Derecha
De Espinosa de los Monteros a Olona: los ex de Vox que quieren acercar a Abascal y Feijóo

Iván Espinosa de los Monteros está de vuelta —si es que algún día se fue del todo—. El exportavoz de Vox ha reaparecido en la escena pública en las últimas semanas concediendo entrevistas en medios conservadores y participando en eventos como el que se celebró este lunes en Sevilla, organizado por el escritor Arturo Pérez Reverte y el periodista Jesús Vigorra en la sede hispalense de la Fundación Cajasol. Espinosa de los Monteros fue una de las caras del foro junto a Albert Rivera, exlíder de Ciudadanos, bajo el lema Políticos ¿solución o problema?.
Espinosa de los Monteros despejó los rumores en torno a la creación de un nuevo partido y aseguró que no está entre sus planes interponerse en el camino de PP o de Vox —pese a que el líder de Se Acabó la Fiesta (SALF), Alvise Pérez, le ha ofrecido liderar su lista al Congreso—, pero sí anunció la creación de un think tank, para tratar de influir en la derecha española. "Hay que tener lugares como este para debatir con flexibilidad", dijo. "Un entorno como este o parecido debería reproducirse y hacerse esto con más frecuencia. Ya que no se debate tanto en el seno de los partidos, [necesitamos hablar] de natalidad, de economía, de derecho a la vida, de política de defensa, de tecnología… Eso en un partido es más difícil", reflexionó.
El exportavoz de Vox también dejó claro que su objetivo es tender puentes entre su antiguo partido y la formación de Alberto Núñez Feijóo. "Se puede estar en posiciones políticas distintas y ser compatibles", fue el hilo conductor de su intervención, en la que abogó por contribuir a un "entendimiento" entre ambos sin "que el PP se entregue al PSOE, ni Vox al PP". "Uno de los problemas que tenemos hoy es Pedro Sánchez. Creo que el PP y Vox, que son las dos alternativas que hay, se tienen que entender, tienen que convivir", incidió.
Un argumento compartido por otra de las 'ex' de Vox que tampoco se ha ido nunca del todo, Macarena Olona. En una reciente entrevista en Esradio llamó a PP y Vox a imitar a un Pedro Sánchez que, a su juicio, "entendió a la perfección" que "la política en España no va de partidos sino de bloques: el progresista y de izquierdas y el conservador de centro derecha". Olona defendió ante el periodista Federico Jiménez Losantos la alianza estratégica entre PP y Vox. "La derecha no ha hecho este ejercicio y los números no salen, pero tienen que salir", reclamó.
Olona fue especialmente generosa con su antigua formación pese a las recurrentes críticas que ha realizado en los últimos años contra la dirección de Santiago Abascal por su opacidad y verticalidad. Aun así, aseguró que "sólo Vox levanta banderas que son necesarias en España" y que dentro del partido ultraderechista "hay distintas líneas, distintas formas de proceder". Fue en ese momento cuando mencionó el papel que tanto ella como Espinosa de los Monteros ejercían con el PP para tender puentes "en beneficio de España" y "como bloque de oposición". "Desviar los objetivos, pegándole más fuerte al PP que al PSOE, para mí y para Iván era impensable", lanzó, en alusión a la estrategia actual de la formación ultra.
Olona se postula como la "tercera pata" para unir a PP y Vox
La salida de ambos dirigentes de Vox se produjo tras haber quedado apartados del círculo de poder de Santiago Abascal. Espinosa de los Monteros alegó "motivos personales y familiares" para explicar su marcha en agosto de 2023, poco antes de que arrancara la legislatura actual, pero las razones iban mucho más allá. Fundador del partido ultra y compañero de Abascal desde sus inicios en la Fundación Denaes, dejó sus cargos en el partido y la política institucional tras haber quedado relegado en la pugna de poder entre las distintas facciones del partido ultraderechista frente a la liderada por el europarlamentario ultracatólico y vinculado al Opus Dei Jorge Buxadé, que dejó fuera de las listas a algunos de sus principales colaboradores en el Congreso, como los exdiputados Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso.
La guerra de poder dentro de la cúpula ya había derivado antes en la salida de Olona tras ser la candidata para la Junta de Andalucía en 2022. Su fracaso electoral, donde Vox aspiraba a crecer lo suficiente como para condicionar el gobierno y entrar en la Junta, estuvo precedido de serias diferencias entre los equipos de Abascal y Olona a cuenta de la organización y el desarrollo de la campaña. Ella siempre atribuyó su marcha a Andalucía a una estrategia del líder del Vox para desplazarla fuera de los focos de la política nacional, donde asegura que rivalizaba en popularidad con Abascal. Tras su salida, acusó a Buxadé "juego sucio" y de "destruir el proyecto político de Vox" por no dar sitio a distintas sensibilidades dentro de la formación.
Ambos forman parte de la llamada alma 'ultraliberal' de Vox—la década de los ochenta, con Thatcher y Reagan fue “gloriosa”, escribió en un tuit Espinosa de los Monteros — y, por ese motivo, la relación con el PP siempre fue mucho más fluida que la de otros de sus compañeros, hasta el punto de que la actual portavoz adjunta de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, acompañó al exportavoz de Vox en más de un acto público. En una entrevista reciente en El Mundo el expdirigente ultra aseguró que tiene "buenas relaciones" tanto con el PP como con sus antiguos compañeros de Vox y que sus consejos se reciben "de forma muy favorable": "No voy a atacar a ninguno de estos partidos porque estoy en la convicción absoluta de que lo que hace falta ahora es precisamente aunar esfuerzos", defendía.
Olona, por su parte, se ha postulado abiertamente para ser la persona que "aúne" a los votantes que ven en ella "una derecha social". "No dan los números ni hay puentes de consenso ni entendimiento. Falta una tercera pata a esas dos patas del centro derecha, PP y Vox, para atraer un voto que nunca volverá al PP, que no se siente representado por Vox y que, sin embargo, es necesario, singularmente desde la desaparición de Cs", alegó en Esradio. Lo cierto es que la excandidata a la Junta ya creó su propio partido, Caminando Juntos, con el que se presentó el 23J por las diez provincias en las que logró reunir avales, pero apenas consiguió 5.500 votos en todo el país.
Feijóo aprovecha las fugas de Vox para arremeter contra Abascal
Las salidas de figuras reconocidas dentro de Vox han sido una constante en los últimos tiempos. Hace unos meses fue la mujer de Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, apartada en octubre de la dirección de la formación ultra en Madrid, una decisión a la que ella respondió dimitiendo de todos sus cargos y abandonando la política institucional, no sin antes cargar contra la falta de democracia interna dentro del partido que, aseguró, ella y otros compañeros habían "venido a defender" al entrar en política hace una década.
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Este lunes también trascendió que otra de las caras más visibles del partido, el exvicepresidente de Castilla y León Juan García Gallardo, abandonaba la formación entre críticas a la dirección de Abascal. En su carta de despido, afirmó que "la dirección del partido ha ido ocupando cada vez más espacio en detrimento de los demás", que ya no cabe una "pluralidad de liderazgos y carismas" y que "intentar acabar con las oligarquías dentro de los partidos es una quimera".
Otro de las principales figuras del partido, Javier Ortega Smith, fue descabalgado como secretario general en octubre de 2022 y actualmente está relegado a la intrascendencia tanto en el Congreso como en el consistorio madrileño. En su momento lamentó que algunos no hubieran sabido reconocer la “impagable deuda de patriotismo” que juzgó se le debía a Espinosa.
Una crisis interna en Vox que parece no dañarles en exceso, a tenor de las encuestas, pero que ha servido al PP para criticar a la formación de a Santiago Abascal. El lunes, ante la Junta Directiva Nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo señaló a su socio municipal y autonómico como “oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado" y este martes, en una entrevista en Antena 3, se refirió a la marcha de García Gallardo y de otras figuras destacadas de la formación ultra. "Algo se está moviendo en Vox y es evidente que hay gente que no está de acuerdo en cómo se dirige, cómo se organiza y cómo se manda en ese partido", zanjó.