"Mi bisnieta vino aquí a ser feliz y no a sufrir": el festival que hace memoria de la represión franquista

Cristina Iglesias Mougán ha asistido al Sinsal, el evento de música que se celebra en San Simón cada verano, y, emocionada, recuerda a su bisabuelo represaliado en este lugar cuando era un campo de concentración franquista: "Soy la primera Mougán que entra aquí en libertad". Según informa EFE.

El Sinsal es un evento único por muchas cosas: su cartel es secreto, se celebra en un lugar único y, además, cuenta con un espacio dedicado a la memoria histórica de una isla que, entre otras cosas, fue utilizada para la represión franquista.

Con todo eso en la mente llegó Cristina Iglesias Mougán desde Ribadumia (Pontevedra) hasta la isla de San Simón y, tras desembarcar, le cayeron las lágrimas al pensar en lo que sufrió su bisabuelo, Manuel Mougán Alfonsín, cuando estuvo ahí preso y contrajo una tuberculosis mortal.

"Creo que le gustaría pensar: Una descendiente mía vino aquí a ser feliz y no a sufrir como sufrí yo", explica a EFE sobre una experiencia que, a cada paso por la isla, la lleva a recordar todas las penurias que pasó su antepasado.

Este era hijo de un alcalde de Ribadumia, tenía ideas liberales, una posición social acomodada y era ateo confeso, por lo que el cura de aquel pueblo se convirtió en su enemigo y delator hasta una condena a muerte, luego conmutada, con la ayuda de un amigo falangista, por la cadena perpetua.

Las autoridades franquistas lo mandaron a Pamplona y después a la isla de San Simón, de donde "nunca pensó en poder salir con vida", pero al contraer tuberculosis le permitieron en 1940 ir a morir a casa, donde "lo contó todo": "Lo que vivió fue terrible", recuerda.

Cristina Iglesias detalla que desde la cárcel mandaba cartas a su familia, todavía conservadas, con cuestiones como "planos para construir una barca para poder pescar y vivir", pero el contenido no profundizaba en las condiciones de San Simón, pues de otra manera no habría podido pasar la censura.

Ya en casa explicó todos los detalles de lo que ocurría tanto a su mujer como a su hija, y abuela de Cristina, que tenía 16 años cuando ocurrió todo.

"Dormían todos apelotonados, no tenían espacio ni para girarse. Como había tantas enfermedades, pues incluso les daban para comer latas de conservas podridas, empezaron a organizarse entre los presos, entre los que había médicos y personal sanitario, para buscar la mejor manera de sobrevivir", continúa.

En la isla llegó a haber más de 1.400 presos y había muchas enfermedades, por lo que hervían la ropa y, cada vez, extraían una capa de bichos, pero lo peor eran los habituales fusilamientos, a los que los obligaban a asistir.

Manuel Mougán recordaba con especial rechazo al cura del campo de concentración, el padre Nieto, que daba patadas a los cuerpos tras las ejecuciones y, cuando se movían, pedía "otro tirito aquí".

"Me gustaría que toda esta historia se tuviese más presente, pero tampoco tiene que ser un sitio triste toda la vida", agrega Cristina Iglesias, que recuerda decisiones del pasado, de la entonces Xunta de Fraga, como la de pulir la pared donde se realizaban los fusilamientos, en la que hoy en día no se ven las marcas de los disparos.

Necesidad de reparación

Apuesta por que todas las personas que visitan la isla sepan dónde están y que se ha pasado "página": "Lo siento como un acto de justicia", prosigue.

Por eso propone aumentar la información disponible, pues lo ocurrido en la isla de San Simón durante la guerra civil y los primeros años de la dictadura -el campo abrió en 1936 y cerró en 1943- "es algo que nunca se reparó".

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Como profesora de secundaria advierte sobre la falta de información actual sobre aquella etapa y la proliferación de los mensajes de extrema derecha, lo que le causa un profundo dolor.

Y por eso aprueba la celebración del Sinsal, pues "lo que está mal es olvidar lo que sucedió" y ella misma participa "como una reparación".

En la isla, Cristina Iglesias no deja de recordar las penurias que pasó su bisabuelo a manos del franquismo: "Soy la primera Mougán que entra aquí en libertad", concluye.

Cristina Iglesias Mougán ha asistido al Sinsal, el evento de música que se celebra en San Simón cada verano, y, emocionada, recuerda a su bisabuelo represaliado en este lugar cuando era un campo de concentración franquista: "Soy la primera Mougán que entra aquí en libertad". Según informa EFE.