Los hombres copan los segundos niveles de un Gobierno obligado ahora a hacer cambios para cumplir la ley

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La ley de paridad vuelve, de nuevo, al Consejo de Ministros. La norma, que no se llegó a aprobar definitivamente la legislatura pasada por el adelanto electoral, obliga a gobiernos, partidos políticos, empresas cotizadas, entidades de interés público y colegios profesionales a tener una representación equilibrada de mujeres y hombres en sus órganos de decisión, de entre el 60% y el 40%. El Gobierno quería que esta norma se empezara a implementar a partir del 1 de julio de 2024 de manera gradual, pero los plazos se retrasarán por los trámites que debe superar previamente la ley.

Sin embargo, ya lo dice el refrán, en casa del herrero, cuchillo de palo. Y el Ejecutivo de coalición, pese a contar con mayoría femenina al frente de los ministerios —12 mujeres por 11 hombres, incluyendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez— incumple su propia ley en los segundos escalafones de la administración. Tal y como está organizado el Ejecutivo, hay 19 hombres al frente de las Secretarías de Estado —la segunda persona con más rango del ministerio— por 9 mujeres, lo que desequilibra la balanza y obliga al Ejecutivo a hacer cambios si quiere cumplir con su propia ley. En el caso de las Subsecretarías sí hay equilibrio entre hombres y mujeres: 9 para ellos y 11 para ellas.

Tras conocerse los primeros nombramientos, que se ratificaron en los Consejos de Ministros del 21 y del 28 de noviembre, Sánchez dio la orden de frenar algunos nombramientos para adecuarse a este principio de Igualdad. Aunque ya se han realizado la mayoría de nombramientos, hay algunas carteras que todavía no han completado los suyos como Igualdad, Transformación Digital, Industria y Ciencia, mientras otros ministerios como Exteriores, Hacienda o Interior de momento mantienen la misma estructura que la la legislatura pasada pero no descartan hacer cambios.

Justicia, Transportes, Política Territorial, Interior y Agricultura: los ministerios más masculinizados

El ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, dirigido por Félix Bolaños, es uno de los más masculinizados en cuanto a su organigrama. Además de que su cara visible es un hombre —lo que supone un cambio respecto a la legislatura anterior, ya que la cartera de Justicia estaba dirigida por Pilar Llop— las dos Secretarías de Estado dependientes de la cartera también están copadas por ellos: la de Justicia por Manuel Olmedo y la de Relaciones con las Cortes por Rafael Simancas. El primero fue nombrado la pasada semana, mientras que el segundo está en el cargo desde la pasada legislatura. En el siguiente nivel, también hay un hombre ocupando la Subsecretaría de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Alberto Herrera, cuyo nombramiento también se ratificó la pasada semana.

El Ministerio del Interior sigue dirigido por Fernando Grande-Marlaska y tiene en sus dos escalafones inferiores a otros dos hombres: a Rafael Pérez Ruiz en la secretaría de Estado de Seguridad y a Ángel Luis Ortiz como secretario general de Instituciones Penitenciarias. Fuentes del ministerio no descartan que se produzcan más nombramientos pero, a día de hoy, solo hay una mujer dentro del organigrama de mando: Isabel Goicochea, subsecretaria de Interior.

En el caso del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, en manos de Óscar Puente, sucede lo mismo —al igual que en el caso de Justicia ha pasado de estar en manos de una mujer, Raquel Sánchez, a ser dirigido por Puente—. Las mujeres han quedado apartadas de los principales puestos de poder dentro de la estructura ministerial. La Secretaría de Estado la ocupa desde la pasada semana José Antonio Santano, exalcalde de Irún, mientras que el subsecretario del ramo es Jesús Manuel Gómez, ratificados ambos en el último Consejo de Ministros.

Por lo que respecta al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, está ocupado por Ángel Víctor Torres, expresidente de Canarias —el traspaso también ha sido de una mujer, Isabel Rodríguez— y tiene dos Secretarías de Estado. La de Memoria Democrática sigue estando ocupada por Fernando Martínez, mientras que la de Política Territorial será para Arcadi España, según ha adelantado la Cadena Ser. El nombramiento será, previsiblemente, aprobado este martes. La Subsecretaría, en este caso, sí recae en una mujer, Berta Pérez, nombrada la pasada semana.

Luis Planas sigue al frente de Agricultura, aunque era uno de los favoritos en las quinielas para salir de la coalición. En su caso solo cuenta con una Subsecretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación, actualmente dirigida por Ernesto Abati, por lo que también deja el poder en manos solo de ellos.

Hacienda, Defensa y Economía, los más feminizados

La actual ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, puede presumir de que en su cartera ellas son mayoría. La Secretaría de Estado de Hacienda es la única que está dirigida por un hombre, Jesús Gascón, mientras que la de Presupuestos y Gastos y la de Función Pública están lideradas por dos mujeres: María José Gualda y Lidia Sánchez respectivamente. Además, la Subecretaria de Hacienda y Función Pública​ también está dirigida por una mujer, María del Pilar Paneque.

En el caso de la cartera de Nadia Calviño, a la que Sánchez ya le ha encontrado un reemplazo cuando se marche a presidir el Banco Europeo de Inversiones, también está ocupado por más mujeres que hombres —aunque todo podría cambiar en función de quién la sustituya—. El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa es Gonzalo García, que repite en el cargo, al igual que la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez. Además, la pasada legislatura el Consejo de Ministros dio el visto bueno al nombramiento de Amparo López como subsecretaria de Economía, Comercio y Empresa.

En el Ministerio de Defensa, salvo que Margarita Robles haga un cambio en su organigrama, también hay mayoría abrumadora de mujeres. La secretaria de Estado de Defensa es Amparo Valcarce, mientras que la persona encargada de dirigir el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) es Esperanza Casteleiro. El Estado Mayor de la Defensa sí que es un hombre, Teodoro López Calderón, mientras que la subsecretaria del ramo también es una mujer, Adoración Mateos.

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Por lo que respecta a los ministerios de Sumar, la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuenta con un hombre y una mujer en las Secretarías de Estado. En la de Trabajo repite Joaquín Pérez Rey mientras que la de Economía Social, de nueva creación, está dirigida por Amparo Merino Segovia. Sin embargo, la Subsecretaría decanta la balanza en favor de ellos: José Ramón del Prado fue elegido la pasada semana como el subsecretario del ramo.

En Cultura, el ministro Ernest Urtasun nombró la pasada semana como secretario de Estado, un cargo de nueva creación, a Jordi Martí Grau, mientras que la subsecretaría quedó en manos de María Pérez. En Sanidad, cartera dirigida por Mónica García, la Secretaría de Estado está dirigida por quien fuera su número dos en la Asamblea, Javier Padilla, mientras que la Subsecretaría está en manos de Ana María Sánchez.

Por lo que respecta a Derechos Sociales, ministerio dirigido por Pablo Bustinduy, la Secretaria de Estado queda en manos de Rosa Martínez —sustituyó a Nacho Álvarez— mientras que la Subsecretaría está dirigida por Rubén Vaz. Por lo que respecta al Ministerio de Juventud e Infancia, en manos de Sira Rego, su equipo es completamente masculino: el secretario de Estado es Rubén Pérez Correa mientras que el subsecretario es Rafael Escudero.

La ley de paridad vuelve, de nuevo, al Consejo de Ministros. La norma, que no se llegó a aprobar definitivamente la legislatura pasada por el adelanto electoral, obliga a gobiernos, partidos políticos, empresas cotizadas, entidades de interés público y colegios profesionales a tener una representación equilibrada de mujeres y hombres en sus órganos de decisión, de entre el 60% y el 40%. El Gobierno quería que esta norma se empezara a implementar a partir del 1 de julio de 2024 de manera gradual, pero los plazos se retrasarán por los trámites que debe superar previamente la ley.

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