"Israel mata de muchas maneras, el hambre es una": el Congreso avala sin Vox dar más fondos a la UNRWA

La diputada del PSOE María Guijarro Ceballos interviene durante una sesión plenaria en el Congreso y exhibe la foto ganadora del WWP de 2024

"Cualquier país que siga financiando a la UNRWA —la agencia de la ONU para los refugiados palestinos— antes de que haya una investigación en profundidad debe saber que su dinero podría utilizarse con fines terroristas", aseguró hace ya tres meses el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, subrayando que esa ayuda "podría llegar a los terroristas de Hamás en vez de a la gente de Gaza". España, sin embargo, hizo caso omiso de la advertencia de Israel —que tiene sus propios intereses para lanzar ese tipo de acusaciones— y anunció que no solo no iba a paralizar las ayudas, sino que las iba a aumentar en 20 millones de euros.

Una posición defendida por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y ahora ratificada este martes por la mayoría del Congreso con 167 síes, 32 noes —los de Vox— y 142 abstenciones —las del PP—. La iniciativa, presentada por el grupo socialista y sin rango de ley, insta al Gobierno de Pedro Sánchez a respaldar a la "imprescindible labor" de la UNRWA, y pide "exhortar a la comunidad internacional incrementar los fondos destinados para que la organización pueda continuar con su labor" e incluso incrementar los fondos por medio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), "hasta que la situación se normalice". Solo el pasado año España realizó contribuciones voluntarias a la UNRWA por valor de 18,5 millones de euros.

En su proposición los socialistas también advierten de que la organización, que atiende a más de un millón y medio de refugiados dentro de la Franja de Gaza, ha visto reducidos más del 68% de los fondos que recibía la agencia por parte de países como Estados Unidos, Alemania, Australia, Austria, Canadá, Finlandia, Islandia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, Rumania, Suecia, Suiza, Estonia, Letonia y Lituania, que decidieron suspender sus ayudas, lo que privó de golpe a la UNRWA de más de 420 millones de euros.

Un suspenso que podría ser revertido después de conocerse que Israel no ha aportado pruebas que demuestren que personal de la UNRWA esté vinculado a organizaciones islamistas como Hamás a la investigación independiente dirigida por la exministra de Asuntos Exteriores francesa Catherine Colonna. La agencia, que ha seguido operando, actualmente atiende a más de un millón y medio de refugiados dentro de la Franja de Gaza, donde la población asciende hasta los dos millones de personas. Tienen ocho campamentos, 276 escuelas a las que acuden 290.290 menores, dos centros de formación profesional y 22 de atención primaria.

Del 'sí' unánime de los socios a las acusaciones de Vox contra las ONGs

La socialista María Guijarro fue la encargada de defender la iniciativa de su formación. Tras mostrar al hemiciclo la fotografía ganadora del World Press Photo 2024, que muestra a una mujer palestina abrazando el cuerpo sin vida de una niña en la Franja, Guijarro pidió "hablar sin demagogias, sin disquisiciones geopolíticas y sin categorías entre victimas de primera y de segunda". Así, "exigió" posicionarse al resto de formaciones sobre los asesinatos y los ataques perpetrados por Israel y destacó que la ayuda humanitaria debe llegar de "manera suficiente, urgente y eficaz a más de medio millón de personas con hambre extrema dentro de Gaza". La diputada del PSOE puso en valor el trabajo del Gobierno liderado por Sánchez, pero también lanzó reproches: "El fracaso de la comunidad internacional es estrepitoso, llevan setenta y cinco años conteniendo, que no resolviendo, este conflicto".

Vox fue, sin duda, la formación más beligerante. El diputado Carlos Flores acusó a las organizaciones no gubernamentales de "tejer redes clientelares" con las organizaciones islamistas y no dedicar los fondos a sus "verdaderos destinatarios". Además, también sembró dudas sobre la "credibilidad" de la UNRWA "y de la aún no del todo esclarecida relación de sus trabajadores con Hamás", pese a las conclusiones de la investigación independiente. Flores pidió, asimismo, suspender el envío de estos fondos, realizar una auditoría y cambios en la política de concesión de ayudas "para que no puedan ser receptores de ayuda países o ONGs que no colaboren para luchar contra el terrorismo o la inmigración".

El discurso del diputado ultra fue contestado por el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián. "¿En qué momento perdieron la humanidad y ponen en duda que Israel ha asesinado a treinta mil personas?", planteó. "Israel mata de muchas maneras, el hambre es una de ellas", prosiguió, dejando claro que también condena los ataques de Hamás, al igual que los del Ejecutivo de Netanyahu, y pidió a Flores que hiciera lo mismo.

Por su parte la representante del PP, Esperanza Reynal, aseguró que "es responsabilidad de UNRWA implementar una vigilancia estricta" a sus trabajadores y trató de vincular el caso con "el agradecimiento de Hamás al presidente Sánchez por su postura clara y audaz'". Con todo, defendió que su postura es la misma que la de la Comisión Europea, que este mismo miércoles pidió a los países que renueven sus ayudas al tratarse de "un salvavidas para los refugiados palestino", aunque Reynal también pidió no olvidarse de "otras zonas".

El resto de los socios parlamentarios que intervinieron, desde Coalición Canaria al PNV, apoyaron la iniciativa. "La UNRWA se ha convertido en el objetivo de Israel porque quieren acabar con el Estatuto de Refugiado de los palestinos", explicó Santos Maraver (Sumar). "El Estado sionista de Israel está atacando a organismos como la UNRWA con el objetivo de acabar con todo suministro de ayuda humanitaria", afirmó, por su parte, Javier Sánchez Serna (Podemos), que aprovechó para criticar al Ejecutivo central por su "política de apariencias y ambigüedad". La diputada del PNV, Maribel Vaquero, lamentó que actualmente "no hay donde huir ni dónde refugiarse en Gaza" y que "la población está muriendo de hambre" frente "a nuestros ojos".

¿Cómo se reparte la ayuda humanitaria? ¿Quién aporta más?

La cantidad destinada por los diferentes gobiernos se materializa en ayuda a través de dos entes de Naciones Unidas: UNRWA y el Programa Mundial de Alimentos —la organización humanitaria más grande del mundo que salva vidas—, según aseguran fuentes gubernamentales. El personal de UNRWA, con 13.000 trabajadores sobre el terreno, ve lo que se necesita, principalmente alimentos, agua potable, kits higiénicos y de emergencias, váteres portátiles y medicamentos.

La ayuda que Israel deja entrar a la Franja de Gaza es a través del paso de Rafah. Los vehículos llegan habitualmente de Egipto y en ese punto se descargan y se revisan, moviéndose el material a camiones palestinos que sí pueden entrar en Gaza. La propia agencia supervisa el proceso para que el material enviado llegue directamente a los almacenes de UNRWA, desde donde se coordina la distribución, y no hasta Hamás, como acusan desde Israel. Desde UNRWA centralizan la compra del material, aunque también aceptan que se les envíen recursos directamente.

Una de las principales preocupaciones para la ONU es que entre próximamente combustible tras las dificultades sufridas en estos meses con los convoys autorizados. UNRWA y la OMS alertan de su necesidad porque de ello depende que los camiones puedan circular y los generadores producir electricidad para hospitales, panaderías y plantas desalinizadoras de agua.

La ayuda a nivel global y oficial al desarrollo de Palestina se ha mantenido alrededor de los 2.000 millones de euros en la última década, según los datos de la OCDE. Más de la mitad proviene de los fondos de la UE y de los propios socios europeos. El último dato disponible de 2021 cifra el total en 2.047 millones de euros, con la agencia UNRWA de Naciones Unidas como principal aportador, por delante de Catar, Alemania, la UE, Japón, Noruega, Francia y Suecia.

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