Derecha

"Otra vez los maricomplejines": la derecha mediática eleva el tono contra Feijóo

Alberto Núñez Feijóo reúne a sus barones en Junta Directiva Nacional, este lunes, en Madrid.

En los casi tres años que Alberto Núñez Feijóo lleva al frente del Partido Popular todavía no ha logrado asentar del todo su autoridad, lo que repercute de manera directa en su liderazgo. Una de las críticas más recurrentes es su desorientación estratégica e ideológica —el mismo defecto que achacaban a su predecesor, Pablo Casado— a la hora de hacer oposición a Pedro Sánchez. Críticas que no vienen —solo— desde la izquierda, sino desde la derecha, tanto política como mediática, que teme que el conservador le esté 'regalando' el relato al presidente del Gobierno.

"Han vuelto los complejos de toda la vida en el PP", clamaba Federico Jiménez Losantos, uno de los altavoces más influyentes entre los votantes de la derecha radical, el pasado viernes tras conocer el apoyo del PP al decreto ómnibus del Gobierno. En su programa 'La mañana de Federico' en Esradio, Losantos aseguró que el llamado sorayismo, una corriente encarnada por la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que defiende un PP burócrata alejado de sus esencias ideológicas, se ha hecho con las riendas del partido."Estamos en lo de siempre, otra vez los maricomplejines, rascas y sale el sorayo común a ver qué dice la izquierda", criticaba.

"El problema del PP es que se ha convertido en el ejército de Pancho Villa", le acompañaba en una tertulia posterior Francisco Marhuenda, director de La Razón, y otra de las voces que escuchan atentamente en Génova 13. "Tiene una estrategia zigzagueante, está totalmente corrompido por el sorayismo más desaforado y sus complejos", completaba. A juicio de Marhuenda "la derecha es un desastre" y eso conllevará que Sánchez sobreviva hasta 2027.

Tampoco se quedó atrás Eduardo Inda, director de Okdiario y comentarista en plaza en varias tertulias televisivas. "Un día dicen una cosa, el día siguiente la contraria, y al siguiente la contraria de las dos anteriores", señalaba en la tertulia junto a Marhuenda y Losantos. En ese sentido defendió una alianza entre los de Feijóo y el partido de Santiago Abacal para plantarle cara a la izquierda, en sintonía con el editorial de su medio. "Hay que actuar sin complejos y con determinación", señala la web de Inda, que pide que la visión del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, a la hora de colaborar con Vox "se extienda fisuras entre los dirigentes del PP": "Feijóo logrará desbancar al sanchismo cuando el PP esté más pendiente de lo que piensen sus votantes que de lo que puedan pensar los votantes moderados de la izquierda".

"Ha pesado mucho más el miedo a lo que diga Intxaurrondo que sus electores"

Para el escritor Fernando Savater es "lamentable" que Feijóo aceptara "el ridículo chantaje" de Sánchez y cambiara su voto "para que desde la izquierda no les tengan por malas personas". Savater escribe en The Objective que el líder del PP está yendo en la dirección contraria "de lo que debería ser la función pedagógica de un partido de derechas" y critica la falta de valentía de Feijóo: "Enseñar a la sociedad que gobernar más eficazmente no consiste en alardear de tener las mejores intenciones, sino en conseguir los mejores resultados", señala.

Desde El Debate, órgano de la Asociación Católica de Propagandistas que dirige Bieito Rubido, ex director de Abc, achacan la subida de Vox en las encuestas a la estrategia de Feijóo. "Al final, y esto es lo curioso, ha pesado mucho más el miedo a lo que diga Intxaurrondo que lo que opinen sus electores potenciales, que habrían visto razonable una abstención y defender luego lo que muchos pensamos: que encadenar las pensiones y los palacetes no es forma seria de legislar. Y que se apañe con los votos del prófugo", escribe el subdirector Jorge Sanz.

Por su parte, en las páginas de Voz Pópuli también arremeten contra el líder del PP. "Feijóo votará siempre en favor de lo que decidan sus arúspices, aunque no entienda lo que dicen. Votará en favor de una cosa y de su contraria. Del PNV y contra el PNV. De Puigdemont y contra Puigdemont. De la amnistía y contra la amnistía. Del español en las escuelas y contra el español en las escuelas. Pero sobre todo, votará siempre en favor de lo que quiera la alianza del progreso, que es quien marca el ritmo", se lee en la tribuna de Óscar Monsalvo.

En la dirección del PP asumen, no sin cierto pesar, que reciben "ataques desde todos los flancos" pero fuentes del equipo de Feijóo aseguran que tienen la autonomía suficiente para tomar sus propias decisiones. Sin embargo, la debilidad interna de Feijóo se puede ver en la letra pequeña de los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Las respuestas que recogen sus encuestadores y no han sido sometidas a correcciones posteriores —la llamada cocina electoral—, revela mes tras mes el creciente deterioro de la imagen pública de Alberto Núñez Feijóo desde que llegó a la presidencia del PP.

Feijóo se reivindica ante la plana mayor del PP y asegura que "nadie le da órdenes"

Lo cierto es que, más allá de las críticas, Feijóo no está cumpliendo con sus propias expectativas. Aterrizó en Madrid tras la defenestración colectiva de Casado con el objetivo de convertirse en el próximo presidente del Gobierno pero, tras el resultado del 23J, se conformó con el papel de jefe de la oposición. Un rol en el que el expresidente de la Xunta de Galicia no se siente cómodo porque, además de confrontar con el Gobierno de Pedro Sánchez, también mira de reojo todo lo que hace Vox, su otro competidor en el flanco de la derecha, que el mismo definió este lunes como una "oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado".

Lo que es bueno para Feijóo es malo para sus barones

La competencia con la extrema derecha de Santiago Abascal ayuda a explicar el voto en contra del PP al decreto ómnibus hace dos semanas, que incluía la revalorización de las pensiones de 12 millones de jubilados, la prórroga de las bonificaciones al transporte públicas y las algunas ayudas a los afectados por la dana o el volcán de La Palma, entre otras cuestiones. Feijóo priorizó la derrota de Sánchez a los intereses de, por ejemplo, lo pensionistas pese a que componen una parte importante de los votantes del PP. Así, finalmente la dirección del PP pegó un volantazo y anunció que votaría 'sí' al nuevo decreto que el Ejecutivo pactó con Junts.

Esa decisión de Feijóo generó debate en el seno del partido, ya que mientras algunas voces se inclinaban por una abstención táctica otras defendían el 'sí'. También los barones presionaron en esta segunda dirección porque algunas de las medidas del decreto les afectaban directamente. El conservador, sin embargo, aseguró este lunes que a él no le da "órdenes nadie" y que tampoco recibe "chantajes ni presiones", un mensaje que todos en el PP interpretan en clave interna.

"Agradezco todas y cada una de las opiniones que de buena fe aconsejan cómo fulminar tanto despropósito como hay en España. Agradezco el interés de combatir al PSOE sin futuro. Os aseguro que en cada elección que me presenté he combatido ese socialismo", dijo este lunes frente a la plana mayor del PP, un discurso en el que se reivindicó frente a los que dudan de él. "De quienes solo quieren nuestra rendición no escucho a nadie. Los chantajes y las presiones que se los queden otros para su politiqueo de poca monta. Somos un partido libre", añadió. "Sin miedo. Sin complejos. Y con toda seguridad", zanjó.

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