Movimiento antitaurino

PP, PSOE y Ciudadanos permiten en Madrid y Andalucía que los menores sigan asistiendo a las corridas de toros

Las organizaciones AnimaNaturalis y PETA, durante su tradicional protesta contra la tauromaquia en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona.

La abstención de PSOE y Ciudadanos, unido al rechazo del PP, han logrado tumbar una proposición de ley planteada por Podemos en la Asamblea de Madrid que buscaba prohibir la asistencia y participación de menores en espectáculos taurinos. La propuesta, registrada en mayo, planteaba ratificar las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de la ONU emitidas en el mes de febrero en ese sentido.

Sergio García, responsable de medio ambiente y derechos de los animales de Podemos Comunidad de Madrid, confiesa en conversación con infoLibre no entender el resultado obtenido este jueves, especialmente, dice, porque "todos los partidos se llenan la boca con la protección del menor". La propuesta presentada por la formación morada "se había circunscrito a esto" precisamente para evitar abrir el melón de la tauromaquia, un debate que sigue suscitando desencuentros entre los partidos políticos.

María Espinosa, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, explica en declaraciones a este diario que "Ciudadanos, PSOE y PP han impedido que se debatiera en la Cámara una ley que podría mejorar las condiciones de los niños y contribuir a una educación basada en la paz, el respeto y el cuidado". Durante el último mes, desde que Podemos hizo público el registro de su propuesta, "instituciones taurinas ha hecho una fuerte campaña en redes sociales y ha habido quien ha decidido anteponer intereses económicos a los intereses de la infancia". Es una mala noticia, lamenta, "que ni siquiera se pueda debatir una ley" en un espacio pensado para ello. 

La propuesta, señala, estaba basada en tres argumentos: uno legal, otro científico y otro social o político. "El legal es que hay que trasponer las recomendaciones de la ONU a nuestra normativa", mientras que el científico se construye en torno a "trabajos que acreditan que la tauromaquia es negativa para los niños" y finalmente los argumentos políticos o sociales, los más importantes a juicio de Espinosa, tienen que ver con la voluntad de construir "una sociedad mejor".

Andalucía y otras comunidades

Una situación similar a la experimentada en las paredes de la Cámara madrileña se vivió el miércoles en Andalucía. En la comunidad también fracasó una propuesta similar –aunque más ambiciosa en su contenido– registrada por Podemos, que castigaba con sanciones de entre 9.000 y 45.000 euros la participación o asistencia de menores a pruebas o entrenamientos con reses de lidia, espectáculos y festejos taurinos o clases prácticas celebradas por las escuelas taurinas. La iniciativa, que aspiraba a sustituir la normativa andaluza de protección animal, fue en este caso rechazada no sólo por el PP, sino también por PSOE y Ciudadanos. 

Una radiografía por el resto del país revela que a día de hoy ninguna comunidad autónoma, excepto Baleares y Galicia, regula el acceso de menores como espectadores de las corridas de toros.

Anna Mulá, abogada y activista animalista, explica que "hay una ley, la 9/2017 de Baleares sobre regulación de las corridas de toros, que prohíbe expresamente el acceso a menores de 18 años a plazas de toros cuando se realicen espectáculos taurinos". Si bien "algunos aspectos de esta ley fueron impugnados por el Gobierno de Mariano Rajoy, este no lo fue", señala. La anterior ley de protección animal de las islas, de hecho, ya regulaba la presencia de los menores de 16 años, "lo que nunca generó ningún problema", recuerda García. La nueva ley balear fue impulsada por el PSOE, Més y Podemos.

En cuanto a Galicia, "la afición taurina es residual", continúa el responsable de Podemos, quien señala que "sólo hay dos plazas activas" por lo que "les ha costado mucho menos y el PP no ha hecho una batalla de esto". La ley de espectáculos públicos de Galicia, que entró en vigor el pasado 2 de julio, dice que "queda prohibido el acceso a los espectáculos taurinos en recintos cerrados a las personas menores de doce años". La ley gallega "prohibió el acceso en una forma más amplia e incluyó los espectáculos taurinos en general, pero la edad que fijó fue los doce años", detalla Mulá, quien valora negativamente el nimio límite. "No hay diferencia entre doce y trece años", argumenta. La norma gallega, no exenta de polémica, fue aprobada con el voto mayoritario del PP y la abstención de la oposición.

Respecto al acceso a las plazas, explica la letrada, no hay nada más. "En Cataluña en el año 2003 se prohibió la entrada a personas menores de catorce años, pero desde el año 2010 no se hacen corridas de toros", mientras que "en Canarias tampoco se llevan a cabo" desde el año 1991. En el resto del país, relata, "no se dice nada".

Sí existe una proposición no de ley a nivel estatal, registrada en mayo a instancias de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA), para instar al Gobierno a cumplir con la recomendación de la ONU en este sentido. Anna Mulá también recuerda que el 23 de marzo se celebró en el Congreso un foro sobre infancia y tauromaquia, en el que participó Jorge Cardona, miembro del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Cardona propuso incluir la protección de los menores respecto a la tauromaquia en la futura ley de violencia contra los niños que se prevé aprobar a finales de año. Si la protección fuera estatal, señala Mulá, "el problema no se dividiría en 17".

La llamada de la ONU

Las propuestas registradas en los últimos meses están articuladas en torno a "la preocupación de la máxima autoridad internacional en Derechos de la infancia, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, con respecto a la participación activa o como espectadores de niños, niñas y adolescentes a espectáculos públicos en los que se maltrate o sacrifiquen animales vivos y donde estos puedan herir de gravedad, incluso matar a humanos en presencia de los menores". El organismo internacional, destaca la formación morada, también califica el aprendizaje y ejecución del toreo profesional por parte de menores como "una de las peores formas de trabajo infantil según el Convenio 182 de la OIT, pues puede dañar la salud, la seguridad o la moralidad de los menores de edad".

La llamada internacional parte de un informe presentado por la Fundación Franz Weber (FFW) en febrero de 2017, en el que pone sobre la mesa los efectos de la tauromaquia para los menores. La fundación interpela al Comité para prevenir "sobre la existencia en España de eventos taurinos donde los niños y niñas presencian actos de extrema violencia, así como de escuelas taurinas –más de medio centenar– donde ponen en riesgo su integridad física y mental". La respuesta de la ONU llegó el pasado 22 de enero en forma de una sesión pública en Ginebra entre el Comité y la Delegación del Gobierno de España.

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"La tauromaquia supone una extrema violencia para la infancia. Debería prohibirse para todos los niños menores de 18 años. No sólo los niños toreros, sino también aquellos que asisten como espectadores", señaló entonces Gehad Madi, uno de los miembros del órgano, para además expresar su preocupación en lo que respecta a la protección de los niños expuestos a dicha violencia. "Esperamos que el Gobierno de España y de sus diferentes comunidades prohíban su participación en actividades taurinas", afirmó el experto. Tras la comparecencia pública, el organismo internacional incluyó una instancia en sus observaciones finales dirigidas a España, en la que llama a modificar la legislación y prohibir la participación y asistencia de niños, niñas y adolescentes a los diferentes festejos taurinos.

Desde el año 2014, el Comité de los Derechos del Niño ha dirigido similares observaciones a diversos países donde aún se realizan festejos taurinos: Portugal, Francia, Perú, Colombia, México y Ecuador.

Sergio García recalca que los países taurinos que han recibido una llamada de atención por parte de la ONU comienzan a tomar medidas al respecto. En Ecuador, la Corte Constitucional ha dictaminado que los menores no pueden presenciar o participar en espectáculos taurinos, mientras que en enero de este año Tijuana (México) se acogió a la misma medida, esta vez por la vía parlamentaria. En Colombia el debate también está abierto; Francia ha decidido estudiar el veto a los menores de catorce años y Portugal decidirá este viernes sobre su abolición. España sigue esperando arrojar luz sobre un debate enquistado desde hace años. "Si hoy sembramos paz, respeto y cuidado a los más vulnerables, mañana recogeremos una sociedad más justa, pacífica y humanitaria", reflexiona María Espinosa.

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