Hay otras Ucranias

Ángel Viviente Core

Me siento muy saturado. Los noticiarios de cualquiera de las cadenas que veas, de los medios escritos, de la redes, no hacen sino reincidir en lo mismo, como un martillo pilón que te estuviera machacando poco a poco el cerebro.

Hace un par de años fue la pandemia, ahora la guerra de Ucrania, con pequeños “cortos” sobre las varias corrupciones que nos aquejan. Es como si los medios de comunicación recibiesen instrucciones claras sobre lo que ha de hablarse en cada momento. Antes fueron los No-Do, ahora es esto.

¿Qué pasa? ¿No hay otras noticias?

Efectivamente, miro a mi alrededor y veo que, siendo lo de Ucrania algo importante, no lo veo con la entidad suficiente como para que anule otras malas noticias de nuestro mundo, que nos haga pensar que solo existe esto.

Sí, ahora hay una diáspora dentro de Europa, gentes que huyen de sus hogares y de su país y que buscan un buen recibimiento en otros países de la acogedora Europa. ¿Son los únicos? ¿Es algo nuevo?

Miles de personas de África, América o Asia, que huyendo de situaciones similares a esta, conflictos militares, hambrunas, barbarie, se ponen a nuestras puertas solicitando un mínimo de comprensión y acogimiento

No dejo de pensar en los miles de personas de África, América o Asia, que huyendo de situaciones similares a esta, conflictos militares, hambrunas, barbarie, se ponen a nuestras puertas solicitando un mínimo de comprensión y acogimiento. Estos no vienen en autobús, trenes, aviones, pagados por los gobiernos occidentales y ONG´s, estos vienen sacrificando sus escasos ahorros y poniendo en peligro sus vidas al atravesar zonas en conflicto y mares que se los traga.

Muchas veces, las más, son rechazados y devueltos a sus países de origen, en donde saben que encontrarán a buen seguro la muerte. A estos no se les da certificados de residencia en veinticuatro horas, ni lugares de acogida, ni trabajo.

¿Cuál es la diferencia? Dicen algunos que es que nos son más cercanos. ¿De verdad está más cerca de nosotros Ucrania que Marruecos y otros países subsaharianos? Ah, no, no se refiere a cercanía en kilómetros, es que estos son rubios de ojos azules y los otros más oscuros, más incluso que nuestras gentes del sur. Es que estos de Ucrania llevaban una vida similar a la nuestra, con sus casas, sus coches, sus televisiones, muy parecido a lo nuestro.

Los de “allá abajo” siempre han estado mal, están acostumbrados a sufrir, no es nada nuevo para ellos y por tanto no sufren tanto, nos decimos, estamos acostumbrados, se nos ha hecho normal y lo aceptamos. Estos de Ucrania son como nosotros, y nos inunda el vértigo de ver que es como si nos pasara a nosotros, como si nos fuera a pasar. Los otros no, esos son de otra galaxia.

Se echan las manos a la cabeza mucha gente, los gobiernos incluidos, hablando de la agresión y del hostigamiento de Rusia sobre Ucrania, de un Estado sobre otro. ¡Qué novedad!, condenable, claro, pero ¿es nuevo? ¿Por qué nos asustamos de esto y de otras cosas no?.

La agresión continuada de un Estado, del gusto de USA-imperio, sobre el pueblo de Palestina, al que se le han arrebatado sus derechos sobre su tierra durante años, el hostigamiento sobre el pueblo saharaui. ¿Qué ocurre en Somalia?, ¿en Sudán?, ¿en Iraq?, etc ¿Qué ocurre en países amigos del imperio en los que se pisotean todos los derechos humanos, como Arabia Saudí, Qatar, Kuwait? Eso no son noticias que llenen medios. No, oiga, esos son nuestros amigos.

En particular España, está entregando mucho dinero a la causa de Ucrania, en ayudas por parte de las ONG´s y en material militar. La última información es la “donaciónde 45 millones de euros. ¿Cuánto en alimentos? ¿Cuánto en ayudas a los que recibimos en nuestro país? Y yo pregunto ¿Cuánto gasta España en ayudas a los que atraviesan nuestras fronteras en pateras? Sí, claro, razones de política geoestratégica.

Tampoco hay que ir tan lejos, no hace falta irse ni a Ucrania ni a África. En España misma estamos en un índice de pobreza del 7% y en una tasa de riesgo de pobreza del 21% de la población (datos del Instituto Nacional de Estadística). Eso es mucha gente, muchos miles. Está bien ayudar a otros, no me voy a poner en plan nacionalista, pero digo dos cosas: 1) Que si se ayuda a un país como Ucrania, no veo por qué no han de adoptarse medidas similares en la ayuda de otros países y a sus gentes que nos piden su ayuda en condiciones igualmente desfavorables. 2) Que habría que medir la inversión en esos menesteres, comparativamente con lo que se dedica a reducir las bolsas de pobreza que existen en nuestro país.

No es aceptable que en aras de “quedar biencon nuestros socios comunitarios y, sobre todo, con el dueño del imperio, se “quede mal” con aquellos ante los que un gobierno, y especialmente si se dice progresista, debe quedar bien, sus representados, los ciudadanos que a través de su votos le han asignado la función de mejorar sus condiciones de vida.

En definitiva que sí, amigos, que hay otras Ucranias, otra cosa es que no las queramos ver, ni nos las enseñen.

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Ángel Viviente Core es coordinador General Convocatoria Cívica.

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