Hacienda o que se queje de las inversiones del Estado en Alicante, donde los socialistas valencianos tienen que echar el resto en las municipales. Para regocijo de los populares, Emiliano García Page cuestionó hace unas semanas la estrategia de la Moncloa de tildar de “insolvente” a Alberto Núñez Feijóo, quizá porque, cosas de la política, el líder popular puede ser la opción electoral en las generales de algunos votantes que él necesita para la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. A veces es tan sencillo como entender que lo que funciona para movilizar a la izquierda en Madrid no sirve para retener al centro en Toledo.  

A veces es tan sencillo como entender que lo que funciona para movilizar a la izquierda en Madrid no sirve para retener al centro en Toledo

Los presidentes autonómicos suenan en precampaña con voz propia, pero no uniforme, como pretenden trasladar desde algunos sectores de la derecha. Hoy no hay en el PSOE ni rastro de la unidad de acción que hubo contra Sánchez en 2016, cuando la gran mayoría de los poderes territoriales del partido se consagraron como "los barones” por su oposición al actual presidente del Gobierno. “Los barones”, tal y como los entendimos entonces, ya no existen porque no hay una comunidad de intereses ni un liderazgo alternativo como el que representaba entonces Susana Díaz. Están poco coordinados en general pero, en lo orgánico, no lo están en absoluto.

Los nostálgicos de “los barones” de 2016 han fantaseado estos días con una foto frustrada que tenía todos los ingredientes para el morbo: en el centro de la imagen iba a aparecer Felipe González, con García Page y Javier Lambán sentados a su izquierda y, a su derecha, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, que en junio pasado aplastó al candidato de Sánchez en Andalucía. Al parecer, la idea la tuvo la fundación del ex presidente y el plan era que, con motivo del 40 aniversario de las primeras elecciones de González, hablaran de incendios. Se lo han pensado mejor antes de salir chamuscados.

Ferraz sí que prepara un gran mitin de celebración de la efeméride en Sevilla en el que Pedro Sánchez aprovechará para tejer un hilo de continuidad del PSOE de 1982 hasta 2022 y, de paso, con Felipe González presente, lanzar un mensaje de unidad del socialismo, más allá de los matices y los tirones electorales. Porque puede haber empeño en que lo parezca, pero no se está cociendo ninguna rebelión de “los barones” ni estamos ante un remake de la trama de 2016. No hay ningún indicio de ello ni ninguna posibilidad.

Desde que se impuso en las primarias, el líder socialista no ha vuelto a oír un ruido en las federaciones socialistas. Es más, hace y deshace a su antojo en el partido sin que nadie levante la mano ni siquiera para replicarle. Y hay un detalle que quizá ignoran en la derecha cuando alimentan la ficción de una conspiración de “los barones” contra Sánchez: aunque quisieran, que no es el caso, no pueden. De los excesos de la guerra interna de hace seis años salió un PSOE que dota a su líder de amplísimos poderes frente a los aparatos territoriales. Por cierto, que esos estatutos a la medida de Sánchez los hizo un tal Félix Bolaños. Entonces era un perfecto desconocido para el SEO. Y para “los barones”.

 

 

Más sobre este tema
stats