Los barones del PP retan a Rajoy y se oponen al 'déficit a la carta'

El nuevo quebradero de cabeza para el PP y para el Gobierno tiene que ver con el déficit autonómico. Las comunidades gobernadas por el PP están en alerta ante la posibilidad de que el Ejecutivo, a priori partidario de pactar objetivos diferenciados de déficit, acabe premiando a Catalunya permitiendo a la Generalitat un objetivo del 2%. Por este motivo, cada reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas genera recelo en las filas conservadoras. Así ocurrió hace un mes cuando se conoció que ambos se habían reunido en secreto. Y así sucedió el pasado viernes, cuando mantuvieron un encuentro después de que el líder del Ejecutivo visitara la semana pasada el salón del automóvil en Barcelona.

Los barones del PP que el pasado año cumplieron con las cifras de déficit marcadas por el Gobierno remacharon este martes su posición de rechazo frontal a la fijación de objetivos diferenciados. Esto ocurre 24 horas después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hiciera un llamamiento a la "generosidad" pidiendo "no tirarse los trastos a la cabeza". Lo hizo en el transcurso de una rueda de prensa conjunta junto al primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho. El líder de los conservadores aseguró que en esta materia el Gobierno "tiene la última palabra", pero mostró su disposición a que se busque el consenso.

Las regiones que han mostrado una postura más firme contra este déficit 'a la carta' han sido Extremadura, Aragón, La Rioja o Madrid, todas en manos de gobiernos conservadores. 

Por ejemplo, Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, insistió en la necesidad de un objetivo conjunto, "un objetivo de país". Al mismo tiempo, quiso dejar claro que no aceptará que se beneficie a las comunidades que no han cumplido frente a aquellas que sí han hecho sus deberes.

En un sentido similar, el Gobierno Extremeño, en manos de José Antonio Monago, advirtió en un comunicado de no tolerarán que se beneficie a Catalunya costa de quienes sí han cumplido.

No es una batalla que venga de lejos, las comunidades autónomas han mantenido posiciones enfrentadas desde que el Gobierno abriese la posibilidad a establecer objetivos individualizados, siempre y cuando la media fuese del 1,2 por ciento comprometida con Bruselas. Esta posibilidad se abrió durante el pasado Congreso de Política Fiscal y Financiera. El titular de Hacienda invitó a la creación de grupos de trabajo a fin de ver de qué forma podían cumplir con los objetivos de déficit. Y las comunidades ya salieron de esta cita enfrentadas. 

Para el PP es un tema que, como el de la reforma local, preocupa. Y ya están pensando en celebrar una cumbre de presidentes antes del verano en la sede nacional del partido para calmar las tensiones y unificar el mensaje.

Mientras, este mismo martes, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, defendió que el establecimiento de déficits diferentes puede ayudar a que entre todas las autonomías se cumpla el objetivo del 1,2 por ciento "desde una óptica realista". "Y una óptica realista es tener en cuenta las diferencias de quien es diferente", subrayó, según informa Europa Press.

Pese al mensaje de Hacienda, las comunidades que ya cumplieron con la cifra fijada no están dispuestas a que aquellas que superaron el límite puedan resultar beneficiadas en este reparto individualizado, sobre todo Cataluña. El Gobierno de la Generalitat pide un límite que supere el 2 por ciento.

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En el extremo opuesto, partidarias de un déficit diferenciado, se ubicarían, junto a Catalunya, otras comunidades gobernadas por el PP. Es el caso de Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.

Guindos responde

En este contexto, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, intentó quitar importancia al enfrentamiento y vaticinó que "la cooperación y la coordinación acabará sin duda imponiéndose".

El nuevo quebradero de cabeza para el PP y para el Gobierno tiene que ver con el déficit autonómico. Las comunidades gobernadas por el PP están en alerta ante la posibilidad de que el Ejecutivo, a priori partidario de pactar objetivos diferenciados de déficit, acabe premiando a Catalunya permitiendo a la Generalitat un objetivo del 2%. Por este motivo, cada reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas genera recelo en las filas conservadoras. Así ocurrió hace un mes cuando se conoció que ambos se habían reunido en secreto. Y así sucedió el pasado viernes, cuando mantuvieron un encuentro después de que el líder del Ejecutivo visitara la semana pasada el salón del automóvil en Barcelona.

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