La situación en el PP
El PP endurece su discurso contra la corrupción pero Barberá continúa en su escaño
A primera hora de la mañana de este lunes se conocía la detención del exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau por un presunto delito de cohecho pasivo. Y, poco tiempo después, Mariano Rajoy recibía en la sede nacional del partido a los miembros del Comité de Dirección del Partido Popular. La reunión, prevista desde la semana pasada, tuvo dos platos principales: la estrategia de la formación de cara al pleno de investidura de Pedro Sánchez y la respuesta los escándalos de corrupción. A puerta cerrada, y ante una plana mayor del partido enmudecida, el jefe de los conservadores prometió y presumió de contundencia ante unos escándalos que calificó de "letales", pero les reclamó ir "caso a caso", huir del "histerismo" para no errar y prejuzgar a inocentes. Fuera, ante la prensa, Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación, fue más contundente que en otras ocasiones llegando a decir a Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y Senadora, que "hay vida fuera de la política".
En definitiva, Casado, uno de los dirigentes más jóvenes del partido, estaba enseñando a Barberá, una de las más veteranas, la puerta de salida. No obstante, no pasa inadvertido que en un partido tan presidencialista como el PP es Rajoy el que debe dar esa orden. De hecho, horas después el presidente del Gobierno en funciones concedía una entrevista en 13 TV en la que aseguraba que él no sabe "de qué se acusa a Rita Barberá". "Yo creo que debería saber, al menos de qué es de lo que se le acusa. No es tan fácil", mantuvo.
¿Hay un doble discurso en el PP en esta materia? ¿Van los vicesecretarios por un lado y Rajoy, por otro? Miembros del Comité de Dirección consultados por infoLibre subrayan que "el discurso es el mismo". Que "no hay fractura de ningún tipo". Pero que cada uno tiene reservado su espacio. No obstante, aseguran entender la indignación de los militantes, simpatizantes y dirigentes porque ellos también se declaran "hartos". Hartos de dar la cara todos los días por estos escándalos de gente empeñada en "manchar las siglas del Partido Popular".
En esta línea, Pablo Casado señaló antes los medios de comunicación que “el PP ha hecho demasiado por España como para que cuatro golfos manchen su nombre”. Y que algunos deberían "salir a explicar lo suyo". De nuevo, una invitación a Barberá a rendir cuentas.
Conversaciones diarias con Barberá
Pese a que desde que el entorno de Barberá comenzó a estar en el punto de mira de la Justicia, los vicesecretarios del PP han invitado casi a diario a la senadora a que dé explicaciones públicas, hasta la fecha no han conseguido que la exregidora municipal convoque una rueda de prensa y aporte toda la información que tiene al respecto. Pero no tiran la toalla.
Fuentes de la dirección nacional del PP sostienen que existe interlocución entre Génova y Barberá prácticamente a diario y que confían en que acabe por dar su brazo a torcer. En la situación actual, la opinión en la cúpula del PP al respecto es unánime: debería renunciar a su aforamiento para no seguir perjudicando a su partido.
Los más jóvenes del partido no entienden qué debe el PP a Barberá para que Rajoy la siga protegiendo. Y es que si a alguien atribuyen la continuidad de la senadora es al jefe de los conservadores. "Todo esto se arregla si el presidente llama a Rita, queda con ella y tienen una conversación. Pero parece que eso no ha pasado", señala un diputado.
Refuerzo del aforamiento
En este sentido, hay más de un veterano dirigente conservador que considera que uno de los motivos por los que Barberá no se rinde es porque sólo acepta la interlocución de Mariano Rajoy, algo que todavía no se ha producido. De todos modos, es al líder del PP al que se le atribuye que la exalcaldesa fuera ubicada como vocal suplente en la Diputación Permanente de la cámara Alta, algo que supone un refuerzo de su aforamiento y que chirría con el que "aquí no se pasa por ninguna" que entonó hace un par de semanas ante sus diputados en el Congreso de los Diputados.
¿Debe algo Rajoy a Barberá para en un momento tan delicado no exigirle que se aparte? En el entorno del presidente del Gobierno señalan que más que deberle algo, es una cuestión "personal", la pertenencia a una misma etapa dentro de las filas conservadoras. Pero en otros sectores del PP subrayan que si Rajoy revalidó la presidencia del partido en el XVI Congreso Nacional que se celebró en junio de 2008 fue precisamente por el apoyo que le prestaron Francisco Camps y Rita Barberá. De hecho, el cónclave se celebró en Valencia.
La lenta caída al vacío de Rita Barberá
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Cuando Esperanza Aguirre anunció que se retiraba y dejaba el PP de Madrid, el gesto fuese interpretado en clave interna como una forma de dejar al descubierto a Rajoy por su actuación ante los escándalos de corrupción que en los últimos años han afectado a su partido y también a Barberá.
Casi seis semanas 'desaparecida'
El miércoles se cumplirán seis semanas desde que se vio por última vez a Rita Barberá en el Senado. Fue el día 13 de enero, cuando se constituyeron las Cortes. Sin ningún complemento al no ostentar ningún cargo ni en la Mesa del Senado ni en ninguna comisión que contemple una remuneración extra, la exalcaldesa de Valencia se embolsa mensualmente el sueldo raso de un senador elegido en una circunscripción diferente a la de Madrid. A saber: los 2.813,91 euros de la asignación constitucional y los 1.822,38 en concepto de indemnización. En total, 4.636,29 euros sin tener en cuenta otros conceptos como desplazamientos, taxis por Madrid...