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#ChatControl, o cómo proteger a los menores en internet

Sergio Salgado

Seremos claros: Chat Control, nombre con el que popularmente se conoce al Reglamento europeo para prevenir y combatir el abuso sexual infantil' NO es una regulación contra el abuso sexual infantil que perjudica a Internet. Es solo una regulación contra Internet, que olvida el abuso sexual infantil, salvo para usarlo propagandísticamente para justificar sus desvaríos. Pero tenemos buenas noticias.

En su propio título, epígrafes y justificaciones, el reglamento establece que su objetivo es prevenir y combatir los abusos sexuales a menores. Una regulación así parece urgente para dotar de medios, herramientas, políticas de prevención y marco legal de actuación a profesores, pediatras, psicopedagogos, trabajadores sociales, policías especializados y otros trabajadores que están en primera línea para identificar y actuar en este tipo de casos.

Es solo una regulación contra Internet, que olvida el abuso sexual infantil, salvo para usarlo propagandísticamente para justificar sus desvaríos

Pues bien, no hay ni una sola palabra sobre nada de esto en las 140 páginas de la regulación. De hecho, no hay ni una sola palabra sobre nada que no sea el control de Internet. De aprobarse el actual texto, el reglamento obligaría a las plataformas digitales a implantar mecanismos de vigilancia masiva de todas las comunicaciones de sus usuarios para rastrear contenidos, con la excusa de detectar materiales de abuso sexual infantil. 

La vigilancia de tus comunicaciones no sería llevada a cabo por especialistas, sino por las compañías que estarían obligadas a hacerlo. Un programa que escanea todo lo que dices, pero que promete ser capaz de ignorar todo lo que no sean materiales de abuso sexual infantil. Una tecnología infalible que plantea un problema para cualquiera que entienda un mínimo de seguridad: que no existe ni existirá jamás. 

Lo que proponen es una brecha de seguridad en sí. Se deberían implementar las llamadas "puertas traseras" que introducen los proveedores de tecnología para romper el cifrado y monitorizar la comunicación en las aplicaciones y en los repositorios. Estas pueden ser y serán usadas por criminales y servicios de inteligencia extranjeros. No existe la posibilidad de crear puertas traseras que puedan ser solo usadas por "los buenos". Un internet menos seguro es un internet menos seguro también para los menores.

La obligación para los proveedores de instalar estos programas espía caros, ineficaces y sofisticados conlleva otros problemas también. ¿Quién tiene ya estos programas? ¿Quién puede asumir los riesgos y costes de la nueva regulación? He aquí otro de los efectos buscados: expulsar del mercado a pequeñas y medianas empresas, a proyectos descentralizados, a iniciativas libres y a todo lo que no sean los grandes monopolios de internet. Es un ataque a la propia estructura de internet, una herramienta no centralizada y colaborativa que no debe ser controlada por unas pocas empresas poderosas que vigilan capilarmente a todas las personas usuarias.

En la larga lista de perjudicados por la regulación también nos encontramos a los propios investigadores contra el abuso sexual infantil. Estos investigadores saben que los delincuentes rara vez utilizan servicios de mensajería convencionales para compartir material. Incluso admitiendo el argumento falaz de que un porcentaje bajo de inocentes señalados sería admisible, se colapsaría a los investigadores con millones de informes automatizados de escasa precisión, la mayoría de los cuales son criminalmente irrelevantes, al tiempo que acusarían a personas inocentes.

Ya sabemos que esta tecnología es propensa a errores porque algunos servicios de grandes plataformas como Facebook, Gmail y Outlook ya usan tecnología similar en sus servicios, por ejemplo, para identificar desnudos cuando no está permitido en sus plataformas. Todos tenemos experiencia de su falta de precisión. La Unión Europea quiere nombrar "policías de internet" a grandes empresas de internet que han demostrado que ni siquiera pueden cumplir las promesas de sus propias políticas de moderación de contenidos.

Además de la sociedad civil, con la campaña Stop #ChatControl la propuesta ha sido duramente criticada por prensa especializada, pymes del sector, el Centro Europeo para la Democracia y la Tecnología, más de 300 académicos especializados en seguridad, el Servicio Científico del Parlamento Europeo, el Comité de Asuntos Digitales del Parlamento Alemán o el Comité de la Unión Europea del Parlamento Austriaco, el Parlamente Suizo, el servicio jurídico del Consejo de la UE... 

Es crucial dejar claro que Chat Control no es la solución adecuada para abordar el problema del abuso sexual infantil. Este proyecto no demuestra que nuestros representantes están dispuestos a sacrificar la libertad y la privacidad para proteger la seguridad de los menores, sino que están dispuestos a sacrificar la seguridad de los menores para perjudicar la libertad, la privacidad y un Internet democrático.

Los defensores de esta pesadilla para la privacidad han demostrado su disposición a cruzar todas las líneas rojas. Recientemente, una investigación reveló una red de influencias orquestada por lobbies ultraconservadores con fuertes intereses comerciales y políticos para influir en la opinión pública, los medios y los eurodiputados a favor de la regulación. Esto se hizo por parte de la propia Comisión Europea a través de microtargeting, una práctica recientemente prohibida en la UE.

Sin embargo, los esfuerzos que estamos haciendo activistas por los derechos digitales y la sociedad civil están dando sus frutos cada día. De momento se han conseguido dos grandes victorias gracias al apoyo del ciudadano.

Por un lado, la intención de aprobar esta regulación rápidamente ha fracasado. Un grupo de Estados finalmente ha rechazado el texto actual. 

Por otra parte, en lo que parece ser el golpe de gracia al actual texto, la presión ha obligado a las y los políticos impulsoras de esta regulación en el Parlamento Europeo a aceptar enmiendas que cambian su contenido radicalmente.

Estas enmiendas harían que el monitoreo de las comunicaciones no fuera generalizado ni preventivo, sino a personas concretas si hay indicios de actividad delictiva. También dejarían fuera el cifrado, una de nuestras principales reivindicaciones y uno de los principales peligros de la regulación.

Aunque no es una victoria definitiva y no debemos relajarnos, es sin duda un duro golpe para esta peligrosa propuesta. Se trata una victoria histórica para los defensores de la privacidad, una “bofetada de la sociedad civil a la Comisión Europea” (como dijo el periodista Carles Planas) y una buena noticia para un internet más seguro para todas las personas incluidas las menores de edad.

Ahora se trata de que la Comisión y el Consejo acepten su derrota en el Parlamento y propongan un nuevo texto que incorpore las enmiendas propuestas por la mayoría de los grupos. Oficialmente, su texto en su actual redactado sigue vivo y sigue siendo peligroso.

La propuesta, sea cual sea finalmente, se votará previsiblemente este año 2023, en plena presidencia española de la UE. 

Durante el proceso, el Gobierno se posicionó con la postura más extrema y conservadora junto con Hungría e Italia

Por lo tanto, el papel de la sociedad civil española está siendo clave para impedir este atropello y seguirá siéndolo hasta derrotar definitivamente esta iniciativa.

Por estos motivos, una coalición compuesta por Xnet, Éticas, Interferencias, Guifi.net , Political Watch, The Commoners, DigitalFems, AlgoRace, Algorights, Expansion of the Open Network, Club Manhattan, Platoniq, Ars Games, Pangea, Drets Digitals e Internet Society Catalan Chapter está interpelando al Gobierno y a las y los europdiputados.

Más información:

https://xnet-x.net/es/chatcontrol-monitorizacion-automatizada-conversaciones-IA

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Sergio Salgado es miembro de Xnet.

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