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La pesadilla de 10.000 familias sin escuela infantil: "Pagar una privada y la hipoteca nos deja a cero"

Imagen de archivo de una escuela infantil.

"Ya hemos empezado a ajustar el presupuesto y a salir menos. A partir de ahora, nada de cenar fuera y los viajes serán contados. Por el momento con dos sueldos podemos apañarnos, pero cuando empecemos a pagar la hipoteca nos quedaremos a cero". Patricia es la madre de una bebé de cinco meses que, como otras decenas de miles de pequeños y pequeñas de entre 0 y 3 años, se ha quedado sin plaza en las escuelas infantiles públicas del Ayuntamiento de Madrid. Ella y su pareja querían escolarizarla en septiembre, el mes en el que, además, ambos estarán trabajando. "Casi todo el mundo nos decía que es casi imposible conseguir plaza, pero conocemos a algunas personas a las que se la habían concedido, así que no perdimos la esperanza", relata. Hasta este lunes 29 de mayo, pocas horas después de que el alcalde conservador, José Luis Martínez-Almeida, revalidara el cargo con mayoría absoluta.

Fue entonces, y con un retraso de una semana debido, dijeron, a "un problema técnico", cuando el Consistorio publicó las listas de admitidos en las escuelas. Más de 10.000 niños y niñas se quedaron fuera, el 74,7% de los que solicitaron plaza. Los datos desglosados a infoLibre desde el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social indican que se recibieron 13.383 solicitudes (13.225 en modalidad ordinaria y 158 para necesidades educativas especiales), de las cuales se admitieron 3.136 (3.018 en modalidad ordinaria y 118 con necesidades especiales), apenas el 23%. Se quedaron fuera, por tanto, 9.966 niños y niñas de modalidad ordinaria y 40 de modalidad con necesidades especiales.

La razón, según explican a infoLibre las mismas fuentes, es que este año se ha producido "un aumento exponencial de la demanda de la red municipal provocada también porque para la solicitud de la beca infantil hay que haber solicitado plaza primero en un centro municipal y no haberla conseguido". Se refieren, concretan, a la ayuda de entre 100 y 350 euros mensuales "para apoyar en la escolarización en centros privados", la única alternativa que le quedan a familias como la de Patricia.

O como la de Paula. Ella, embarazada, dará a luz en septiembre y, según ha calculado, necesita escolarizar a su bebé el próximo curso para poder compaginar su baja y la de su pareja y no dejar, en ningún momento, al pequeño sin atención. Pero también se han quedado fuera. "Ahora tendremos que optar por la privada, así que hemos pedido la beca, pero aun así la matrícula en esas escuelas ronda los 450 ó 500 euros. Si a eso le añadimos el comedor y probablemente la ampliación de horario para poder conciliar, el precio pasa a ser demasiado alto. Tenemos un sueldo medio, pero con todo eso más la hipoteca, el desembolso es enorme", cuenta.

Además, las becas del curso pasado, el 2022-2023, todavía no han sido concedidas, por lo que para las de este tocará esperar. Según las fuentes del departamento de Familias, las 4.130 solicitudes de becas que se recibieron todavía se siguen tramitando. Entonces, los niños y niñas que se quedaron sin plaza fueron 8.000, 2.000 menos que este. El curso anterior (2021-2022), según los datos que publicó el Ayuntamiento de Madrid en su página web, recibieron la ayuda 1.694 familias.

No obstante, y a pesar de estos datos, el ayuntamiento defiende su gestión. "Hemos estado apostando por la educación infantil de 0-3 años a través de la apertura de nuevos centros y la Beca Infantil", explican, y aseguran que han abierto 800 plazas nuevas y entregado 1.400 ayudas. "En estos cuatro años hemos facilitado que un 30% más de familias (2.200 en total) hayan accedido a la educación 0-3 años a través de estos dos mecanismos", dicen.

¿Un problema exclusivo de Madrid?

Madrid, sin embargo, no es la única ciudad que cada año deja fuera de sus escuelas infantiles a niños y niñas que solicitan su plaza, aunque sí en la que el porcentaje de demanda atendida es menor. infoLibre ha preguntado qué ocurre en otras grandes ciudades, como Barcelona o València. La primera, que todavía no tiene los datos correspondientes al curso 2023-2024 (para el que se han recibido 8.425 solicitudes que todavía están en trámite), sí explica que hace un año pudo atender el 57% de la demanda (entonces recibieron 7.706 solicitudes y asignaron 4.376 plazas). El porcentaje, no obstante, es menor que el curso anterior, cuando el 65% de plazas solicitadas fueron adjudicadas. De un curso para otro, se aumentaron 35 plazas.

En la ciudad de València, según los datos facilitados desde el ayuntamiento a infoLibre, para este curso se ha atendido al 76% de la demanda de plazas en el total de escuelas infantiles. En concreto, fue del 70% en las de gestión directa y del 82% en las de gestión indirecta (es decir, de propiedad municipal pero gestionadas por contratas). Se recibieron, en las primeras, 389 solicitudes, de las que se admitieron 269; en las segundas, 391 solicitudes y 324 aceptadas.

En Sevilla, en cambio, la situación es diferente, según informan desde la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Sus últimos datos indican que se han solicitado 7.117 plazas, de las cuales se han admitido 6.823. Lo que ocurre es que las plazas ascienden a 9.812, por lo que actualmente hay 2.989 huecos vacíos. En su caso, indican las fuentes del departamento, la titularidad del centro no influye, "porque la Junta le paga la plaza a la familia sea un centro de titularidad pública o privada si el centro se adscribe el programa de ayudas de la Junta". "En Andalucía existe una red de centros privados que se suman a un programa de ayudas a las familias para el fomento de la escolarización en el 0-3, de tal forma que el Gobierno andaluz bonifica las plazas en esos centros (2002 en este curso) en función de la renta (el 54% de las familias tienen plazas gratuitas)", explican.

infoLibre también ha preguntado al Ayuntamiento de Zaragoza, la quinta ciudad más poblada de España, pero no ha obtenido respuesta. El curso anterior, no obstante, fueron 300 los niños y niñas de 0 a 3 años que se quedaron sin plaza en las escuelas de la ciudad, un 25% de las 1.256 solicitudes recibidas, según informó El periódico de Aragón.

El problema de la desigualdad

La educación infantil siempre forma parte de promesas políticas. Sobre todo la relativa al primer ciclo, que es la que incluye a los pequeños y pequeñas de 0 a 3 años. De cara a las elecciones de este 28M, de hecho, esta etapa educativa formó parte de los programas de PP, PSOE, Más Madrid y Podemos. Los conservadores, en su programa marco, manifestaron su "voluntad de instaurar la gratuidad de la educación infantil de 0 a 3 años, contando con la implicación del Gobierno central". Mencionaban, además, la necesidad de contar con el sector privado, asegurando que se comprometían "a profundizar en el proceso de sensibilización de la sociedad respecto a la necesidad de implementar planes de conciliación en las empresas".

Los socialistas, por su parte, en su programa marco municipal, prometían dar un "impulso a la escolarización para universalizar la Educación Infantil, en la colaboración entre todas las administraciones y en destinar suelo municipal y sus recursos para la creación de centros públicos". Los de Mónica García aseguraron invertir "en la creación de Escuelas Infantiles públicas para garantizar el acceso a la educación gratuita y universal de 0 a 6 años, priorizando a las familias de renta más baja". Podemos, por último, abogó por aumentar las "plazas gratuitas y de calidad en la red pública de gestión directa".

Más allá, el Gobierno, según informa el Ministerio de Educación a preguntas de infoLibre, ha distribuido a las comunidades casi 525 millones de euros para la creación de más de 43.000 plazas públicas de 0 a 3 años. La estimación, concretan, es de 43.082. Lo han hecho en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, del que queda pendiente, añaden, la inversión este año de otros 670,1 millones para más de 65.000 plazas.

La ministra de Educación, Pilar Alegría, manifestó en junio la voluntad de completar esta etapa, "un paso muy importante en la conciliación, que afecta generalmente a las mujeres".

Pero el impulso no es sólo importante por eso. Álvaro Ferrer, experto en Equidad Educativa de Save the Children, hace hincapié en la necesidad de impulsar la educación infantil pública también como herramienta necesaria para el desarrollo de los niños y niñas. "Hay que cambiar la concepción y hacer girar el debate desde la conciliación hasta el derecho a la educación", explica.

Según el informe Donde todo empieza, publicado por su organización en octubre de 2019, una educación de 0 a 3 años de calidad es importante para los más pequeños y pequeñas porque fomenta su desarrollo cognitivo, ayuda a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales y asegura su éxito escolar. "En esta etapa la estimulación es muy importante porque incide directamente en el rendimiento educativo y en el riesgo de abandono escolar", dice Ferrer. "Cuanto más rápido se estimula, mejores efectos hay", añade.

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Y por eso lamenta que la escolarización de 0 a 3 años sea tan escasa. Sobre todo tras la pandemia, cuando dio un fuerte frenazo. Los últimos datos del Ministerio de Educación, relativo al curso 2021-2022, muestran que el número de alumnos matriculados en el primer ciclo de Educación Infantil en España es de 438.510, lo que ha supuesto un aumento de 48.085 personas con respecto al anterior, que redujo a su vez en un 16,73% la cifra respecto al curso 2019-2020. Hasta entonces se producía un tímido avance que ahora, a la luz de los datos, podría empezar a recuperarse.

Lo llamativo, señala Ferrer, es que la falta de escolarización afecta sobre todo a las clases más bajas. Así lo certificaron Lara Navarro y Marga León, investigadoras del Instituto d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona y de la Universitat Autònoma de Barcelona, respectivamente, en el estudio ¿Quién gana y quién pierde? El acceso desigual a los recursos de educación y cuidado en la temprana infancia. Según sus datos, acuden a la etapa entre 0 y 3 años el 60% de los niños y niñas de familias de mayor renta, frente a menos de un 30% de las que sufren riesgo de pobreza. Por eso son importantes las plazas públicas.

"Hay que eliminar las barreras de acceso a ellas. Que las escuelas estén en los barrios de gente más vulnerable, que haya suficiente oferta y que se revisen los criterios" para conceder las plazas, sentencia Ferrer. Sólo así, añade, la educación infantil funcionará como "la etapa con el mayor poder de compensación de desigualdades".

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