Garamendi vuelve al redil

El primer acto oficial de Antonio Garamendi como presidente de la CEOE fue en La Habana en 2018 junto a Pedro Sánchez, en un foro empresarial donde el flamante líder de la patronal le agradeció efusivamente que hubiera viajado para acompañar a las empresas españolas y desbloquear los impagos. Se hizo habitual verle en estas citas y también su tono institucional, remando por la marca España, en una actitud constructiva que llamaba más la atención a medida que se fueron confirmando los derroteros del liderazgo de Pablo Casado en el PP. En plena pandemia, cuando Casado ya pensaba que estaba hecho porque el Gobierno iba a caer, Garamendi se empeñó en poner el hombro de la patronal para que el diálogo social ayudase a salir de la crisis como estaban haciendo las instituciones, la cadena alimentaria o la ciencia. Todos, menos la oposición. 

Muy posiblemente, Garamendi lo hacía por las empresas españolas, pero era un filón para el Gobierno. Le permitía retratar la inutilidad del PP y desarmaba el discurso hiperbólico de la coalición radical. Garamendi descolocaba al PP, su aliado político natural, la misma medicina que Núñez Feijóo quiso administrar al PSOE al poco de llegar a Génova: se fue con la ex ministra de Trabajo Fátima Báñez a un desayuno del secretario general de UGT. Las fotos de los abrazos y los apretones de mano sentaron a cuerno quemado en Ferraz a pesar de que fueron solo una anécdota después de todas las bendiciones del presidente de la CEOE a los socios progresistas. El patrón de los patrones se atrevió incluso a no demonizar los indultos a los líderes independistas. Es más, les dio la bienvenida si facilitaban la normalización de la situación en Cataluña.

Aquello fue alta traición y ahora ya es pasado. Garamendi ha vuelto al redil. Nadie esperaba esta semana que apoyara el alza del SMI aunque sí ha sido un gesto feo que ni siquiera se haya sentado a la mesa de negociación, por la necesidad de hacer equilibrios internos en su organización. Y a algunos en el Gobierno ha molestado que el día después de plantar a Pedro Sánchez y al primer ministro de Marruecos en Rabat se fuera a Génova a hacerse la foto con las nuevas caras del equipo de Feijóo. O se la hicieron, quién sabe. Pero de lo que no hay duda es de que la CEOE ha estrechado lazos con la dirección popular, de hecho ha anunciado esta semana el fichaje de José Luis Ayllón, ex diputado con el PP. El ex jefe de gabinete de Mariano Rajoy se encargará de las relaciones institucionales de la patronal.

De lo que no hay duda es de que la CEOE ha estrechado lazos con la dirección popular, de hecho ha anunciado esta semana el fichaje de José Luis Ayllón, ex diputado con el PP y ex jefe de gabinete de Mariano Rajoy

Será que la precampaña pone a cada uno en el sitio donde se le espera. Sánchez se ha pasado los primeros años de su mandato engatusando al Ibex pero últimamente les echa sermones sobre la redistribución de la riqueza que traen a las energéticas de cabeza. Y además les sube los impuestos. Ahora los directivos de las principales compañías se sientan en los desayunos informativos de Núñez Feijóo, buscando en su equipo alguna cara que les sirva para la cartera de Nadia Calviño. En uno de esos foros mañaneros acabaron todos mirándose de reojo porque el líder del PP les empezó a contar que el Gobierno estaba “intervenido por sus socios en una nueva versión del 155”. Ellos pensaban que iban a hablar de economía.

Por mucho desconcierto que la alternativa pueda a veces provocar incluso a los empresarios, lo que está claro es que el nuevo PP ha sabido moverse para acercar a la patronal a su ámbito de influencia. Habría sido demasiado torpe no hacerlo tras el giro de Sánchez a la izquierda en el Debate del Estado de la Nación, aunque está por ver cómo acaba la legislatura, que todavía queda casi un año. Lo que no es un futurible son los 13 acuerdos fruto del diálogo social. Son el legado de la oveja descarriada de la estrategia de la derecha en estos años convulsos. Y surgen muchas preguntas si Núñez Feijóo gobierna. ¿Revocaría el PP una reforma laboral avalada por la CEOE? Lleva la firma de Antonio Garamendi, que tiene mandato al frente de la patronal hasta 2026. A veces, lo de estar o no en las fotos no es lo más importante. 

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