Mazón dibuja un escenario irreal de Valencia al dar por "superada" la reparación de los daños de la dana

Antes de anunciar su dimisión, el presidente valenciano Carlos Mazón dedicó un amplio discurso a quejarse del abandono del Gobierno –"todo lo hemos hecho solos"–, a repetir bulos sobre la falta de información de la Aemet, y a culpar a la izquierda de difundir mentiras sobre él. Al mismo tiempo, dio prácticamente por finalizada la reconstrucción de la provincia pese a que los daños de la dana pueden verse en prácticamente cada esquina de l'Horta Sud.

"Colegios, centros de salud, puentes, pasarelas, lodos, enseres… y hasta la Albufera de Valencia son hoy retos superados en tiempo récord o en proceso de finalización", subrayó Mazón, antes de anunciar que dejaría su cargo. "Cuando empezamos a reconstruir la provincia calculamos que íbamos a tardar más de tres años en reparar lo que hemos conseguido hacer en meses", añadió.

Con esa frase, el Govern valenciano entiende que el trabajo está hecho, pese a que hay más de una docena de pueblos que apenas comienzan a recuperar la normalidad. Ya está en funcionamiento el transporte público, los centros de salud, los colegios –cientos de niños han sido trasladados a barracones–. Pero a pie de calle, poco ha cambiado. En Alfafar o Massanassa muchos garajes continúan cerrados, los portales de los edificios más humildes no han podido restaurarse todavía, y miles de personas esperan para recuperar su ascensor o amueblar su casa. El Parque Natural de la Albufera está en pésimas condiciones, plagada de basura y microplásticos.

Además de dibujar una imagen irreal de la zona cero, Mazón acusó al Gobierno central de haber abandonado a los valencianos, pese a los más de 7.400 millones que se han desviado de los Presupuestos Generales a esta región –6.787 millones en ayudas y 627 en actuaciones–, y otros 8.175 que están por llegar. Además de 760 millones en préstamos y avales. "Todo este despliegue lo hemos hecho solos, sin una sola aportación a fondo perdido. Con una mera e insultante autorización para endeudarnos aún más", afirmó el barón popular, que ya solo cuenta con el apoyo de Vox.

A la cifra global del Gobierno central se suma una inyección de 2.364 millones de euros a los presupuestos de 2025 de la Generalitat a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que en teoría debe devolver el Govern en el futuro a un interés del 0%. De esa cuantía, que Mazón emplea para sufragar la reconstrucción de su región, solo se habían ejecutado 1.002 millones a 30 de septiembre, el 42% del total.

Pese al escenario de abandono que describe el president, las reparaciones de las infraestructuras han sido principalmente financiadas con dinero de la Administración Central. Más de 220 millones han ido a recuperar los barrancos de la cuenca del Júcar, 437 a las redes de saneamiento y 361 a carreteras y trenes.  A esto hay que sumar 342 millones de euros en ayudas para autónomos y empresas, 243 millones para familiares de fallecidos y reparación de hogares y enseres, y 203 millones por la pérdida de vehículos.

En el monto total del Gobierno central también se incluyen 3.841 millones de euros del Consorcio de Compensación de Seguros, aunque este fondo no procede de las arcas públicas, sino que se rellena con un pequeño recargo anual que pagan los ciudadanos en sus pólizas personales. Según fuentes de esta entidad, esa cifra sale "del fondo de reserva para catástrofes extraordinarias, que ahora se sitúa en cerca de 7.400 millones".

La reparación íntegra de las instalaciones municipales también ha sido cubierta con 1.745 millones provistos por el Gobierno central. Para restaurar ayuntamientos, centros culturales o aceras, los alcaldes enviaron al Gobierno un listado con todos los desperfectos y la cuantía se cubrirá al 100% con los Presupuestos Generales. Por ejemplo, el enorme garaje municipal de Picanya, con dos plantas que quedaron colmatadas de barro hasta el techo, está en camino de recuperarse con esta financiación. La queja en los municipios afectados es que la compañía semipública Tragsa coordinará parte del reparto de ese dinero, y los ayuntamientos creen que estaría mejor gestionado por personal municipal, que conoce el terreno.

Culpa una vez más a la Aemet

Mazón comenzó su comparecencia diciendo que no quería "frivolizar" con una situación tan grave y que su primer error tras la catástrofe fue "permitir que se generaran toda clase de bulos por no dar explicaciones a tiempo". Acto seguido, volvió a repetir desinformaciones que se llevan desmintiendo prácticamente un año.

Por ejemplo, volvió a decir que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había avisado de que "el temporal terminaría yéndose a Cuenca a las 18:00", cuando lo que en realidad había dicho la agencia es que a las 18:00 horas finalizaba el aviso rojo, –que se emite por intervalos de tiempo y que en un escenario de dana es muy cambiante–, pero a las 17:49 la agencia volvió a prolongar el aviso hasta las 20:00 y después hasta las 22:00.

El presidente valenciano culpó también a la Confederación Hidrográfica del Júcar por decir que la crecida del barranco del Poyo tenía "tendencia descendente" esa tarde. Lo que ocurrió ese día es que entre las 16:13 horas y las 18:43 horas, la confederación, dependiente de Transición Ecológica, no envió correos electrónicos sobre el estado de los caudales. A las 16:13 se informó de un descenso de caudal en el barranco del Poyo hasta los 28,7 metros cúbicos por segundo (m³/s) y a las 18:43 dio un salto astronómico hasta los 1.686 m³/s. 

Miguel Polo, presidente de la entidad, aclaró en su comparecencia ante la jueza de Catarroja que no se envió esa información automática porque el Cecopi tenía datos en tiempo real de la situación a través del portal SAIH (Sistema de alerta e información hidrológica). También porque los técnicos en ese momento estaban siguiendo de cerca una entrada de 2.200 m3/s en la presa de Forata y porque el Centro de Coordinación de Emergencias debería estar inspeccionando los cauces de manera presencial, pero retiró a los bomberos a la hora de comer.

De hecho, aunque Mazón dice que desconocía la situación, un vídeo que salió a la luz la semana pasada muestra a Salomé Pradas, la entonces consellera de Emergencias, decir en torno a las 14 horas que "el barranco del Poyo" "es lo que nos está preocupando más", y conversar sobre el peligro en municipios como Aldaia o Quart de Poblet.

Las obras no ejecutadas en las ramblas

En otro momento de su comparecencia, donde se supone que Mazón estaba haciendo autocrítica, dijo que "quedan cosas por hacer", pero no se refería a las tareas de la Generalitat. "Algunas, escandalosas, como las obras del barranco del Poyo, que el Gobierno se niega a ejecutar. Igual que se negó a hacerlo cuando ya estaban presupuestadas", señaló.

Esta acusación surgió poco después de la tragedia y la entonces ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya explicó en el Congreso que en 2011 fue ella misma, cuando era secretaría de Estado de Cambio Climático, quien emitió una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable para el proyecto, pero el Gobierno de Mariano Rajoy recortó el presupuesto de la Dirección General de Aguas, y en 2017 la DIA caducó.

En 2018, ya con Pedro Sánchez como presidente, se recuperó el proyecto y estaba en proceso de tramitación cuando llegó la dana. Ahora, se han redibujado los planos en el llamado Plan para la recuperación y mejora de la resiliencia frente a las inundaciones en el territorio afectado por la DANA, que empezará a ejecutarse el año que viene.

Antes de anunciar su dimisión, el presidente valenciano Carlos Mazón dedicó un amplio discurso a quejarse del abandono del Gobierno –"todo lo hemos hecho solos"–, a repetir bulos sobre la falta de información de la Aemet, y a culpar a la izquierda de difundir mentiras sobre él. Al mismo tiempo, dio prácticamente por finalizada la reconstrucción de la provincia pese a que los daños de la dana pueden verse en prácticamente cada esquina de l'Horta Sud.

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