Caso Rato
Cuatro de las siete empresas de Rato cuyas cuentas bloquea el juez fueron creadas cuando era vicepresidente del Gobierno
Cuatro de las siete sociedades de Rodrigo Rato y su familia cuyas cuentas y productos financieros permanecen bajo bloqueo por orden del mismo juez que el jueves ordenó el arresto del antiguo político, luego director gerente del FMI y finalmente presidente de Bankia, fueron creadas mientras este dirigía la economía española como vicepresidente del Gobierno. Esas cuatro sociedades –Kradonara 2001 SL, Rodanman Gestión 3 SL, Explotaciones de Carabaña SL y El Manantial de la Información SL– emprendieron sus actividades con un capital social que entre todas sumaba 433.000 euros. Antes de que Rato abandonase el Gobierno en 2004, y tras sucesivas ampliaciones de capital, esa cifra ascendía ya a un millón de euros.
Dado que la ley se lo impedía, Rato no las dirigió formalmente durante su mandato público ni ocupó ningún cargo en sus respectivos órganos de administración. A Rato se le investiga por supuestos delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.
Rodrigo Rato entró en el Gobierno de José María Aznar en mayo de 1996 y no abandonó el Gabinete hasta abril de 2004. A lo largo de esos ocho años, y mientras el emporio construido por los Rato Figaredo en décadas anteriores sobrevivía con controvertidos préstamos como el de tres millones de euros otorgado en 2001 por el banco suizo HSBC o los varios créditos concedidos por la entonces semipública Argentaria –el actual BBVA–, nacieron cuatro nuevas sociedades.
Todas ellas están ahora bajo la lupa judicial tras la denuncia de la Agencia Tributaria. Y algunas ocupan un lugar clave en el entramado sujeto a investigación. Por ejemplo, Rodanman Gestión 3 SL, constituida en julio de 1997, y Explotaciones de Carabaña SL, que inició su andadura dos años más tarde, en julio de 1999.
Ambas dominan accionarialmente una de las sicav de Rato, Donald Inversiones SA, justamente aquella cuyas cuentas también ha bloqueado el juez y en cuya presidencia se sienta Santiago Cobo, el marido de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, como publicó este martes infoLibre. También Donald Inversiones arrancó sus actividades mientras Rato se sentaba en la vicepresidencia económica del Gobierno: se constituyó en febrero de 2003, pero este diario no la ha computado en la lista de nuevas sociedades acuñadas por Rato y su familia durante su etapa ministerial ante la duda de si le perteneció desde el comienzo o si, por el contrario, desembarcó en ella en 2008, que es cuando Santiago Cobo se convirtió en su presidente.
Cobo también figura como administrador de otra de las mercantiles de Rato gestadas durante su época de vicepresidente económico: El Manantial de la Información SL.
Una última compañía
La cuarta compañía creada en aquella etapa es una de las más oscuras de la serie: la gaditana Kradonara 2001 SL, constituida en noviembre de 2001 y que desde el primer momento consta como filial al 100% de la británica Vivaway, compañía británica administrada por otra sociedad, esta gibraltareña. Según el diario El Mundo, lo que Hacienda sostiene es que Rodrigo Rato utilizó Explotaciones de Carabaña y Rodanman Gestión 3 SL para, en julio de 2013, donar a sus dos hijos participaciones por 2,6 millones millones. Luego, las recuperó mediante recompra vía Kradonara 2001, a cuyo frente se sitúa su secretaria de toda la vida, Teresa Arellano. El exvicepresidente del Gobierno habría logrado así disminuir artificialmente su patrimonio para evitar el pago de fianzas millonarias en el caso Bankia, donde ya entonces estaba imputado.
En el caso Bankia, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha fijado para Rato una fianza civil de 133 millones que deberá depositar la entidad financiera si el exministro no lo hace. El banco que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri ya ha anunciado que pedirá el embargo de bienes de Rato para que haga frente a esa caución, con la que el juez busca asegurarse de que las indemnizaciones y multas se pagan de manera efectiva en caso de una eventual condena.