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10N | Elecciones Generales

Unidas Podemos paga la factura más alta por el fracaso de la negociación para un pacto de Gobierno

Pablo Iglesias e Irene Montero, durante la comparecencia de la formación morada ante los medios de comunicación.

Cuatro años después de que Podemos emprendiera un meteórico ascenso que en 2016 le llevó a cosechar 71 diputados y el 21,10% de los votos, el partido de Pablo Iglesias se ha quedado este domingo en menos de la mitad de esos diputados y se ha visto confirmado en el cuarto puesto. Ese descenso a la cuarta posición, que ya se había registrado en las elecciones de abril, se ve ahora empeorado: con el 99,95%% escrutado, la formación de Pablo Iglesias pierde otros siete diputados en la sangría que comenzó en primavera. Los 42 escaños de abril son ahora 35. Y su porcentaje de votos baja en estos meses desde el 14,31% hasta el 12,84%. Pero sigue siendo imprescindible para lograr un Gobierno de izquierdas si ese es el objetivo del PSOE, aunque los socialistas necesitarían en cualquier caso otros aliados para sumar mayoría. 

Tras conocer los resultados, Pablo Iglesias anunció que ya había enviado un mensaje al presidente en funciones, Pedro Sánchez, para ofrecerle un acuerdo que frene el auge de la ultraderecha que representa Vox y que garantice las políticas sociales y de libertades civiles "imprescindibles" para ello: "Es una necesidad histórica", remarcó. El líder de Unidas Podemos evitó cualquier autocrítica. Y, aunque le tendió la mano, cargó las tintas sobre el PSOE: "Creo que no miento si digo que se duerme peor con más de 50 diputados de la extrema derecha que con ministras y ministros de Unidas Podemos". Iglesias fue más lejos cuando afirmó que, al inclinarse por la repetición de elecciones, Moncloa calculó que esa vía "los iba a acercar a la mayoría absoluta y a nosotros nos iba a hundir. Pues ni una cosa ni otra". "Espero que Pedro Sánchez valore su error y rectifique: rectificar es de sabios", apostilló aquí.

"Creo –remarcó Iglesias rodeado de la plana mayor de Unidas Podemos– que si Pedro Sánchez optara por negociar con Pablo Casado un acuerdo de investidura o de legislatura decepcionaría a una inmensa mayoría de los votantes progresistas, incluida buena parte de los votantes socialistas".

La pérdida de siete escaños se ve políticamente agravada por dos factores: porque no es al PSOE sino a la formación morada a la que le ha pasado la factura más alta el fracaso de la tortuosa negociación para un acuerdo de gobierno que nunca llegó. Y porque mientras que en abril fue Ciudadanos el que le arrebató la tercera posición en la tabla del Congreso, es hoy la ultraderecha la que le impide subir al podio parlamentario. Los 5,04 millones de votos de 2016, que en abril de este año ya se habían convertido en 3,7 millones, han seguido pendiente abajo hasta situarse en algo más de tres millones. En seis meses se ha dejado por el camino casi 700.00 votos en números redondos.

Unidas Podemos no solo no ha conseguido convencer a los electores de que la culpa del fracaso en la negociación tras los comicios de abril correspondió al PSOE sino que tampoco ha logrado trasladar a quienes eran todos sus votantes su principal mensaje de campaña: que evitar que Pedro Sánchez se entregue ahora a los brazos del PP pasaba necesariamente por un Unidas Podemos más fuerte y con más bazas para negociar su incorporación al Gobierno. "Nuestra candidatura –expuso tras Iglesias el coordinador federal de ÍU, Alberto Garzón– ha resistido en una campaña muy difícil para nosotras y para nosotros. Hemos demostrado una gran fortaleza".

En Madrid, Podemos pasa de seis a cinco diputados  y todo apunta a que la causa es la entrada de Más País, que gana aquí dos de sus tres escaños. En Andalucía, donde también gobierna la derecha, los nueve que logró en abril se convierten ahora en seis (pierde uno en Sevilla, otro en Málaga y el tercero en Cádiz) , lo que significa su mayor pérdida. En Valencia, baja de cinco a cuatro (se queda sin representación por Castellón) y los datos indican que son las de Más País las siglas que se llevan ese escaño; En Canarias, Unidas Podemos retrocede de tres a dos diputados (pierde uno de los dos de Las Palmas); y en el País Vasco, baja de cuatro a tres (pierde uno en Vizcaya). Se mantiene en cambio intacta en sus siete escaños en Cataluña –donde la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, imprime su carácter a En Comú Podem– y en sus dos de Galicia. En esta última  comunidad, han conservado el escaño de A Coruña y el de Pontevedra que mantuvieron en abril.

La gran incógnita reside en si el PSOE se mantendrá en su cerrazón a un acuerdo que dé a Podemos entrada en el Ejecutivo. "Vamos a tender la mano al PSOE porque combinar la valentía de Unidas Podemos con la experiencia del PSOE puede convertir a nuestro país en un referente en políticas sociales", manifestó Iglesias este domingo tras votar en el Colegio Público La Navata, de Galapagar (Madrid), donde acudió a votar a primera hora. Y añadió un mensaje de relevancia: que hay que "dejar reproches atrás".

Durante la campaña, Unidas Podemos ya criticó que los socialistas fueron los que no quisieron llegar a un acuerdo con su partido. Y remacharon que no entendían por qué una oferta efectuada en verano y que implicaba la entrada de miembros de la formación en el Ejecutivo había dejado de valer dos meses después. Tras ese cambio, sostuvo Iglesias, subyacía el deseo de llegar a un acuerdo con el PP para formar una gran coalición. El preesidente negó en el debate electoral que el líder de Unidas Podemps mentía con estas afirmaciones y que esta idea no está en los planes de su partido. Pero la noche del domingo, Iglesias se reiteró en esa parte de su discurso. 

A su lado, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, lanzó un mensaje duro contra Más País: la fragmentación de la izquierda por la candidatura presentada por el antiguo amigo de Iglesias y cofundador de Podemos, Íñigo Errejón, ha hecho que pierdan diputados que, en el caso de Málaga, ha ido –dijo– a parar a Vox. Iglesias optó por otra vía: "Esta es la noche –afirmó muy serio– más difícil en la vida Íñigo Errejón y le mando un abrazo solidario".

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