La nueva legislatura

PSOE y Podemos visibilizan sus diferencias en el hemiciclo

Pedro Sánchez pasa por delante de Pablo Iglesias en el Congreso.

La jornada de constitución de las Cortes Generales que se celebró este lunes visibilizó de forma clara la distancia que, hoy por hoy, separa a la formación morada del PSOE. Su líder, Pablo Iglesias, aseguró sentirse “muy decepcionado” con el secretario general socialista, Pedro Sánchez, por haberse negado a que las coaliciones territoriales en las que participa Podemos tengan grupo propio, y la izquierda hizo visible su división a la hora de elegir al presidente del Congreso: mientras el PSOE apoyó a Patxi López, Podemos y sus alianzas e IU votaron a la número 3 de la formación morada, Carolina Bescansa.

Que las relaciones entre ambas formaciones son tensas desde que se conocieron los resultados de las elecciones del pasado 20 de diciembre no es ningún secreto. Las diferentes posturas sobre la posibilidad de organizar un referéndum de independencia en Cataluña han complicado un acuerdo de izquierdas para hacer a Sánchez presidente del Gobierno. Pero en las últimas horas, el pacto entre los socialistas y Ciudadanos para hacer presidente del Congreso a Patxi López con la abstención del PP ha agrandado la distancia entre Podemos y el PSOE, un cisma que pudo visualizarse en las declaraciones de unos y otros en la Cámara Baja.

No sólo fue el hecho de que Podemos decidiera presentar a última hora a su número 3, Carolina Bescansa, como candidata a la Presidencia del Congreso para no votar en blanco como hizo el PP. El propio Iglesias aseguró que le "hubiera encantado que hubiera habido un acuerdo frente al PP”. “Propusimos al PSOE que buscáramos acuerdos con todos para que no hubiera una Mesa controlada por el PP y Ciudadanos. El PSOE por desgracia ha elegido estar con el PP”, criticó el líder de Podemos, que afirmó que va a trasladar personalmente su descontento a Sánchez.

"Creo que la gente que te votó no quería que te pusieras de acuerdo con el PP. Ojalá nos hubiéramos podido entender, pero para estar con el PP con nosotros no cuentes", señaló Iglesias que le dirá al líder socialista. En los pasillos, fuentes de Podemos eran aún más duras con el acuerdo de PSOE y Ciudadanos para constituir una Mesa en la que el PP tendrá tres representantes, por dos cada uno de socialistas, Podemos y Ciudadanos. Según la formación morada, conocieron el pacto “por la prensa”, algo que ha molestado a unos dirigentes que, además, entienden que “esta Mesa lleva claramente a unas nuevas elecciones”.

Sánchez, no obstante, aseguró antes de entrar al hemiciclo que “no estamos en un momento de líneas rojas, estamos en un momento en el que tenemos que tender puentes y si no existen, construirlos”. El único escollo para haber alcanzado un acuerdo con Podemos -con quien negoció “hasta el último minuto”, según aseguro el secretario general del PSOE- fue la exigencia de la formación de Iglesias de que sus coaliciones -En Marea, En Comú Podem y Compromís-Podemos-És el moment- tuvieran grupo propio. "No es el número de grupos políticos, son las políticas lo que necesitan los ciudadanos”, sentenció Sánchez.

Las confluencias cargan contra el PSOE

“Yo estoy dispuesto a hablar con todo el mundo, pero creo que el PSOE ha elegido llegar a un acuerdo con el PP y con el bastón del PP, que se llama Ciudadanos”, denunció tras la sesión Iglesias, que afirmó que los socialistas “han entregado el control de la Mesa a lo que Sánchez llamaba las derechas” a cambio de una “sillón”. “Eso significa que las leyes que vamos a plantear o la investigación de la corrupción va a encontrar el bloqueo de una Mesa controlada por el PP”, lamentó el líder de Podemos, que aseguró que “si alguien ha puesto tierra de por medio a posibilidad de cambio en este país es Pedro Sánchez”.

PSOE y Ciudadanos hacen visible un acuerdo en el Congreso que traslada presión a Podemos

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Por su parte, las coaliciones territoriales en las que participa Podemos también fueron muy duras al cargar contra los socialistas, si bien no quisieron aclarar cuáles serán sus próximos pasos a seguir una vez que parece claro –aunque no definitivo, porque el plazo termina el día 18– que no contarán con grupo propio en el Congreso. Xavi Domènech, portavoz de En Comú Podem, calificó el pacto del PSOE con Ciudadanos y el PP de “preludio de la gran coalición” y de acuerdo “antinatura” que va contra la “plurinacionalidad”. “El tiempo corre, y no se sobrevive en el pasado”, avisó Domènech.

El líder de En Comú Podem emplazó a esperar al día 18 para valorar las alternativas a que su formación tenga grupo propio, entre ellas la que ofreció el propio Iglesias: que las coaliciones se integren dentro del grupo de Podemos de forma “confederal”, como una especie de subgrupos con portavoces y discurso propios. Tampoco quisieron dar detalles al respecto Joan Baldoví y Alexandra Fernández, representantes de Compromís-Podemos-És el moment y En Marea, que no obstante sí que hicieron varias críticas al PSOE por el acuerdo suscrito con Ciudadanos para la Mesa.

“Hemos visto que el no del PSOE se circunscribía a decirnos no a nosotros y a dar un sí rotundo a pactar con el PP”, denunció Baldoví, que aseguró que la idea de los socialistas es “cambiar para que nada cambie” y no descartó que la alternativa a tener grupo propio sea intentar conformar un grupo conjunto de todas las candidaturas de confluencia. Fernández, por su parte, fue tajante: “El PSOE acaba de firmar su acta de defunción”, ya que se ha incluido en un “bloque de partidos reaccionarios” que quieren “continuar la agonía de este régimen”. “Esa otra alma del PSOE, que todavía cree en una alternativa progresista, en lajusticia social, no ha conseguido imponerse dentro de su propio partido y ha perdido la batalla ante los que quieren la gran coalición”, lamentó la diputada.

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