Los vecinos se organizan para defender Madrid Central: "Están jugando con nuestra salud, es una salvajada"

Madrid Central tiene los días contados. Al menos, sus sanciones. A partir del lunes 1 de julio, todos los vehículos podrán entrar en la zona de bajas emisiones que estableció el anterior Gobierno municipal de Manuela Carmena sin que en el buzón de su propietario aparezca ninguna multa. Así lo aprobó este jueves la Junta de Gobierno de la ciudad, que aprobó una moratoria que durará hasta el 30 de septiembre. Además, el Ejecutivo presidido por el conservador José Luis Martínez-Almeida llevará a cabo una auditoría de los sistemas de control de los vehículos que accedían a esta área de circulación restringida. Pero algunos madrileños han decidido no ponerlo fácil. Este sábado se manifestarán a partir de las 19.00 horas en Callao, desde donde partirán hasta Cibeles para insistir en la necesidad de mantener una de las medidas estrella del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático de la anterior alcaldesa. Y avisan: "Si no se echan atrás, el lunes volveremos", advierte Gala San Miguel Pradera, miembro de la Asociación de Vecinos Sol-Letras, perteneciente a la Plataforma en Defensa de Madrid Central, una organización que la pasada semana entregó 153.000 firmas en la Oficina de Atención Integral al Contribuyente para reclamar el mantenimiento de la zona de bajas emisiones.

 

Tras meses de retrasos, la zona de bajas emisiones del centro de la capital entró en vigor el pasado 30 de noviembre —aunque no se multó hasta el mes de marzo—. No lo hizo sin críticas. La oposición del PP y Ciudadanos vaticinaron que la medida sería un auténtico desastre, unos pronósticos cuya crudeza fueron rebajando con el paso de las semanas. Así, los conservadores dejaron de hablar de "caos" y pasaron a criticar que la medida no se implantara con sanciones desde el primer momento y los líderes del partido naranja comenzaron a afirmar que el área que ocupaba Madrid Central no era tan grande. Aun así, el acuerdo que ambas formaciones alcanzaron el pasado 14 de junio sí que recogía que la medida anticontaminación de Carmena sería eliminada. Y lo aprobaron este viernes, aunque desde el Gobierno municipal insistieron en la idea de que no habían eliminado Madrid Central por completo. "Hoy el acuerdo de la Junta no suprime, no suspende, no elimina Madrid Central. Sigue vigente, sólo se da una moratoria a las sanciones", explicó en rueda de prensa el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. 

Pero para la plataforma que defiende la medida asegura que esto no es más que una eliminación de facto. "Es una estrategia. Los conductores seguirán infringiendo la norma pero no se les va a multar, así que de facto están eliminando la norma", critica Yetta Aguado, portavoz de la organización y miembro de Madres por el Clima, una asociación de reciente creación que se une al movimiento ecologista de los jóvenes por "el futuro de la salud de sus hijos e hijas". 

El argumento del Consistorio es muy diferente. Según explicó Almeida, la moratoria se explica porque, hasta ahora, las sanciones no se han aplicado correctamente. El alcalde se refiere de esta forma a la anulación de más de 6.000 multas que llevó a cabo el anterior Gobierno de Carmena por un defecto en el formato de la hora. "Nosotros adoptamos una medida de sentido común, y es que mientras no tengamos seguridad de que eso funciona correctamente no se multa", dijo el conservador en una entrevista concedida a RNE. El nuevo Gobierno municipal todavía no ha presentado una batería de medidas alternativas, pero según publicó este miércoles El País, estas pasarían por dar subvenciones para sustituir vehículos y apostar por los carriles Bus-VAO

Desde la Plataforma critican, no obstante, que si la zona de bajas emisiones necesita mejoras es bueno hacerlas, pero para ello no es imprescindible llevar a cabo la moratoria. "Si la intención fuera mejorar Madrid Central, no habría necesidad de no multar", explica Aguado. 

Las voces críticas contra la medida del nuevo Ejecutivo también se levantaron desde Más Madrid. Los concejales Inés Sabanés y Jorge García Castaño alertaron este jueves del efecto llamada que aseguran que ya está produciendo tras el anuncio, que supone "retroceder 15 años" y volver a la ciudad anterior al Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón. Y es que la decisión de Almeida también supone la desaparición durante dos meses de las cuatro Áreas de Prioridad Residencial (Ópera, Letras, Cortes y Embajadores), creadas precisamente por el PP.

Comerciantes y vecinos, a favor de una medida "que funciona"

El pasado mes de marzo, Almeida concedió una entrevista al periódico 20 Minutos en la que afirmaba que Madrid Central debía ser eliminada porque suponía un "triple fracaso". Según el entonces candidato del PP a la Alcaldía de Madrid, la medida no había reducido la contaminación, no consiguió disminuir el tráfico privado y provocó que los comerciantes tuvieran "pérdidas severas". Unas críticas más duras que las actuales pero que, sin embargo, son rebatidas por la Plataforma en Defensa de Madrid Central desde varias áreas. 

 

Padres y alumnos se manifiestan con mascarillas contra la intención de acabar con Madrid Central.

San Miguel Pradera es vecina del Barrio de las Letras. Y asegura en conversación telefónica que, a nivel individual, Madrid Central ha sido positivo. "La mejoría ha sido palpable. Mi barrio tiene las aceras muy estrechas y empezamos a invadir la calzada sin tener en cuenta los vehículos privados. Teníamos una seguridad que ahora hemos perdido. Ya nos habíamos acostumbrado a respirar mejor, a que los niños jugaran en la calle y a más seguridad y menos accidentes", recuerda. "Están jugando con nuestra salud, es una salvajada", añade.

Laura Martínez del Pozo es comerciante y también pertenece a la Plataforma. Tiene dos tiendas dentro del perímetro de Madrid Central: una en el Barrio de las Letras y otra en el de Malasaña. Y asegura que la medida no le ha afectado; al contrario. "Lo que creo que ha pasado con los comerciantes es que se han quejado tres representando a 100, pero casi todos estamos a favor" de la medida, dice. Ella lo está, en primer lugar, por un tema de salud y, en segundo, "porque favorece el comercio local". "Los locales que están en las calles peatonales siempre han sido más caros. Si vamos a la calle Fuencarral o Preciados y preguntamos si quieren que haya tráfico responderán que no", afirma. "Además, económicamente yo estoy teniendo mejores resultados que en 2018", celebra. 

Pero ya no es sólo a nivel individual. En lo colectivo, la calidad del aire también ha mejorado. Según publicó infoLibre, las mediciones de NO2 (dióxido de nitrógeno, el principal contaminante atmosférico de las grandes ciudades) de la estación situada en la Plaza del Carmen, la única dentro del perímetro de Madrid Central, han registrado niveles históricos –por bajos– durante los meses en los que estas multas se han impuesto: marzo, abril y mayo de 2019. En comparación con los mismos meses de 2018 y 2017, el descenso es evidente: en mayo se registraron de media en dicha estación 23 µg/m3 de NO2, casi la mitad de los 41 de mayo de 2018 y de mayo de 2017.

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Muy distinta es la opinión de la Plataforma de Afectados por Madrid Central. Jesús Martínez, portavoz de la organización, asegura que su posición siempre ha sido la misma: "En contra de un proyecto como ese no estamos, pero la manera en que se hizo era muy mejorable". Critica una precipitación contra la que protestaron el pasado mes de octubre, antes de que se implantara. En ese momento, tampoco aprobaban las "limitaciones y defectos cuya improvisación" hacía peligrar "la accesibilidad, el abastecimiento y la seguridad de los puestos de trabajo de las decenas de miles de empresas afectadas". Un discurso que mantienen ahora y por el cual se muestran a favor de que el Gobierno de Almeida reforme la medida, aunque este todavía no haya especificado de qué manera. 

En cuanto a la moratoria, Martínez asegura que no les parece "ni mal ni bien" porque, además, desde que el Ayuntamiento de Carmena puso en marcha Madrid Central hasta que empezó a multar el incumplimiento de la norma pasaron algunos meses "y no pasó nada". Y que los meses sancionadores hayan coincidido con la bajada de las emisiones no quiere decir nada, asegura, porque lo que habría que hacer es "observar el resto de estaciones, como la de Plaza Elíptica". "Nosotros queremos aire limpio, proteger el medio ambiente y que se pueda estar en el centro. Si se pudiera cambiar el transporte privado por uno público rápido estaríamos encantados", continúa. 

De momento, tanto la Plataforma en Defensa de Madrid Central como los partidos ecologistas han avisado: si no se mantiene la zona de bajas emisiones, España podría recibir sanciones por parte de Europa. Aguado, de hecho, asegura que acudir a los tribunales ya es una opción que está encima de la mesa. Y mientras tanto, las organizaciones ecologistas europeas ya han enviado una carta al Comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, para exigirle que sancione con firmeza si el Ayuntamiento de Madrid suspende las multas. La directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, también defendió la medida de Carmena: "Todo lo que proteja la salud no se puede tocar", dijo. 

Madrid Central tiene los días contados. Al menos, sus sanciones. A partir del lunes 1 de julio, todos los vehículos podrán entrar en la zona de bajas emisiones que estableció el anterior Gobierno municipal de Manuela Carmena sin que en el buzón de su propietario aparezca ninguna multa. Así lo aprobó este jueves la Junta de Gobierno de la ciudad, que aprobó una moratoria que durará hasta el 30 de septiembre. Además, el Ejecutivo presidido por el conservador José Luis Martínez-Almeida llevará a cabo una auditoría de los sistemas de control de los vehículos que accedían a esta área de circulación restringida. Pero algunos madrileños han decidido no ponerlo fácil. Este sábado se manifestarán a partir de las 19.00 horas en Callao, desde donde partirán hasta Cibeles para insistir en la necesidad de mantener una de las medidas estrella del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático de la anterior alcaldesa. Y avisan: "Si no se echan atrás, el lunes volveremos", advierte Gala San Miguel Pradera, miembro de la Asociación de Vecinos Sol-Letras, perteneciente a la Plataforma en Defensa de Madrid Central, una organización que la pasada semana entregó 153.000 firmas en la Oficina de Atención Integral al Contribuyente para reclamar el mantenimiento de la zona de bajas emisiones.

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