“La mejor España”: la estrategia de Sánchez para desmontar el “proyecto de país excluyente y uniforme” del PP

Pedro Sánchez, en La Moncloa.

“España o Sánchez”. El PP se ha lanzado a por el voto con esa disyuntiva, que presenta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como un antagonista o incluso enemigo del país. Apela así a los instintos más emocionales para culminar en el 23J la victoria del 28M.

La derecha expande de esta manera la estrategia más aznarista con el fin de que termine de calar que votar a Pedro Sánchez es ir contra el país, azuzando los pactos con los socios a la vez que allana el camino para las alianzas con el único partido que a escala nacional puede darle los votos: Vox. Una estrategia que se basa en expresiones directas y efectivas sin argumentación: “derogar el sanchismo”, “que te vote Txapote”.

El PSOE tiene como una de sus principales misiones en estos primeros días de precampaña parar ese argumentario, conseguir frenar ese relato. Por eso, los socialistas tratan de focalizar la contienda en un “Sánchez o Feijóo”. Esta es la disyuntiva que La Moncloa y Ferraz ponen sobre la mesa. Quieren hacer ver, según comenta un colaborador del presidente, que el intento de Feijóo es de una “España excluyente”, que trata precisamente sólo de defender a una parte y a unos intereses por parte del Partido Popular.

Frente a la España del PP: "Caben pocos, un país de elegidos"

Ante esa ofensiva de los populares, el PSOE se lanza a contraponer “la mejor España”, una idea que defiende el presidente del Gobierno y los cargos del partidos. Creen, según fuentes socialistas, que los ciudadanos tienen que ver los dos modelos. La España que quiere representar el jefe del Ejecutivo es la que sube el salario mínimo interprofesional, incrementa un 8% las pensiones, aprueba la reforma laboral. 

“Para españoles, nosotros. De forma tajante hay que decirlo. El PSOE y este Gobierno progresista representa la mejor España”, indican fuentes de Ferraz, que comentan que el mensaje que van a trasladar a la sociedad durante estos días es que en el proyecto socialista caben “todos”: “A España la tienes que querer como es”. Quieren que los electores diferencien esto frente a la idea de la derecha de una “España única, uniforme, en la que caben pocos, una España de los elegidos, que te dicen si eres español o no”.

Esa idea es la que quiere afianzar el PSOE: “En nuestra España cabe todo el mundo, hasta el que grita ‘que te vote Txapote”. Por eso, los cargos socialistas, según las fuentes, van a impregnar sus discursos con que la “mejor España es la que integra, la que sube las pensiones”. Contraponer ese estilo al “Sánchez o España”, que suena “rancio y duro”.

Movilizar con la "España interesante, moderna"

En la sala de máquinas de Ferraz dicen que, a pesar de que se quiera destrozar la imagen de Pedro Sánchez y atacarlo personalmente por parte de medios y de partidos, “hay millones de españoles que no se van a callar”. ¿Pero será efectivo ese mensaje para darle la vuelta a las encuestas? Los cálculos que hacen en la sala de máquinas del PSOE parten de que, de media histórica, tres millones y medio de personas votan más en las generales que en las municipales y autonómicas. Sus tesis pasan por que la derecha y la ultraderecha están muy cerca de su techo. “Nosotros, no”, comentan fuentes socialistas. Y ese mensaje de la “mejor España” tiene un objetivo: “Nuestra batalla es la movilización de los nuestros, que se movilicen por la mejor España”.

Que vayan a votar por “ese objetivo tangible”: “Una España interesante, moderna, de la que presumir en el mundo”. Explican las fuentes de Ferraz que tienen que lograr que la gente no se quede en la abstención el 23 de julio con una apelación: “Si estás de acuerdo en el 80 o 90%, ¿no vas a ir a votar por el 10 o el 20%? Que en la balanza no pese lo malo”.

Muchos socialistas reconocen que la estrategia del 28M basada en propuestas y medidas no dio el resultado esperado y no frenó el batacazo que nadie esperaba en el partido. Son conscientes, como señalan varias fuentes, de que hay un factor emocional que ha sabido jugar el Partido Popular, que lleva años labrando una técnica de desgaste de la imagen de Sánchez. 

Retratar a Feijóo y vender economía

Por eso, en La Moncloa creen que lo mejor es exponer lo que representa el proyecto y hacer ver que Feijóo no tiene uno detrás, sino que se basa principalmente en derogaciones de leyes. De ahí el intento de celebrar los máximos debates posibles contra el líder de la oposición, proponiendo hasta seis. El popular, por el momento, sólo ha aceptado uno. Pero fuentes gubernamentales insisten en que quieren los seis y aseguran que seguirán empujando para que se celebren.

Sánchez pretende alejar esa idea de que España es el PP, con mensajes como que la mejor España es tener 20,8 millones de trabajadores por primera vez en la historia o la que apoya la ciencia frente al negacionismo. Además, trata de desmontar que se es español si se vota al PP o a Vox. El propio presidente, en su discurso del lunes, lanzó esa idea: “La elección no es o Sánchez o España. El 60% de los votantes que no optaron por Vox y el PP el 28M no son antiespañoles”.

De esta manera busca apelar a esa “mayoría social”, de la que ya habló en su discurso ante diputados y senadores la semana pasada, que no quiere un retroceso ni un paso atrás tras una legislatura de conquista de derechos y avances. Buscan en el PSOE que se retrate Feijóo, al que en La Moncloa ven “escondido” para no mostrar sus cartas y sus verdaderas intenciones. “Es como Rajoy, que subió los impuestos después de ganar y tras haber dicho que los bajaría durante la campaña electoral. Como Díaz Ayuso que sube ahora las tasas del comedor escolar o Almeida que recorta las plazas públicas en escuelas infantiles”, remarcan en el círculo del presidente.

Sánchez, convencido de que si debate ganará movilizando a la izquierda y desmontando a Feijóo

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Una de las bazas que pretende abanderar el PSOE, frente a los intentos del PP de arremeter contra el Gobierno, es la economía. Tradicionalmente era un fuerte de los populares, pero ahora los socialistas van a vender su gestión como parte esencial de “la mejor España”. “Ahí están los datos económicos”, como señalan en La Moncloa. La imagen de Nadia Calviño es uno de los principales valores para la campaña, a pesar de no ir en las listas. El pasado fin de semana fue la encargada de acaparar la atención mediática y este martes fue la gran protagonista de la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, ya que presentaba el plan que se enviará a  Bruselas para el nuevo desembolso de fondos europeos.

La vicepresidenta primera entró de lleno en la rueda de prensa a rebatir las críticas de Feijóo contra el Ejecutivo: "La deuda sería inferior al 110% del PIB si no se hubiera tenido que absorber la deuda de la Sareb, es decir, la herencia de la gestión que hizo el PP de la gran crisis financiera". Poniendo énfasis en las medidas que se han puesto en marcha: "Con esa deuda pública hemos financiado los ERTE, la prestación extraordinaria de los trabajadores autónomos, las ayudas directas al sector turístico y a los sectores más afectados, las bajadas de impuestos y las moratorias fiscales que nos han permitido proteger el tejido productivo de nuestro país, proteger el empleo y proteger las rentas de las familias españolas. No creo que haya ningún ciudadano en España que no considere que esas fueron las decisiones correctas para proteger nuestra economía".

Los socialistas insisten en que la falta de propuestas de los populares evidencian que no son un proyecto para todos. De hecho, según varios cargos consultados, conforme pasan los días Alberto Núñez Feijóo va soltando gotitas que dan pistas de lo que puede hacer si gobierna: la eliminación del Ministerio de Igualdad o la derogación de la ley trans, como confesó el presidente de los populares durante su entrevista este martes con Carlos Alsina en Onda Cero.

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