El nuevo equipo de Aguirre: incondicionales y con escasa proyección pública

La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de Madrid vuelve a primera línea de la política –si es que alguna vez se fue– después de haber abandonado la presidencia de la Comunidad de Madrid en septiembre de 2012. En este tiempo, ha trabajado para una empresa de cazatalentos, Seeliger y Conde. Un asunto que ha hecho que algunos de sus rivales internos bromearan con su "buen ojo" para elegir a sus colaboradores más próximos. Pese a que Esperanza Aguirre presume de que ha nombrado a más de 400 cargos en su vida política "y sólo dos le han salido rana", en alusión a Francisco Granados (operación Púnica) y Alberto López Viejo (caso Gürtel), la realidad choca con este cálculo. Baste un ejemplo: los alcaldes detenidos y relevados por el PP de Madrid, en el marco de la Púnica fueron cuatro. Y la Gürtel no sólo se llevó a su exconsejero López Viejo. 

Con Ignacio González apartado también de la primera línea del partido y de la candidatura por el caso de su ático en Estepona, la presidenta de los conservadores madrileños tiene que reconstruir a su núcleo de fieles. O dar mayor visibilidad a miembros del partido que hasta la fecha habían tenido un papel más discreto, más alejado de la primera línea. Este mismo martes ya hizo algunos anuncios de la primera fase de su casting de cara a la campaña electoral para los comicios de mayo. Y aunque faltan muchos nombres, se puede establecer un patrón común a todos. Aguirre ha escogido a un grupo de fieles con, hasta la fecha, escasa proyección pública. Es decir, no muy conocidos por los madrileños. En circunstancias normales, con González activo, los nombramientos no habían despertado mayor expectación. Pero ahora Aguirre tiene que reconstruir su núcleo de poder y entre los elegidos pueden estar las personas que escriban una nueva etapa en el PP de Madrid, los que podrán enfrentarse a la dirección nacional del partido cuando, si Aguirre gana y se cumple el pacto con Génova, dé un paso atrás y ceda el testigo en la dirección regional.

¿Cuáles son los primeros nombramientos de esta nueva etapa de la presidenta a la espera de la lista al consistorio? Íñigo Henríquez de Luna, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, será el director de campaña del PP de Madrid. Es decir, coordinará tanto la campaña municipal como la autonómica. David Pérez, alcalde de Alcorcón, fue designado director del programa electoral e Inmaculada Sanz Otero, directora general de relaciones institucionales con la Asamblea de Madrid, será la encargada de la campaña de Aguirre. 

El defensor de las primarias

Si nos atenemos a estos anuncios, Henríquez de Luna gana puestos para convertirse en uno de los nuevos hombres fuertes de la presidenta. Ahora portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, el dirigente conservador tiene una amplia experiencia municipal. No en vano cuando se fue a la cámara regional tras las autonómicas de 2011, abandonaba una institución, el consistorio madrileño, al que había estado vinculado desde 1991. 

En el PP interpretan que, con su nombramiento, Aguirre premia su trabajo en los meses previos al XVI Congreso Nacional del PP celebrado en junio de 2008 en Valencia. Mariano Rajoy llegaba fuertemente debilitado a esta cita, entre otras cuestiones, por la campaña que para minar su liderazgo encabezó Aguirre auxiliada por Granados y González. Pero no sólo por ellos. Pese a que la 'lideresa' sólo llegó a mostrar su "simpatía" por la iniciativa, no son pocos en la formación conservadora los que creen que estuvo detrás de la campaña que emprendió Henríquez de Luna a favor de las primarias. "Un militante, un voto" reclamaba por entonces. 

Su propuesta no tuvo éxito en el Congreso, donde llegó vía enmienda, como tampoco la tuvo en el cónclave que se celebró en febrero de 2012 y que hace el número XVII en la historia del PP.

Contra Cobo y Gallardón

En el ayuntamiento, con Alberto Ruiz-Gallardón al frente, no se escondió. Es un aguirrista convencido y nunca lo disimuló. De hecho, fue uno de los ediles que solicitó el cese de Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid, como portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Madrid una vez que fue suspendido de militancia por criticar a Esperanza Aguirre en la prensa en plena batalla por el control de Caja Madrid. 

Rajoy sabe bien quién es. El 2 de mayo de 2008, el por ahora presidente del Gobierno acudió a los actos con motivo de la festividad de la Comunidad de Madrid a la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol. En pleno cóctel, Henríquez de Luna se acercó a presentarse, a decirle que él era el defensor de las primarias.

Dentro del PP de Madrid, su portavoz en la Asamblea es todo un símbolo. No en vano, es concejal presidente de la Junta Municipal del distrito de Salamanca, uno de los principales caladeros de votos del partido. En este distrito, tradicionalmente conservador, se concentran algunas de las fortunas más altas de la capital. Su madre es la marquesa de Villablanca, también muy vinculada al PP local.

Cuando Aguirre le nombra portavoz, en junio de 2011, estaba imputado en el marco del caso Guateque, relacionado con la concesión de licencias del Ayuntamiento. Fue desimputado días después. No fue, no obstante, la primera persona en la que pensó Aguirre para el puesto. De hecho, se lo ofreció primero a Francisco Granados, al que pensaba en dejar sin consejería. El ahora encarcelado dijo que no y empezó a cavar su tumba política. La presidenta, que por entonces ya estaba distanciada del hombre que lo fue casi todo en sus gobiernos, le mandó al Senado como puesto de consolación.

El antecesor de Henríquez de Luna

El coordinador de la campaña de Aguirre vino a cubrir en la Asamblea la portavocía que dejó vacante David Pérez, al que su jefa le mandó a Alcorcón como candidato. Y ganó, consiguiendo ser el segundo alcalde del PP en la historia en gobernar este ayuntamiento del sur de Madrid. Hasta entonces, los conservadores sólo habían gobernado este municipio del denominado "cinturón rojo" madrileño –así se llama a los pueblos tradicionalmente en manos de los socialistas– en el periodo 1999-2003. Su elección como candidato, no obstante, estuvo rodeada de polémica por no ser un vecino de la ciudad en el momento en el que fue designado como cabeza de lista. 

Este licenciado en Periodismo, es, además, presidente de la Federación Madrileña de Municipios. Al igual que su jefa, se define como liberal.

En su etapa al frente del Ayuntamiento de Alcorcón ha promovido juras de bandera civiles. Ha sido uno de los grandes perjudicados por la retirada del proyecto de Eurovegas, al estar planeado sobre el término municipal de Alcorcón.

Por su parte, Inmaculada Sanz de Otero, la jefa de la campaña de Aguirre, es desde 2008 jefa de gabinete de la presidenta en el partido. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Autónoma de Madrid.

Comunicación, interventores y apoderados

Estos nombramientos fueron completados con el de Isabel Gallego, directora general de medios de la Comunidad de Madrid, como directora de comunicación y publicidad, y Eva Durán, secretaria del área ejecutiva electoral, como directora de interventores y apoderados.

Aguirre renuncia a un número dos de peso y opta por su jefe de campaña

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Cifuentes opta por un hombre fuerte de Rajoy

Por su parte, la candidata a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, optó este martes por Juan Carlos Vera como jefe de campaña. El diputado, considerado muy próximo a Rajoy, es en la actualidad coordinador adjunto del equipo nacional de campaña para las autonómicas y municipales de 2015. 

Vera es un experto en campaña desde 1979, cuando fue responsable jurídico de los equipos de Coalición Democrática. Esta no será la primera vez que está al frente de la del PP a la Comunidad de Madrid. Ya fue director de campaña de Aguirre en las elecciones de octubre de 2003, las posteriores al 'tamayazo'.

La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de Madrid vuelve a primera línea de la política –si es que alguna vez se fue– después de haber abandonado la presidencia de la Comunidad de Madrid en septiembre de 2012. En este tiempo, ha trabajado para una empresa de cazatalentos, Seeliger y Conde. Un asunto que ha hecho que algunos de sus rivales internos bromearan con su "buen ojo" para elegir a sus colaboradores más próximos. Pese a que Esperanza Aguirre presume de que ha nombrado a más de 400 cargos en su vida política "y sólo dos le han salido rana", en alusión a Francisco Granados (operación Púnica) y Alberto López Viejo (caso Gürtel), la realidad choca con este cálculo. Baste un ejemplo: los alcaldes detenidos y relevados por el PP de Madrid, en el marco de la Púnica fueron cuatro. Y la Gürtel no sólo se llevó a su exconsejero López Viejo. 

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