El espejo retrovisor

Javier Alfonso Cendón

El éxito del progreso de una sociedad está en seguir avanzando sin perder de vista el pasado, para no volver a cometer los mismos errores, para no olvidar de dónde venimos y seguir sumando mejoras y libertades con respecto a lo que vamos dejando atrás. 

La paradoja se da cuando ‘el vehículo’ queda inmovilizado totalmente, cuando alguien fuerza esa parálisis, pisa el pedal de freno y no quiere levantar el pie. Por capricho, por una irresponsabilidad que solo busca el propio interés.

Así nos encontramos en Castilla y León, con un equipo amañado que tiene la maquinaria atada, y que encima es rehén de Vox gracias a las malas decisiones de Mañueco. Sufriendo un bloqueo que ya acumula más de tres meses sin un gobierno y todavía sin una explicación clara de por qué se convocaron las elecciones autonómicas, en el peor momento, en plena recuperación económica, durante la lucha contra la pandemia y la llegada del mayor volumen de fondos de la UE y del Gobierno; fundamentales para transformar el modelo productivo y la economía de esta comunidad autónoma.

Vox sabe que Mañueco acepta chantajes y está dispuesto a entregarse a los pies de la extrema derecha. Han cedido y van a seguir cediendo, asumiendo cada humillación de sus nuevos socios. Y lo peor de todo es que mientras el PP sigue consintiendo y termina de negociar el reparto de sillones en el Consejo de Gobierno, los perjudicados, quienes siguen perdiendo kilómetros hacia un futuro prometedor, son los ciudadanos de Castilla y León.

Esta inestabilidad es todavía más imprudente tras haberse conocido el Informe Cáritas, que señala un aumento de un 54% de las personas en exclusión severa desde 2018, llegando a las 225.000. 

Mientras tanto, en Castilla y León vivimos una situación de crisis económica y social agravada por los precios de la energía y la invasión de Ucrania, estamos sin presupuesto autonómico, no se gestionan los fondos europeos y no se pueden tramitar leyes en las Cortes. 

Los castellanos y los leoneses no podemos dejar de mirar a la vecina Asturias, donde se ha producido un incremento del bono social térmico y un adelanto del 90% de las ayudas de la PAC

Las comparaciones son odiosas, pero nos hacen abrir los ojos a una realidad injustamente diferente dependiendo de la tierra donde se vive. De esta forma, los castellanos y los leoneses no podemos dejar de mirar a la vecina Asturias, donde se ha producido un incremento del bono social térmico y un adelanto del 90% de las ayudas de la PAC. O hacia Baleares y la Comunidad Valenciana, por ejemplo, donde ya acumulan 5,5 millones para el sector del transporte y ayudas a la financiación para empresas exportadoras afectadas por impagos o retrasos en los cobros, respectivamente.

En contraste con la mala gestión de PP y Vox, desde el PSOE se están proponiendo medidas para poner en marcha que no pueden esperar ni un minuto más. Para paliar esta situación que viven los ciudadanos de Castilla y León, los socialistas hemos estudiado una ayuda extraordinaria directa para luchar contra la pobreza energética, ayudas para diversificar los mercados internacionales de las empresas de Castilla y León cuya dependencia de Ucrania y Rusia sea considerable, y otras destinadas a garantizar la liquidez de las empresas exportadoras afectadas por impagos o retrasos en los cobros de importadores.

Un conjunto de acciones que se reafirman con lo anunciado por el Gobierno central, que ha cumplido presentando un Plan de Choque para amortiguar los efectos económicos de la guerra de Putin, que movilizará 16.000 millones entre ayudas y créditos. Un plan urgente, necesario y beneficioso. Con él, va a cambiar la tendencia en los precios de la energía y el impacto negativo de la guerra. 

Estamos viendo a un presidente del Gobierno que se desvive por su país, dentro y fuera de nuestras fronteras, que defiende los intereses de España y que despliega un necesario patriotismo europeo en las instituciones comunitarias. Ojalá el PP despierte y tome nota.

Porque es necesario arrancar de una vez, con los sentidos en alerta y la voluntad de alcanzar consensos que repercutan positivamente en todas las oportunidades que presenta nuestro territorio. En definitiva, necesitamos avanzar, pero sin perder de vista el espejo retrovisor.

Javier Alfonso Cendón es diputado por León y portavoz de Ciencia del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.

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