ELECCIONES ANDALUZAS

¿Puede la izquierda recuperar Andalucía? Ocho voces progresistas analizan cómo ganar a Moreno

Sesión del Pleno del Parlamento andaluz.

Susana Díaz baja con su núcleo duro las escaleras del Hotel Meliá Sevilla. Ya es de noche en Andalucía. Dos de diciembre de 2018. La marea de periodistas espera. Las televisiones escupen un resultado inédito en la comunidad en décadas: la derecha suma más escaños que la izquierda y se abre por primera vez la puerta a las instituciones a la ultraderecha desde la llegada de la democracia. 

Aquella noche pasó a la historia el reinado del PSOE, con apoyo en varias legislaturas de la izquierda o de Ciudadanos, de la Junta de Andalucía. La derecha, con Juanma Moreno, se hacía con el Palacio de San Telmo, la joya deseada por los conservadores durante cuarenta años. Los socialistas dejaban el poder cercados por el caso de los ERE y el desgaste de la etapa de Susana Díaz por sus luchas internas. Desde entonces la influencia progresista pasó a barbecho, consiguiendo incluso en 2022 el Partido Popular una holgada mayoría absoluta que ni las encuestas pronosticaban. El poder conservador se volvió a evidenciar en la comunidad en las pasadas elecciones europeas, donde populares, Vox y Se Acabó la Fiesta sumaron hasta el 55% de las papeletas frente al 40% de las opciones progresistas.

Y Andalucía ya mira a elecciones nuevamente. En 2026 se tendrán que poner las urnas y el tablero político ha empezado a removerse con fuerza. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dado un paso adelante para liderar el débil PSOE andaluz. Las izquierdas, además, comienzan a ser conscientes de que pronto tendrán que articular una fórmula para ser competitivas después del caótico episodio de los anteriores comicios. 

Emergen muchas preguntas entre los progresistas. ¿Puede volver la izquierda a gobernar? ¿Será todavía más larga la travesía en el desierto? ¿Qué teclas hay que tocar para reconectar con el electorado? ¿Cómo hacer frente a la imagen moderada de Juanma Moreno? ¿Cómo se puede sacar al sector abstencionista de sus casas? Voces históricas y referentes de la izquierda andaluza analizan la situación y, sobre todo, dan algunas recetas para este empeño.

Un "frente amplio"

“En Andalucía se está produciendo un punto de inflexión”, indica Felipe Alcaraz, que fue líder del PCA, diputado once años en el Parlamento andaluz y otros tantos en el Congreso en representación de la provincia de Sevilla. Hace esta radiografía: “Bonilla iba en el Titanic. No se va a hundir, pero a partir de ahora ya no va a ir tan tranquilo. No sólo por los cambios en el PSOE, sino también porque aquí la izquierda transformadora adelanta un poco el reloj de la unidad de la izquierda en España”. “Es posible empezar a pensar en un panorama donde hay alternativa de cambio de Gobierno”, estima.

“Ahora viene la realidad de hacer una propuesta programática y conseguir un frente amplio, aquí se ha dado un paso con el entendimiento con Podemos”, sostiene, para manifestar que se está evidenciando ya que que el “buenismo centrista de Moreno es una realidad neoliberal, como se está viendo con la sanidad": "La gente se está dando cuenta que ese discurso de Walt Disney luego choca con las listas de espera y el desguace de los servicios públicos”.

“Esto que parecía una proclama panfletaria de la izquierda se convierte en una realidad cotidiana, la gente lo está viendo ya en su centro de salud o en el colegio”, insiste Alcaraz, que cree que la izquierda tiene que “trabajar también el papel de Andalucía en el Estado”: “Esa voz no la puede llevar Moreno Bonilla, que es un Feijóo bis y está supeditado al neocentralismo”. Apostilla: “Los progresistas se tienen que dar cuenta de ese papel del poder andaluz y como voz de peso, ese 20% de la España de las Españas”.

"Defender lo público: expandir el espíritu del programa de Broncano"

Además, insiste este referente histórico de Izquierda Unida que hay que hacer mucha pedagogía y “dar la batalla en los medios”. Pero, considera, que todavía más importante es la estrategia “organizativa” para recuperar el impulso: “Hay que volver calle a calle, con esa dinámica del 28F y del 4D porque todavía no hemos salido del subdesarrollo relativo. La locomotora tiene solo humo de propaganda, no se mueve”. Recalca el papel de Izquierda Unida, muy presente en los ayuntamientos: “Hay que meter 'El 47' en cada barrio”. Llama además a inspirarse en el Gobierno de progreso que hay ahora a nivel estatal.

Pero no con nostalgia: “La gente joven es fundamental. Le están vendiendo que un capitalismo de excepción es ir contra el sistema actual, como dice Vox, que está recuperando la hegemonía machista e individualista. Hay que defender lo público, como si expandiéramos el espíritu del programa de Broncano. Sin lo público no hay salvación. La gente joven tiene que entender ese mensaje de solidaridad. No es antisistema ir contra la sanidad y la educación”.

Se zambulle de lleno en la cuestión el socialista Manuel Gracia, uno de los políticos andaluces con mayor trayectoria, siendo elegido diputado a las Cortes ya en 1979 por Córdoba. Ha sido presidente del Parlamento andaluz y consejero de Educación y de Presidencia. Entre otras recetas mirando al futuro relata que hay que denunciar “la doblez” de Moreno Bonilla “por tierra, mar y aire”: “Su imagen moderada no se compadece con las políticas que hace”.

“Es fundamental dinamizar el partido, compatibilizando las nuevas formas de hacer política con las clásicas: las Casas del Pueblo son un capital político inmenso que debe estar abierto a la sociedad”, reflexiona Gracia al hilo de la llegada de Montero a la calle de San Vicente. ¿Pueden volver las izquierdas a ganar a las derechas? Responde: “Sí, siempre que cada una se oriente a defender su proyecto teniendo muy claro quién es el adversario: la derecha del PP y Vox”.

Hay que denunciar la doblez de Moreno por tierra, mar y aire

Pone sobre la mesa algunas propuestas para esa tarea: “Hacer política cercana centrada en las demandas de las clases trabajadoras y media, que cada militante tenga una tarea constante, y no solo cuando hay elecciones, en las organizaciones y movimientos sociales”. “Todo ello naturalmente para proponer y propagar un nuevo proyecto autónomo basado en las ideas socialdemócratas con la incorporación de las preocupaciones medioambientales, feministas y de la sociedad de la información; un proyecto andaluz, que lleve a término las previsiones del nuevo Estatuto de Autonomía y que sea rabiosamente celoso de nuestra identidad”, hilvana.

"La vivienda explotará y la sanidad es un talón de Aquiles"

Una de las voces que más se escucha siempre en la izquierda andaluza es la de Teresa Rodríguez, fundadora de Podemos en Andalucía y una de las impulsoras ahora de Adelante Andalucía: “Creo que el sur no está fuera de un ciclo generalizado, las elecciones andaluzas suelen ser las que adelanten lo que se va a reproducir en el resto del Estado. Estamos en un momento político muy de reacción, de mucha desorientación, de mucha desmovilización, pero también hemos conocido otros periodos que han sido así de gobiernos de la derecha, con la novedad ahora de la extrema derecha neofranquista. Sabemos que son ciclos que terminan, y no con recetas mágicas, sino por cambios de ciclo de la sociedad”.

“En algún momento el tema de la vivienda explotará. El tema de la sanidad va a ser otro de los talones de Aquiles de la gestión de la derecha. Puede ser uno de los ejes que lleve a la removilización y al cambio de ciclo, pero no estamos cerca de eso”, señala la ex eurodiputada, para comentar a continuación: “Ahora toca resistir y construir. En nuestro caso estamos intentando innovar con la construcción de ese espacio andalucista de izquierdas, tratando de tener buena relación con el resto de la izquierda estatal pero sin encasquillarnos en los debates, peleas y broncas de los últimos años”. Asimismo, entiende que la “turistificación” es otra de las cuestiones en las que debe enfocarse la izquierda en estos momentos: “Nos permite hablar de cosas que no se hablan, como la actividad económica colonial”.

Es esencial para Rodríguez estar “con las luchas sociales desde la cercanía” y “estar en los conflictos por abajo”: “Junto a los colectivos que luchan, que no son grandes, pero sí muchos. Está la gente de las subcontratas, los trabajadores de Astilleros vuelven a movilizarse...”. Se marca otro objetivo: “Llegar a las zonas rurales, a todos los rincones”. “¿Dará fruto para las próximas elecciones? Ojalá. Los cambios de ciclo también pueden ser repentinos, nadie se lo esperaba en el 15M. Espero que nos pille trabajando y no perder tiempo en las disputas internas”, explica.

Rodríguez mira también a los jóvenes y cree que hay que acercarse “con mucha pedagogía”. Reflexiona que el movimiento feminista “se ha dado un tiro en el pie” con las disputas internas por temas como la ley trans y la prostitución. Es algo que le preocupa ante el fenómeno de crecimiento de la ultraderecha entre los chicos. “Ojala volvamos a entrar en razón y a encontrar el momento de construir ese refugio para las chicas, que lo necesitan y mucho”, razone, para poner también el foco en el colectivo LGTBIQ+, “que va a ser sufridor día a día de la ultraderechización de la sociedad”.

“Y hacerlo con otra técnica, sin ser soberbias. Combatir el patriarcado es distinto a combatir el antifeminismo, es algo diferente. Hay que volver a la pedagogía y a explicar por qué la violencia machista es una realidad. Hay que hacerlo con mucha calma, con datos y sin tener miedo a los debates que se han reabierto aunque no nos gusten. También hay que huir de los espacios institucionales para eso. Existe una irreverencia de la extrema derecha y las institucionalización de los valores progresistas nos dificulta poder combatirla”, remacha Rodríguez.

Para concluir con esta idea: “Hay una lucha identitaria. Por eso pensamos que el andalucismo es una vacuna, porque el españolismo se ha convertido en una identidad y no es solo un programa político. En un momento de incertidumbre, construir la identidad andalucista vinculada a valores progresistas, de libertad y de derechos puede compensar frente al españolismo reaccionario y liberticida”.

"Unidad" y meter cabeza en los medios

Micaela Navarro ha sido uno de los grandes referentes de las mujeres políticas en Andalucía y en España en las últimas décadas. La jienense ha sido presidenta del PSOE y del PSOE-A, además de consejera de Igualdad, vicepresidenta del Congreso y parlamentaria en el Hospital de las Cinco Llagas. Frente al espejo refleja: “No podemos abstraernos en Andalucía y en España de la convulsión que hay en el mundo entero, no somos un ente aislado. Estoy viviendo con bastante preocupación la ola reaccionaria, lo que ha pasado en EEUU y lo que puede suceder en Alemania. Dirigentes con formas y con fondos poco democráticos están llegando a los gobiernos de manera democrática”.

Resalta que ahora “está de moda ser radical reaccionario e involucionista”. “Antes se cuidaban de decirlo”, continúa Navarro, que ve con estupor cómo cala este discurso especialmente entre los jóvenes. Por eso, llama a hacer mucha pedagogía por parte de la izquierda en temas como los impuestos. 

Una de sus grandes obsesiones es que la izquierda tiene que ir “unida” y no puede hacerse ella misma un “harakiri”: “Muchas veces diluimos la posibilidad de gobernar y perdemos escaños y concejales porque aparecen muchas candidaturas”. “Mientras sigamos en la dinámica de la división la gente no nos va a mirar seriamente. No podemos seguir aireando las diferencias internas”, sostiene.

Su propuesta incluye esta idea: “Es imprescindible que sigamos poniendo sobre la mesa que el modelo de sociedad que defiende la izquierda en este país no tiene nada que ver con las políticas que lleva a cabo la derecha. Al Gobierno de Pedro Sánchez se le critica mucho, pero es el que sube las pensiones según el IPC y el que incrementa el salario mínimo. Y no se ha hundido la economía, sino que se ha revitalizado”.

Otro de los grandes problemas a resolver para Navarro es la batalla en los medios: “Es un tema muy difícil. Pocas veces la izquierda ha tenido ascendencia sobre los grandes grupos. Ahora las redes sociales están copadas por poderes fácticos y están dirigidas a generar bulos y ruido”. Pero entiende que hay que conseguir meter la cabeza con el mensaje en la prensa.

También apuesta por desenmascarar el discurso del presidente de la Junta: “Valoro mucho que las personas sean educadas y agradables, pero, sobre todo, que sean capaces de hacer políticas para que se pueda acceder a una sanidad y a una educación pública”. “Pasa otra cosa: la derecha cuando está gobernando es más simpática y amable que cuando está en la oposición, porque consideran que son históricamente los dueños del mando y del poder. A la izquierda se nos considera okupas”, mantiene. Para ella, se tienen que denunciar situaciones como el servicio sanitario o los problemas para acceder al bono joven de alquiler.

"Hay que convertir las elecciones en un plebiscito nacional"

Aporta en estos tiempos su análisis Sergio Pascual, ex diputado por Sevilla y ex secretario de Organización de Podemos: “Hay un elemento que no se pone muchas veces encima de la mesa por parte de la izquierda. Si uno observa el resultado electoral, el PP y la derecha no han aumentado tanto en votos. Lo que ha sucedido es que el PSOE ha caído estrepitosamente y su izquierda se ha fragmentado”.

“Las últimas elecciones triunfales del PSOE en Andalucía fueron en 2004 y en 2008, con porcentajes de participación superiores al 70%. Coincidieron con las generales. A partir de ahí se separaron las urnas y llegó el caso de los ERE. Es el votante del PSOE el que se queda en su casa. Más allá del efecto que pueda tener Moreno, la gran bolsa que tiene que recuperar el PSOE es la de la abstención estructural en las elecciones andaluzas”, radiografía Pascual.

Pero, ¿puede volver a gobernar la izquierda? Pascual responde: “Sí, estoy convencido. Si las fuerzas progresistas son capaces de motivar y despertar al votante socialista de las generales, pueden claramente vencer a las derechas. Por eso hay que convertir las elecciones andaluzas en un plebiscito nacional, lejos de lo que me gusta como militante andalucista. La única manera que tiene el PSOE de lograr esto es convertir los comicios autonómicos en un hito a escala nacional, mientras que el PP va a intentar que sean en clave andaluza desconectando del ruido estatal”.

Para Pascual, Juan Espadas se equivocó a la hora de plantear un modelo con la tesis de la “oposición constructiva”. “Creyó que eso le sirvió para llegar a ser alcalde de Sevilla y le valdría para la Junta. Pero logró el ayuntamiento porque se acabó el ciclo de la hegemonía del PP. Su análisis era erróneo. Le dejó vía libre al PP y al crecimiento de la figura de Moreno, pareciendo incluso un buen gestor para votantes socialistas. Tiene problemas con la sanidad, pero no encarna la figura de la derecha dóberman de Ayuso. El PSOE tendría que hacer una oposición más aguda y frontal”.

Hay que resolver la candidatura de las izquierdas en el menor tiempo posible y sin ruido

Profundiza en su planteamiento: “La llegada de María Jesús Montero va a revitalizar la confrontación y va a estrechar el espacio a su izquierda”. ¿Y qué tienen que hacer las izquierdas? Pascual se adentra: “Lo primero es dejar de provocar noticias sobre sí mismas. Harían bien en resolver la candidatura con mucho tiempo de antelación y con el menor ruido posible”. Incluso considera que la cuestión de la unidad debería encauzarse en el primer semestre de este año.

“Esa izquierda a la izquierda del PSOE tiene que hacerse más fuertemente andalucista. Esto posibilitaría la muy difícil reunificación con Teresa Rodríguez. Creo que hay un gran bloque de votantes abstencionistas y huérfanos que piensa que es preciso en Andalucía una fuerza que defienda exclusivamente Andalucía y no dependa de intereses a nivel nacional. Es un campo fértil para los progresistas, pero tiene que ser una izquierda capaz de aglutinar una estructura estatal de corte federal. Entre los actores, pienso que IU está bien posicionada”, dibuja Pascual.

"Programa, programa y programa como Julio Anguita"

Otro gran conocedor de la política andaluza es Willy Meyer, que fue diputado de IU por Cádiz y uno de los hombres fuerte de IULV-CA durante años. Arranca su reflexión: "Estamos ante una situación de ofensiva política, ideológica y cultural de la derecha y de la extrema derecha en todo el mundo. Andalucía no es una excepción. Hay un retroceso en las idea de progreso, de los colectivo y de lo común. Prima mucho el individualismo como en el proyecto de Madrid, donde el mercado es el que nos organiza”.

Sí pone en valor una cuestión: “En Andalucía, a diferencia de otros territorios, la izquierda a la izquierda del PSOE está dispuesta a ir conjuntamente. Sería una noticia fantástica. Uno de los grandes factores es que no haya atomización. Ante esa ofensiva, hay que anteponer una fuerza alternativa programática”. Y recalca: “Hay que recuperar el 'programa, programa, programa' de Julio Anguita”.

“El PSOE está haciendo un esfuerzo por recomponerse y por eso va a poner a la ministra de Hacienda, pero la izquierda alternativa tiene que hacer los deberes. Primero: recuperar esa idea central de lo que fue Convocatoria por Andalucía de construir un programa no de sabios y de laboratorio, sino de movilización y de reivindicaciones sociales por abajo. Hay que recuperar la participación política”, sostiene Meyer.

Tenemos que focalizarnos en el eje del empleo de calidad y en el rescate de los servicios públicos

Para él, “tenemos la suerte de que Antonio Maíllo es coordinador federal de IU y tiene muy claras esas ideas centrales de la política de izquierdas”. “Además, el coordinador andaluz, Toni Valero, tiene muy clara la necesidad de la unidad. En Andalucía se avanza en la buena dirección”, continúa Meyer, quien se detiene: “No se puede caer en la distracción absurda del encaje y la confección de listas”.

¿Y de qué tiene que hablar la izquierda? Para el exdiputado, es esencial poner en el centro “el eje de la productividad, en el campo, en la industria y en los servicios”. “Tenemos que focalizarnos en la activación de la economía con el objetivo de un empleo de calidad y que permita conciliar la vida”, apostilla. Meyer mira además a la Andalucía rural “Hay complejidad y hay que dar respuestas. También hay que mirar a la tecnología y a la ciencia”. “El segundo eje es el rescate de los servicios públicos de calidad”, comenta antes de concluir que la receta de la izquierda pasa por mostrar “una alternativa completa y estructural” frente al modelo privatizador y neoliberal de Moreno y el PP.

El campo y la migración

Diego Cañamero es una de las voces históricas del campo andaluz. Sobre el dominio de la derecha sostiene: “En la política pasa, como dice el refrán, que cuando está lloviendo parece que nunca va a escampar. Pero en lo que parece muy difícil puede haber un cambio rápido, siempre teniendo en cuenta la situación y la coyuntura económica”. “En Andalucía —analiza— hay que recuperar un discurso que sea capaz de aglutinar a la mayoría social. Y que sea un discurso no dogmático y que apele a las cosas básicas y claras. Eso tiene que conseguir además la unidad de la izquierda”.

Además de la sanidad y la educación, Cañamero explica que hay que poner “un foco importante en la situación del medio rural”, que vive momentos complicados especialmente por la cadena de precios. A la vez que cree que hay que cuidar el “tema de la migración”: “La derecha tiene un discurso que penetra y nosotros tenemos que tener uno nítido. Una cosa es que seas buena persona y solidaria y otra cosa es lo que entiende tu vecino. Hay que contar con un discurso que aglutine a todo el mundo”.

El exportavoz del SAT y exalcalde de El Coronil (Sevilla) durante catorce años llama a desnudar la imagen de Moreno: “Va poquito a poquito. No hace aspavientos, pero llega como las mosquitas muertas. Hay gente que dice que no hay diferencia entre el PSOE de los ERE y el PP. Los ciudadanos quieren tranquilidad y paz. Pero lo que pasa es que él mete a la rana en agua templada hasta que la mata. Está transfiriendo a los conciertos privados y la sanidad es un desastre. Hay que decirlo. Una persona que no ve se tira un año esperando a una operación de cataratas”. Por eso, cree que hay que preparar también movilizaciones como las mareas blancas.

"Calle a calle"

Responde también Rosa Aguilar, ex alcaldesa de Córdoba, ex consejera de Justicia de la Junta y ex ministra de Agricultura. ¿Puede volver a ganar la izquierda en el sur? “Yo creo que sí. No es fácil, pero es posible. Ahora se abre un tiempo nuevo en el PSOE con un liderazgo fuerte como el de María Jesús Montero. Es una mujer que conoce muy bien la comunidad. Y con un partido unido. Va a volver el mejor PSOE”.

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Aguilar se fija en el camino para volver a ganar y da una clave: “Cada militante se tiene que sentir importante. A pesar de ser tiempo de nuevas tecnologías, hay que estar en la calle con la ciudadanía. Hay que conocer bien los colectivos que trabajan cada día. La gente tiene que saber que estamos a su lado de verdad. Nada de poses. Somos igual que el resto de los andaluces. No se trata de decir que vamos a hacer actos, sino de estar al lado en el sentido humano. Hay que permear la sociedad. Y siempre con propuestas”. Marca que la izquierda tiene que volver a "su espacio natural", en el que se han ido adentrando las fuerzas de derechas durante estos años como los pueblos y el mundo rural.

La exministra añade que el PSOE tiene que "reconectar con las mujeres con fuerza" y se tiene que poner como reto llegar a los jóvenes, donde ve un papel muy importante a desarrollar en las redes sociales a partir de ahora. Manifiesta sobre ello: "Hay que hacer un trabajo serio y combativo. Cada minuto hay millones de bulos. Tenemos que tener mucha más presencia".

Para concluir Aguilar con la forma en la que hay que enfrentarse a Moreno: "No me gustan los ataques personales como hace el PP a nivel nacional contra Pedro Sánchez. ¿Dónde está la política con mayúsculas? Lo que hace Moreno es guardar las formas, no quiere molestar a nadie y se ha hecho un perfil amable. Pero hay un realidad distinta en su política. No se trata de mirarlo como persona, sino como presidente de la Junta. Y no se compadece en temas como el de la sanidad, está metiendo la privatización por debajo de la puerta. También hay que mirar la educación y la industria. Ahí tiene que estar el PSOE y poner encima de la mesa lo que significa este gobierno de la derecha. Hay que combatir desde el respeto pero con toda la contundencia".

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