El Gobierno enfría las expectativas de una negociación rápida con Junts: “Hay mucho por concretar”

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Es el tiempo de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Esta es la máxima que se repite entre los miembros del Gobierno. Pero la semana que viene se celebrará esa votación fallida y se pasará a una nueva pantalla con Pedro Sánchez como gran protagonista. Llegará la hora de la verdad para montar una compleja mayoría que le haga conservar el Palacio de La Moncloa.

Y la vista está puesta especialmente en Junts, cuyos siete diputados son imprescindibles. Sánchez tomará las riendas cuando el rey le encargue intentar esa investidura. Él da por seguro en sus declaraciones que habrá Gobierno progresista y ha abierto la puerta a una posible ley de amnistía. Pero para nada está todo hecho en estos momentos pese a que en la oposición y en muchos medios se apunta a que hay un pacto ya bajo la mesa.

Fuentes del Gobierno consultadas por infoLibre enfrían las expectativas de una negociación rápida con Junts: “Hay mucho por concretar”. En La Moncloa deslizan que nadie espere que haya un acuerdo al día siguiente de que fracase Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados.

Una negociación discreta

La idea del Gobierno es continuar con una negociación discreta y prudente, como se hizo para atar la mayoría progresista en la Mesa del Congreso. Sánchez y su círculo no concretan ningún detalle de por dónde puede ir ese acuerdo y una posible ley de amnistía. Ese futurible pacto está todavía muy verde, como reconocen fuentes del Ejecutivo. 

Por el momento se va paso a paso, como sucedió con la Mesa del Congreso y ahora en la votación de la reforma del reglamento del Congreso, en virtud de la cual se pueden hablar ya en la Cámara Baja el catalán, el euskera y el gallego. Este jueves salió adelante esa proposición de ley por una abrumadora mayoría (180 diputados a favor frente a 170 en contra).

El clima es de optimismo entre las filas socialistas y de Sumar de cara a esa investidura de Pedro Sánchez, pero no hay nada concreto en estos momentos. En el Ejecutivo tampoco dan por seguro, como sí publican varios medios, que la investidura pudiera ser los días 16 y 17 de octubre (el tope para intentar ganar la votación y no ir a elecciones es el 27 de noviembre).

"Y estoy diciendo mucho"

Sánchez no se ha pronunciado directamente sobre una posible ley de amnistía, requisito que exigen ERC y Junts para apoyarle, pero este miércoles, después de participar en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York (EEUU), abrió la puerta de manera más amplia: “Voy a ser coherente con la política de normalización y estabilización de la situación política de Cataluña. Y estoy diciendo mucho”.

Pero la idea de Sánchez pasa también por la necesidad de que el independentismo abandone el unilateralismo. Según recordó el presidente en funciones, en las encuestas del CEO se refleja que sólo el diez por ciento de la población catalana opta por esta vía, mientras que el 90% está en la línea del diálogo, la convivencia y el reencuentro. El secretario general del PSOE evitó desmentir a Oriol Junqueras (ERC), que lleva repitiendo toda la semana que la amnistía está incluida en el pacto que se alcanzó ya para votar a favor de los candidatos del PSOE y de Sumar en la Mesa del Congreso. No obstante, fuentes del Gobierno rechazan que eso sea así y enmarcan las palabras del republicano en la “pugna” entre los partidos independentistas durante estos días para capitalizar cualquier avance.

Sánchez ha marcado también así la hoja de ruta: “Las conversaciones pueden ser discretas pero los acuerdos son transparentes”. Remarcando que hay que esperar a que Felipe VI le designe oficialmente candidato a la investidura: “Ahí hablaré con total franqueza, con total transparencia, sobre cuáles van a ser las líneas maestras de una hipotética administración liderada por el Partido Socialista”.

En el PSOE también explican que sea cual sea la decisión final sobre la negociación y el contenido de la misma habrá que hacer una labor de pedagogía y de explicación a la sociedad, entendiendo que medidas arriesgadas como los indultos han sido asumidas de manera muy madura por los españoles, que quieren cerrar la crisis catalana y avalan, en su opinión, esa agenda del reencuentro emprendida por Sánchez.

Los "desleales" Guerra y González

Esta futura negociación llega precedida del ataque organizado por algunos veteranos dirigentes del PSOE, capitaneados por Felipe González y Alfonso Guerra, que llenaron la presentación de libro de memorias de este último de críticas a Pedro Sánchez por una posible ley de amnistía.

El PSOE ya no se mueve para salir en la foto con Guerra y González

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Pero la dirección actual del PSOE y la mayoría del partido salió en tromba el jueves a confrontar con ellos dos, que no tiene tirón masivo en estos momentos dentro del socialismo. “Desleales son los que no respetan las mayorías del partido, ¿no?”, dijo el secretario de Organización, Santos Cerdán, mano derecha en Ferraz de Sánchez. Además, recordó que los militantes podrán pronunciarse en una consulta sobre el acuerdo de Gobierno, como marcan los estatutos.

El exministro José Luis Ábalos criticó también la actitud de González y Guerra, a los que pidió lealtad como exigían ellos en su época. En su opinión, hay que observar “quién se beneficia de cuánto dices y haces y si el beneficio va para el adversario, pues es evidente que no dejas bien a los tuyos”. Se unió a él la exvicepresidenta Carmen Calvo, muy molesta por las palabras de Guerra a Yolanda Díaz por ir “de una peluquería a otra”: “Lo que ha dicho sobre una mujer en política es absolutamente detestable, que se nos juzgue por el pelo en vez de por las neuronas. Se lo tiene que mirar”. No obstante, la dirección del PSOE no prevé ninguna sanción contra ellos y diferencian respecto a la situación de Nicolás Redondo, que ha apoyado abiertamente al PP.

En las federaciones del PSOE no hay conatos de seguir la guerra abierta por González y Guerra. A la presentación del libro de memorias de Guerra sólo fueron dos barones: Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón). Los dos se han enfrentado durante estos años a Sánchez, pero descartan dar órdenes de apoyar a Núñez Feijóo. Además, el segundo perdió la Presidencia regional y está en vías de salida. Cualquier intento que pudiera hacer este viernes en la reunión con la dirección aragonesa será contestado con continencia por parte de Ferraz, según fuentes conocedoras.

Es el tiempo de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Esta es la máxima que se repite entre los miembros del Gobierno. Pero la semana que viene se celebrará esa votación fallida y se pasará a una nueva pantalla con Pedro Sánchez como gran protagonista. Llegará la hora de la verdad para montar una compleja mayoría que le haga conservar el Palacio de La Moncloa.

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