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21D | Elecciones en Cataluña

Domènech cierra la campaña con una llamada a construir un gobierno progresista

El cabeza de lista de Catalunya En Comú-Podem, Xavier Domènech.

Catalunya en Comú Podem (CatECP) pone punto final a su carrera hacia las elecciones catalanas fiel a la premisa en la que ha basado su discurso: "Ni 155, ni DUI". El líder de la coalición, Xavier Domènech, encara la recta final hacia los comicios con una llamada a las fuerzas progresistas –especialmente ERC y PSC, pero también CUP–, con el objetivo de priorizar los asuntos de índole social por encima de la cuestión nacional.

Las encuestas realizadas entre el electorado catalán durante las últimas semanas otorgan a los comuns un máximo de once escaños y un mínimo de ocho, siendo nueve los que les atribuye el barómetro del CIS. Este resultado se puede tornar decisivo para los dos bloques enfrentados, el constitucionalista y el independentista. Ninguno de ellos cuenta con las predicciones a su favor para obtener mayoría absoluta, de modo que el apoyo de los comuns podría abrir la puerta a la gobernabilidad. Si las elecciones se disputan en clave de bloques, Catalunya en Comú se encuentra en el centro del tablero.

Bajo esta tesitura, el equipo de Domènech dio el pistoletazo de salida a la campaña muy consciente de su papel como posible fuerza decisiva, aunque el resultado en escaños pudiese ser peor que en las autonómicas de 2015, cuando lograron 11 actas. Tenim la clau fue, precisamente, el lema que abanderó la coalición. La clave, asegura, para "desbloquear la situación, para abrir un nuevo tiempo de soluciones, para volver a poner a la gente en el centro y recoser Cataluña". Con estas palabras se expresaba el líder de Catalunya en Comú durante un mitin el 5 de diciembre en La Farga de l'Hospitalet.

Y dicha clave, a juicio de Catalunya en Comú, pasa por poner el foco en las cuestiones sociales. Y priorizar en las cuestiones sociales pasa por crear un bloque progresista en los que ERC y el PSC dejen a un lado la cuestión nacional y trabajen por construir una política de izquierdas en beneficio de los catalanes.

Agenda social y derecho a decidir

"Avancemos. Por la educación, por la salud. Avancemos por encontrar un trabajo digno. Avancemos contra los recortes en pensiones, para no tener que ir a buscar trabajo al extranjero, para poder pagar un alquiler asequible. Plantemos cara a las agresiones machistas. Avancemos para acabar con la corrupción". Son los objetivos con los que CatECP se presenta en el vídeo de campaña que lanzó el pasado 5 de diciembre. Poner sobre la mesa los problemas que a su juicio requieren de una solución pronta y que afectan a la mayoría del pueblo catalán.

"Nosotros no jugamos a la ruleta rusa con nuestro país, nuestra gente, sabemos que eso no se hace nunca. Construiremos un nuevo Govern, una nueva mayoría para todos los catalanes. Seremos fieles a nuestro pueblo. A todo el pueblo. Vamos a cambiar Cataluña y España", sentenciaba, en la misma línea, el candidato a la presidencia Xavier Domènech este sábado, en un mitin acompañado de Ada Colau, Pablo Iglesias y Alberto Garzón.

Es en la tarea de construir un nuevo escenario donde Domènech tiende la mano a lo que denomina el bloque progresista. Los guiños a ERC y PSC han sido constantes durante las semanas de campaña, aunque sus palabras no siempre han estado exentas de duras críticas.

Respecto a los republicanos, la número dos de los comuns, Elisenda Alamany, ya les emplazó a finales de noviembre a decidir entre ser un referente de la izquierda o "la muleta de la antigua Convergència" y aclaró que su apoyo iría destinado, únicamente, a aquellas formaciones que llevaran en su programa "el derecho a decidir y la agenda social".

La misma idea la repitió Domènech el pasado 11 de diciembre: "Extenderemos la mano a los que defiendan una agenda social y abandonen cualquier idea de que una solución es poner al PP en el Govern de Cataluña", así como "cualquier idea de unilateralidad". La cuestión de la unilateralidad se ha convertido asimismo en una de las más fervientes críticas de los comuns contra el bloque independentista. "Los problemas, en democracia, se resuelven votando con garantías", dice una voz en off en el vídeo de campaña de Catalunya en Comú, al tiempo que muestra la imagen de una urna donde se lee "referéndum pactado". "Este 21 de diciembre hagamos avanzar Cataluña para no dejar a nadie atrás. Porque tenemos mucho en común", remata el vídeo electoral. Frente a esa idea, la de unir a la ciudadanía común, el candidato Xavier Domènech critica que la unilateralidad es "inefectiva y absolutamente injusta porque deja fuera a una parte del país".

Respecto a los socialistas, Domènech ha variado la contundencia de su relato. El candidato se ha mostrado especialmente crítico con los constitucionalistas por "coquetear con el PP" y por querer "desinfectar" Cataluña, tal y como sugirió el exministro socialista Josep Borrell. Pese al acento crítico, la voluntad de Domènech por girar el volante hacia un gobierno progresista es clara. Este mismo martes el candidato interpeló a Miquel Iceta, señalando que "le tenderá la mano para hacer un gobierno transversal, que no se hace con [Xavier] Albiol ni con [Inés] Arrimadas, un gobierno de progreso que además le facilitará mucho la vida a él, pues siempre que hace una propuesta se ve cómo sus compañeros del PSOE se la deshacen en un minuto".

Domènech no se olvida de la CUP, la candidatura anticapitalista e independentista a la que también emplaza, siempre y cuando ponga por delante la agenda social y permita un gobierno de izquierdas.

 

"Ninguna opción de derechas"

Domènech se muestra igualmente rotundo cuando, en el otro lado de la balanza, rechaza sin matices las posibilidades de entrar en un pacto de gobierno con PP, Ciudadanos o Junts per Catalunya.

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El domingo 10 de diciembre el candidato de CatECP, de hecho, criticó que el bloque de partidos que apoyaron el artículo 155 no tenía más proyecto que "la represión", y denunció que la imposibilidad de una mesa de diálogo deriva de que aquellas formaciones "no tenían nada que proponer". Su posición respecto a esta cuestión ha permanecido inamovible a lo largo de la campaña. El domingo, Domènech volvió a referirse al bloque constitucionalista para subrayar que se trata del "bloque de la indignidad" y este mismo martes ha lamentado que no es más que la constatación del fracaso de la Constitución: "Nunca me hubiera imaginado que en una campaña electoral habría un bloque que se llamaría constitucionalista, porque eso es la máxima expresión de la crisis de la legitimidad de una Constitución".  "Aquellos que se llaman constitucionalistas –añadió– han construido la máxima irresponsabilidad posible, en la defensa de aquello que dicen defender".

Sobre Inés Arrimadas, la cabeza de lista de la formación naranja, Domènech no ha dudado en tildarla como la "candidata de [José María] Aznar". En el debate emitido por laSexta el domingo volvió a dejar clara su posición: "Está clarísimo que nosotros estamos planteando la opción que no bloquea y que no nos puede llevar a una repetición de las elecciones, pero también está clarísimo que nosotros planteamos un gobierno donde no esté ninguna opción de derechas, por tanto ni Puigdemont ni Inés Arrimadas".

Respecto a Junts per Catalunya, aunque Domènech ha manifestado que los presos "tienen que estar fuera de prisión", ha matizado que "no pueden" estar en el Govern de Cataluña. Con estas palabras exactas se dirigió a Josep Rull, representante de Carles Puigdemont, durante el debate: "Ustedes tienen que estar efectivamente fuera de prisión, pero no pueden en un futuro estar en el gobierno".

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